Se ha hecho público el informe anual EuroRAP y arroja cifras preocupantes para nuestra seguridad. Las siglas EuroRAP no se refieren a ningún concurso musical sino a “European Road Assessment Programme” (Programa Europeo de estudio de carreteras) cuya finalidad es mejorar la infraestructura europea para que sea más eficaz y sobre todo más segura. Este estudio contempla accidentes en carreteras (independientemente de quién dependan) y recoge información de 4.011 accidentes ocurridos entre 2015 y 2017. De esos, 1.040 fueron mortales (con 1.198 fallecidos) y 2.971 fueron graves (con 4.074 heridos graves). En total, estos accidentes ocurrieron en 1.382 tramos de carreteras de diferente tipo, con un total de 24.866 kilómetros. De esos tramos, un 28 por ciento son de autopista, 18 por ciento de carretera preferente (autovías o vías desdobladas) y 54 por ciento del resto de red (secundarias o de doble sentido).
La evolución de los accidentes estudiados desde hace diez años es positiva: de los 12.907 accidentes graves o mortales del informe 2008 (ocurridos entre 2005 y 2007), pasaremos en 2018 (ocurridos de 2015 a 2017) a esos 4.011 (un 70 por ciento menos). Pero en el informe 2015 ya fueron 4.582, es decir, bajaron mucho hasta ese año pero desde entonces se han mantenido casi estables (4.000 accidentes graves al año). El estudio usa el “índice de riesgo” como indicador: los accidentes mortales o graves ocurridos en tres años por 1.000 millones de vehículos-kilómetro. Según esto, el 12 por ciento de los tramos con accidentes son de riesgo alto o medio-alto: suman unos 3.000 kilómetros de carreteras, y la tendencia es que van a menos cada año. Queda claro que son mucho más seguras las carreteras que no tienen intersecciones al mismo nivel, y las que disponen de calzadas separadas.
Profundizando más, el estudio no considera (porque estadísticamente dan lugar a errores) tramos de carretera con poco tráfico o muy cortos: menos de 2.000 vehículos al día o menos de 5 kilómetros. Así, la carretera más peligrosa de España es la N-642 (Lugo) entre sus kilómetros 0 y 8’2, seguida de la N-230 (Lleida a Huesca, km 133 a 145) y de la N-260 (Girona, km 117 a 179). En total hay 68 tramos de alto riesgo y entre ellos 15 “negros” que suman 231 kilómetros. Hay que destacar que los tramos de la N-230 y la N-260 (Lleida y Girona) repiten los últimos años como “negros”: claramente las autoridades de quienes dependen no han conseguido mejorar su seguridad. Además en la N-230 uno de cada tres accidentes mortales fue de moto, desgraciadamente.
Los accidentes de moto
Vamos a centrarnos en los accidentes graves o mortales de moto, recordemos que este estudio EuroRAP 2018 analiza los ocurridos entre 2015 y 2017. En esos tres años, se produjeron en total 910 accidentes graves o mortales de moto (o ciclomotor) con una evolución ligeramente a peor: 294 en 2015, 307 en 2016 y 309 en 2017. Frente a los accidentes totales, que bajan, es un mal resultado, porque en 2015 representaron un 21 por ciento del total, en 2016 un 22 por ciento y en 2017 casi el 24 por ciento. Es decir, aproximadamente en 2016 uno de cada cinco accidentes graves fue de moto, pero en 2017 ya fue uno de cada cuatro.
¿En qué carreteras ocurrieron estos accidentes? Pues se concentran más: los 20 “peores” tramos suman un 21 por ciento de los accidentes mortales o graves de moto. En comparación, del total de accidentes de todos los vehículos los 20 peores tramos no llegan a representar el 10 por ciento del total. Es decir, las motos concentran en esos 20 tramos el doble de accidentes que el resto. Estos tramos suman 453 kilómetros y ahí es donde debería intervenirse para reducir notablemente la siniestralidad. Es bueno saber cuáles son…
Hace dos años publicamos el estudio de 2016 y allí estaba la lista de los 10 peores tramos para las motos. De estos 20 del estudio actual, llaman la atención dos cosas. Una, buena, que un tramo de Sevilla (SE-30) y otro de Madrid (A-3) ya no aparecen, es decir, algo habrán corregido para evitar los 3 muertos y 10 heridos graves que ahí hubo. La otra cosa no es buena: Barcelona con 4 tramos, Málaga con uno (el peor de todos) y Valencia (con dos), siguen apareciendo en la “lista negra”. Ya va siendo hora que mejoren la seguridad de esos tramos, como mínimo advirtiendo a los usuarios de que son tramos peligrosos.
