El día que Mamola enseñó a Schumacher lo que era la adrenalina
Mugello fue testigo de un momento que ahora nos llena de nostalgia

Desde que aquel maldito accidente de esquí nos arrebatará a Michael Schumacher de la escena pública, poco hemos sabido a ciencia cierta de él. Este mes de diciembre se cumplirán nueve años, y solo se sabe que se mantiene con vida y que está recibiendo servicios médicos diarios en su casa de Suiza. Lo demás son meras especulaciones, rumores y comentarios sueltos de algunos personajes cercanos a la estrella forjada en el karting de Kerpen. En su larga carrera en la F1 logró un hito venciendo siete títulos mundiales, algo que solamente Lewis Hamilton ha conseguido igualar en toda la historia de la categoría reina del automovilismo. Sus números dan miedo: 91 victorias, 68 poles, 77 vueltas rápidas y 155 podios. Aunque Hamilton ha batido casi todos esos récords, aún mantiene el de las vueltas rápidas.
Pero Michael es además de uno de los pilotos más importantes de la historia de las carreras junto a Juan Manuel Fangio y al mencionado Hamilton, un gran apasionado de las dos ruedas. Tanto que tras su paréntesis en la F1 estuvo rodando a conciencia con las motos, e incluso llegó a tomar parte en el Mundial de Resistencia dejando unas buenas sensaciones. Nunca sabremos hasta dónde podría haber evolucionado Michael, que dejó las motos a un lado tras una dura caída en Cartagena para volver a la F1, y ayudar a evolucionar un Mercedes que terminó siendo la bestia negra durante casi una década.
De hecho en su momento se llegó a especular con un posible wildcard de Michael en MotoGP, e incluso hay imágenes con el alemán pilotando la Ducati de Casey Stoner. Michael en su mejor momento era una bestia y no cabe duda de que lo daba todo, aunque tuvo que aprovechar ese breve lapso de tiempo entre etapas en la F1 para hacerlo. Pero lo que sí pudo hacer Michael fue subirse a la Ducati X2 pilotada por Randy Mamola y, afortunadamente para nosotros, hay documentos que nos permiten rememorarlo tantas veces como queramos. Viajamos hasta 2006, último año de su primera etapa en la F1 cuando fue el invitado de lujo en el GP de Italia.
El vídeo nos permite rememorar viejos momentos y además de la manera más pura y sin sensacionalismos, ya que no hay comentarios de ningún tipo, solo el audio de ambiente. Podemos ver a Schumacher esperando a Mamola que estaba dando una vuelta de calentamiento, luego un poco de interacción entre ambos con bromas incluidas y después es cuando llega lo bueno.
Quizás con más presión que con ningún otro invitado, pero también con más ganas de hacer sentirle lo que era una MotoGP, el bueno de Randy no dudó en sacar todo su repertorio de caballitos, frenadas y tumbadas que no están nada mal para una moto biplaza. Para finalizar, un invertido “marca de la casa” y los comentarios finales. Un poco de nostalgia de la buena para recordar aquel día en el que Randy Mamola le enseñó a Michael Schumacher lo que era de verdad la adrenalina. ¡Qué suerte haber podido disfrutar de aquellos momentos! Para acabar solo podemos añadir: #KeepfightingMichael.