Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. Como todo compañero de juergas, tiene que hacer lo que más nos gusta a los dueños, porque entendemos que a él también le debería atraer de la misma manera. Este mismo ejercicio filosófico es el que ha realizado James Stott, un aficionado al motocross y a las excursiones por las dunas, que ha querido hacer partícipe de este hobbie a su perro Lexus.
Con unas medidas de seguridad bastante cuestionables, por no decir nulas, Stott sube a su boxer al manillar de su Honda CRF, y juntos se ponen en marcha. Una travesía que discurre por las dunas del desierto Little Sahara, en el estado de Utah, y en el que se puede ver al propio Lexus visiblemente relajado.
Más adelante, el perro se baja de la moto, mientras que su dueño sigue acelerando y haciendo derrapadas sobre la arena, lo que llena de excitación a Lexus, que vuelve a subirse para continuar con el viaje. El vídeo confirma la pasión que siente este perro por la velocidad, y de ahí que se le conozca como Lexus The Dirt Bike Dog.