Hace unos días, la BMW HP4 Race hacía su debut americano en el marco del Barber Vintage Festival. Precisamente la superbikes alemana no es vintage, pero lo que sí se ha convertido desde el primer día es en una moto de colección con una limitadísima tirada de solo 750 unidades y que podrán disfrutar unos pocos adinerados en todo el mundo.
Con un uso masivo de la fibra de carbono, desde el chasis a las llantas pasando por el subchasis o el carenado, lo mejor en frenos y suspensiones así como sistema integrado de telemetría 2D o basculante Suter, lo de menos es que haya que repasar el motor cada 5.000 kilómetros teniendo en cuenta que cuestra la friolera de 80.000 euros. Pero por ese precio tienes casi la moto que participa en el mundial de Superbikes.
Para todos aquellos que no tendremos la suerte de hacernos con una, podemos disfrutar de la llegada de una de estas unidades a un concesionario de Bucarest (Rumanía) y qué se podría sentir cuando se desembala y se van descubriendo poco a poco todos sus secretos. Incluso con el remate final de poder escucharla durante unos segundos. Ojo a las babas.