El Dakar de este año se tiñó de luto por la pérdida de los pilotos Paulo Gonçalves y Edwin Straver, pero además hubo varios accidentes graves y algunas quejas de otros pilotos. Algunos tramos eran muy rápidos y había que tomar algunas medidas para mejorar la seguridad: para eso se reunió la organización con la FIM y varios equipos y pilotos, buscando entre todos soluciones.
La primera medida será reducir la velocidad en carrera: por un lado se tendrá en cuenta este factor al diseñar las etapas, donde intervendrá por lo menos un expiloto, y habrá una inspección en marcha para comprobar recorrido y Road Book, y evitar errores. Además las propias motos recibirán una nueva limitación técnica de potencia: un restrictor en la admisión, al estilo de las Supersport 300. Esto lo van a probar los equipos esta primavera para dar su visto bueno global en junio. El objetivo está claro: que el Dakar 2021 sea mucho más seguro.
También se quiere mejorar la seguridad de los propios pilotos, es decir la seguridad pasiva. Además de insistir en el equipamiento se obligará a llevar protecciones hinchables (airbag) tan pronto como sea posible. Habrá próximamente una reunión con los fabricantes de equipamiento implicados para que desarrollen esta tecnología durante este año para implementarlo de forma obligatoria en 2021. Por último y además de los cambios en el diseño de los recorridos también se implantará una nueva instrumentación de navegación común en la que están trabajando para que ofrezca avisos visuales y sonoros al piloto, y que en caso de caída suponga un menor riesgo.
