Cuando Maverick Viñales llegó a Yamaha hace ya tres temporadas todo parecía indicar que podría luchar por el título desde el principio. Los test fueron bien y pronto fue el más rápido, luego las tres carreras vencidas en la primera parte de 2017 y a partir de ahí todo empezó a complicarse. Tanto que solamente ha conseguido una victoria en 2018 y otra en 2019.
La situación en Yamaha no es, ni mucho menos, la que se vivía a la llegada de Viñales y tampoco en la «era Lorenzo» y todo ello a pesar de los cambios de técnicos que ha habido. El catalán ha sido muy incisivo en sus declaraciones desde el primer día y eso no ha cambiado ni con el podio de Tailandia, donde recordemos quedó tercero por detrás de la Yamaha satélite de Fabio Quartararo.
Arrancó ante los micrófonos de DAZN con un «Ahora estamos marcando una diferencia, pero el futuro nunca se conoce. Al final tendremos que elegir qué es lo mejor para todos «. Para después subir la apuesta: «No sé si lo mejor ahora es quedarse en Yamaha».
Sin duda unas fuertes declaraciones de un piloto que en los últimos tiempos no está logrando los resultados que el mismo esperaba cuando dejó Suzuki para embarcarse en la aventura con Yamaha. Así pues él mismo abre las puertas a marcharse a otras fábricas cuando termine la temporada 2020. Los rumores ya han empezado y algunos de ellos apuntan directamente a Ducati mientras que otros hablan de su posible vuelta a Suzuki.
En cualquier caso, si la situación es complicada en Honda, podemos ver que tampoco lo está siendo en Yamaha y, mucho menos, en Ducati.
