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Las cifras de accidentes: «vamos a contar mentiras»

La DGT anuncia un nuevo mínimo pero los fallecidos en moto han subido
Fotos: SMN
Cada año en los primeros días de enero tenemos la cifra «provisional» de víctimas de accidentes de tráfico. Este año ha bajado y los políticos han sacado pecho, pero no todo es positivo además de esa provisionalidad...

Dice la canción infantil eso de “vamos a contar mentiras”, y eso es lo que les gusta mucho a los políticos: si no mentiras, sí medias verdades. Llega el final del año y les falta tiempo para ponerse delante de las cámaras y sacar pecho, en esta ocasión, por el nuevo mínimo histórico de fallecidos. La cifra que han usado es la de 1.098 fallecidos, 90 menos que en 2018 y como digo un nuevo mínimo histórico (el anterior es de 2015, 1.131). Veo titulares en periódicos y telediarios felicitándose por ello. Enseguida verás que hay poco, muy poco, motivo para esa alegría.

Antes de nada, por si no lo sabes, ten claro esto: esa cifra es MUY provisional. Son las personas que han fallecido antes de 24 horas ocurrido el accidente (y si lo anuncian un día 2, es que alguno estaba “caliente”, perdón por la expresión). La cifra de las estadísticas finales será la de fallecidos a 30 días (que realmente tampoco “lo veo” si la causa fue un accidente, pero así es). Por otra parte y no menos importante: esos son fallecidos en accidentes ocurridos en vías interurbanas. No en vías urbanas, aquellas que pertenecen a poblaciones: esas cifras las cuenta cada municipio, cada policía local, y dentro de unos meses las tendrá la DGT para hacer el resumen anual nacional. Sí, he escrito “unos meses”: nunca sale el resumen antes del verano siguiente. Sí, en pleno siglo XXI: España es así.  

Menos muertos en carretera: ¿Buena noticia? Sí, pero es una cifra provisional y no cuenta toda la verdad. 

¿Por qué escribo en tono crítico y quejoso si ha habido menos fallecidos? Primero, por lo que acabo de contarte, porque son cifras muy provisionales. Segundo, porque la mala noticia es que en moto sí ha habido un aumento de víctimas, muy notable por desgracia: por lo menos 264 compañeros perdieron la vida en un accidente de moto en España (en carretera), que son 47 más que en 2018, un aumento muy grande y preocupante. 

La DGT acepta que somos víctimas “vulnerables”, que muchas veces somos VÍCTIMAS en mayúsculas porque es un fallo ajeno el que provoca nuestro accidente. Los ciclistas, que también van sobre dos ruedas y también son víctimas, también han tenido mala noticia: de 36 (2018) a 40 muertos (2019). ¿Es eso motivo para sacar pecho político y alegrarse? Un conductor de coche se distrae con el móvil, y el resultado puede ser un motorista (o ciclista) accidentado. Un gestor señaliza o mantiene mal una carretera, y el resultado es que uno o más motoristas (o ciclistas) sufren accidentes. ¿Tan mal lo hacemos como para haber merecido que muriera un 20 por ciento más de motoristas? No me lo creo: hay causas externas en muchos casos. Pero por desgracia no se investigan, o no de forma suficiente. Eso de “velocidad excesiva o inadecuada” es muy fácil de meter en una casilla y nadie pregunta.

Ha habido más muertos ciclistas y muchos más motoristas que en 2018: no saquen tanto pecho, que las cifras NO son buenas.

Como muchos sabéis mi otra pasión además de las motos son los aviones: se pilotan parecido, inclinando en los giros, y dan parecida sensación de libertad. Los accidentes de avión se investigan en serio y a fondo, porque siempre se aprende algo: el fabricante, los pilotos y las organizaciones responsables. Si las campañas generales y las investigaciones superficiales “funcionan” para coches y autocares, perfecto, que sigan así. Pero está claro que no lo hacen para las motos. Hay que dedicar más recursos a esto, y acatar las conclusiones que salgan, y hacerlo bien, no “políticamente” a base de perseguir, poner controles e impedimentos… «Más guardia civil y más radares» anuncian los políticos. Pongan más agentes a investigar accidentes, y hagan caso a sus conclusiones, sin presiones y sin culpabilizar «por defecto» a nadie.

Con estas cifras, y un Gobierno a punto de formarse, no dudo que la DGT confirmará en cuanto pueda medidas como, por ejemplo, el tema de hacer obligatorios los guantes. Jamás voy en moto sin guantes, y echo muchas broncas a quien lo hace (debo ser el menos popular de los semáforos de Madrid). Pero, vamos a ver, ¿cuántas de esas 267 vidas habrían salvado unos guantes? Me temo que ninguna. En cambio sí que se habrían salvado quizás 11 de esos 267: los 11 que no llevaban casco (sí) cuando tuvieron el accidente… y en ciudad esa cifra subirá. Ahí sí hace falta ponerse serio, por ejemplo.

En fin, aunque cada muerto (y cada herido) es un drama, alegrémonos de que hayan sido menos el año pasado “en general”. Pero lamentemos, preocupémonos, todos y los políticos en primer lugar, de que hayan sido muchos más en moto, y hagamos algo útil de verdad para remediarlo.  

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