Hablaremos de motos con motor cuatro tiempos, que normalmente no echan nada de humo por el escape. Las motos con motor de dos tiempos echan siempre humo pero porque queman aceite con la gasolina: entre un 2 y un 3 por ciento suele ser la mezcla habitual, ya sea automático (bomba de engrase) o manual (mezcla previa en bidón). En frío además el aceite no se quema bien y echan una humareda gris-azulada notable, incluso tremenda, pero en caliente la estela es casi invisible.
Volviendo a las motos con motor de cuatro tiempos, es decir aquellos que queman sólo gasolina, hay un tipo de humo que no es maligno, o sea no indica nada malo. Es el vapor de agua que suele salir cuando arrancamos el motor en frío o a primera hora de la mañana. Se trata de un humillo entre blanco y transparente, inocuo e inodoro, que como decimos es sólo vapor de agua mezclado con los gases de escape. Con el escape aún frío, se condensan algunas gotitas de agua que son las que hacen visible el vapor de agua, como en las nubes.
Si el humo es blanco pero más persistente y denso, ya no será tan inocente. Ese tipo de humo procede del refrigerante, que se está colando en la cámara de combustión de algún cilindro, normalmente a causa de un poro o fuga en la junta de culata. Además del humo, el escape olerá de una forma muy particular, algo dulzón… a refrigerante. Si no corregimos ese problema, nos podemos quedar sin refrigerante con el consiguiente calentón. Y esos poros siempre van a más, así que puede llegar tanto refrigerante que ese cilindro deje de funcionar.
Un humo grisáceo o negro (nunca tanto como un coche diésel) suele indicar una mezcla demasiado gorda o rica en gasolina. Eso lo provoca típicamente un filtro de aire muy sucio (o bloqueado) en una moto de carburadores; también puede indicar un problema de carburación (desajuste notable). Además la moto se notará menos alegre al acelerar, sobre todo en caliente, y consumirá bastante más gasolina de lo normal. Si arrancamos la moto en un garaje cerrado con poco espacio, cuidado porque estará soltando mucho monóxido de carbono (tóxico) entre otras cosas. Esto no es grave en sí pero además de que estaremos contaminando MUCHO más de lo normal, se corrige muy fácilmente cambiando el filtro de aire o limpiándolo…
Si el humo es azulado es que estamos quemando aceite. No tanto como en un dos tiempos, pero el humo azul (y un cierto olor a aceite quemado que depende del aceite usado) indica que algo de aceite está entrando en los cilindros. Algunos fabricantes indican que un motor viejo puede consumir hasta 1 litro de aceite cada 1.000 km y no es “grave”. Puede ser por las paredes del cilindro, por pistón o segmentos muy gastados, pero puede ser también que el aceite venga de la culata y se cuele por las guías de válvulas.
Si es esto último, como las de escape suelen ser las culpables, se puede ver si desmontamos el escape (colectores en la culata) y observamos las colas de las válvulas que quedan a la vista. Un aspecto aceitoso confirmaría que hace falta cambiar los retenes y quizás aprovechar para algo más, ya puestos. Otra pista: si el humo aparece al dar gas, seguramente se lo traga por las paredes de los cilindros (segmentos gastados). Si es al retener, es más posible que sea por las válvulas.
A veces, en motos de uso diario tranquilo y tras un acelerón con el motor en la parte alta del cuentavueltas, podemos ver una nubecilla de humo. Puede ser normal: cenizas y carbonilla que se acumulan en motores pensados para girar a más de 10.000 vueltas, usados a diario por debajo de 5.000, que se sueltan al rodar más rápido. No es mala cosa llevar el motor arriba de vez en cuando si es nuestro caso, como medida “higiénica”. Algo parecido pasa en los coches diésel con filtro de partículas, por ejemplo.
