La noticia llega porque el día 22 se pone en marcha la “campaña” navideña de Tráfico en España. Para evitar el riesgo que supone tener demasiados conductores bajo la influencia de alcohol o drogas en las carreteras, en estas fechas se refuerzan los controles. Y el refuerzo de este año es mayor que nunca: si antes del verano ya anunciaron contar con 40 nuevas furgonetas para este fin, ahora han presentado una flota tremenda que aumenta en 156 las unidades disponibles para poder montar controles en aquellas carreteras y provincias donde se detectan más accidentes provocados por este motivo.
La inversión es de 6,7 millones de euros en las furgonetas, más otros 7,7 millones de euros invertidos en la compra de 746 medidores de alcoholemia, 500 lectores de drogas y 23.400 kits multidroga, que serán utilizados por diferentes patrullas de la Guardia Civil de carreteras. Esto incluye patrullas en moto, que gracias a los detectores de nueva generación podrán llevar a cabo este tipo de controles de forma más ágil. Según Gregorio Serrano, Director de la DGT, la finalidad de estas inversiones es disuadir a los conductores de ponerse al volante o manillar después de haber tomado alcohol o drogas. Este año la campaña comprenderá más de 20.000 controles y responde a una llamada internacional, pues se harán similares acciones en 25 países.
Recordemos que éste es un gran problema de la seguridad vial. De los casi 600 conductores fallecidos en accidente de tráfico en 2016, más del 40 por ciento presentaba alguna sustancia prohibida en la sangre (alcohol, drogas o psicofármacos). Incluso en el caso de peatones fallecidos en accidente, más del 30 por ciento también dieron positivo en su autopsia, cifras escalofriantes. Se estima que uno de cada diez conductores circula tras haber consumido alcohol o/y drogas, y ya sabemos los que vamos en moto lo frágiles que somos antes algún comportamiento imprevisto de otros vehículos. Aunque no es un problema ajeno, pues la cantidad de fallecidos en moto que (ellos mismos) habían consumido también es alarmantemente alto.
