Maestría y un motor de Super Cub, todo lo que necesitas para hacer tu propio trike
Un trabajo de artesanía con un final que promete diversión

Si te gustan esas historias y esos vídeos en los que el protagonista es capaz de construir desde la nada algo realmente útil y llamativo, puede que te interese destinar unos minutos a disfrutar del proceso de creación de un trike. El protagonista es el constructor nipón Yoshinobu Mori, y gracias a su canal de Youtube podemos apreciar como a partir de un motor de Honda Super Cub 50 termina desarrollando un vehículo y todo a la vieja usanza.
En realidad el vídeo comienza mostrando el resultado final del arduo trabajo, y si solamente observas este resultado, incluso podría pasar por un viejo trike de esos que la gente colecciona. Pero si sigues avanzando en el vídeo es cuando comienza la acción. Y con acción nos referimos con meternos de lleno en el taller de Mori.
Esta creación arranca con la selección de los tubos que van a dar vida al chasis del trike para, posteriormente cortarlos y comenzar a darle forma. Todo el proceso es artesano y tanto es así que podemos ver cómo tras instalar la suspensión se comprueba a la vieja usanza, subiéndose en el chasis y saltando sobre él.
Una vez la parte funcional está resuelta (el vehículo no sería posible sin chasis, motor, volante, reenvío del cambio, ruedas y un asiento) es el momento de comprobar que todo funciona y comenzar a divertirse. Y parece que ese cometido lo cumple a la perfección, a pesar de que el pequeño motor de la Super Cub tiene una potencia muy limitada.
Pasado el primer test llega el momento de seguir trabajando en el chasis instalando un segundo triángulo de dirección. Todo ello sucede antes de comenzar a preparar la parte estética que empieza, como buen artesano, tomando forma con cartón para después emplearlo como plantilla para la chapa. Y es que, como sucedía con los viejos Morgan (uno de los trikes más reconocidos de la historia) la chapa es parte fundamental.
El trabajo es una delicia y el vehículo va cogiendo forma minuto a minuto del vídeo, que obvia algunas partes de proceso y está acelerado en otros momentos. Finalmente, volvemos a disfrutar del vehículo completamente acabado y hay que reconocer que el resultado es bastante bueno teniendo en cuenta que todo ha sido hecho a mano. Seguro que si Yoshinobu sigue trabajando en él conseguirá pulir algunos detalles, pero de lo que no cabe duda es que ha conseguido crear un vehículo peculiar con el que poder disfrutar de los almendros en flor como vemos en el cierre. ¡Toda una delicia!