Malle Mile 2017: olor a césped y gasolina


Robert Nightingale y Johnny Cazzola son los dos creadores que se encuentran detrás de la Malle Mile. Y también de la marca de equipaje para motocicletas Malle London, de ahí que compartan nombre de pila. Ambos buscaban reeditar la quintaesencia de las fiestas de jardín británicas, pero con un ambiente más moteril. Por lo tanto, no podía faltar ni el césped, ni las motos. Y como si de Goodwood se tratase, una bonita mansión que rellenase el fondo.
Lo que empezó hace tres años como una reunión de unos cuantos amigos en Kevington Hall (al sur de Londres), se ha convertido ya en una reunión multitudinaria aunque manteniendo el mismo espíritu que lo vio nacer. Y es que lo importante es pasarlo bien y correr entre amigos pero sin gastarse ingentes cantidades ni de dinero ni de tiempo en preparar la moto. Corres con lo que tienes, así de sencillo.
Este año y dado el éxito de participación, se han diversificado las pruebas en las que uno puede demostrar sus habilidades. Además de la carrera drag sobre un terreno tan complicado como es el césped, se ha añadido una carrera en subida tipo hill climb pero con curvas, circuito de obstáculos para minimotos, zona de acampada y una fiesta en una de las habitaciones secretas de la mansión.
La reunión también ha crecido en días y el viernes ya hay bastante animación por la zona, con una noche de proyección de cine (por supuesto, de tema motero), así como más actividades repartidas durante los tres días como la velada de boxeo con posibilidad de participación para el público, el divertido Motopolo así como una muestra de motos antiguas. Es lo más parecido al Goodwood de los años ’90.
Uno de los detalles curiosos de la Malle Mile es la forma en la que los competidores deben esperar el banderazo de salida: con la mano izquierda sobre el casco. De esa forma, el más rápido en reaccionar apretando el embrague, metiendo primera y salir zumbando se llevará la victoria.
¿Y entre la carrera y la fiesta de noche? Pues algo que a muchos británicos les encanta: el boxeo. Después de una demostración por parte de profesionales, turno para el público intentado resistir tres minutos de pie en el ring.
El domingo fue el turno del Motopolo que, como su nombre indica, es jugar al polo pero en vez de con caballos, con las motos así como un balón de generosas dimensiones fabricado con materiales como los de los equipajes Malle. Todo muy artesanal.
Igual hay que ir haciendo hueco en la agenda para 2018…