La tecnología de la moto al servicio de la seguridad (I): frenada


Adquirir una moto hoy en día es contar con multitud de posibilidades de personalización gracias a la tecnología, algo que hasta hace unos años era impensable. Durante años las motocicletas prácticamente no evolucionaron a excepción de la introducción del ABS a finales de los ’80 en algunos modelos de corte turístico o gama alta.
Sin embargo poco a poco la tecnología se fue introduciendo con timidez pero al mismo tiempo con la suficiente fuerza como para quedarse con nosotros. Acelerador electrónico, control de tracción, diferentes mapas de potencia, ABS configurable, suspensiones electrónicas… son algunos ejemplos que ya nos tienen que sonar como algo común en muchos modelos.
Gran parte de esta tecnología ha sido desarrollada para que conducir una moto, independientemente de su potencia o nuestra pericia, sea mucho más fácil y mucho más seguro para todo el mundo, sobre todo en carretera que es donde son más necesarias. Y con ello, disminuir los accidentes que hasta entonces se producían en muchos casos debidos a errores de conducción achacables al piloto.
Pero aunque todo esto nos pueda parecer muy complicado, un incordio o sin verdadera utilidad, veremos que no lo es tanto y que todas las marcas trabajan en una misma dirección para que, además de ayudar, pasen lo más desapercibidos posibles. Veamos qué sistemas hay y cómo nos ayudan.
Sistemas de ayuda a la frenada
En los equipos de freno dos son los sistemas que se instalan habitualmente: la frenada combinada y el ABS. A partir de ellos se realizan pequeñas mejoras que permiten aumentar la efectividad de los mismos.
El ABS (sistema de antibloqueo de frenos) fue uno de los primeros sistemas de seguridad en empezar a equiparse en las motos. Aun hoy en día en muchas marcas lo ofrecen como opción con un sobreprecio pero en unos pocos años y por imposición de la Unión Europea será de obligada instalación en cualquier moto de más de 125 cc.
Su funcionamiento es idéntico al de los automóviles. Gracias a los captadores instalados en las ruedas y que comprueban en todo momento que estas están girando, el sistema sabe cuándo una de ellas sufre un bloqueo.
En ese momento, la centralita del ABS interviene en el sistema de frenos, liberando la presión hidráulica que llega a los pistones y de esta forma, evitando que cualquiera de las ruedas se bloqueen. Así se consigue mantener el control de la moto en todo momento.
La frenada combinada por otro lado es un sistema más sencillo que permite mejorar la frenada independientemente de lo que haga el conductor. Se llama así precisamente porque combina los frenos delantero y trasero para conseguir una mayor deceleración respecto a la que se conseguiría sólo con uno de los dos frenos.
Lo normal es que los sistemas de frenada combinada actuen parcialmente sobre el freno delantero cuando utilizamos solamente el freno trasero. Así, uno de los pistones de la pinza delantera entra en funcionamiento de forma automática a la vez que nosotros hacemos lo propio sobre el freno trasero.
En algunos modelos, la frenada combinada actua en las dos ruedas a la vez independientemente de si nosotros lo hacemos sobre el delantero o el trasero. Así se consigue una mayor efectividad al detener la moto aunque el conductor no sepa modular correctamente la frenada con los dos frenos al mismo tiempo.
Honda cuenta con el C-ABS que combina ambas tecnologías. Podéis ver exactamente cómo funciona en el siguiente vídeo pero en pocas palabras se puede resumir como un sistema de frenos electrónicos en el que una centralita se encarga de repartir la frenada entre las dos ruedas dependiendo de lo que capten los sensores distribuídos por la moto.
Ella sola es capaz de decidir qué y cómo frenar para conseguir la máxima deceleración en función de cómo detecte nuestra forma de presionar la maneta, la adherencia del asfalto, velocidad, etc. Un sistema muy sofisticado y completo.
El último adelanto en llegar a los sistemas de freno es el ABS Bosch de novena generación. Este ABS es configurable por el usuario en cuatro niveles: desde apagado completamente hasta un nivel de intervención en el que prevalece la máxima seguridad para asfaltos mojados pasando por dos menos intrusivos en el que se diferencian porque es capaz de permitirnos o no, según queramos, que la rueda trasera llegue a perder contacto con el asfalto.
Msc y Abs Pro
Ya se han realizado con éxito las primeras pruebas de un sistema de estabilidad que permite a la moto frenar inclinado sin que la moto sufra una pérdida de adherencia en las ruedas. Todo para una conducción mucho más segura y que ya podéis encontrar en la versión 2014 de la KTM 1190 Adventure y que se denomina MSC.
Gracias a los sensores instalados en las ruedas que monitorizan cuánto están girando las ruedas, sensores en las bombas de los frenos, de inclinación, apertura de gas, marcha engranada, revoluciones del motor, etc; la moto es capaz de aplicar exactamente una potencia de frenada que evita por un lado que la moto se levante al frenar en curva, así como que esta deslice de las ruedas, evitando así una caída. Parece cosa de magia pero en verdad no lo es.
BMW también lanzaba recientemente un sistema parecido y que denomina ABS Pro. Este ABS utiliza todos los sensores instalados en la moto (de momento está disponible para la BMW HP4, su punta de lanza en cuanto a tecnología y deportividad) y que de una forma muy similar a KTM, monitoriza continuamente la moto para que podamos frenar en curva con toda seguridad.
En ambos casos, Bosch se encuentra detrás de toda la tecnología de este sistema y se va adaptando a las marcas en concreto que tienen motos que ya equipen sus sistemas más avanzados.