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Mi padre tenía razón y Dirección de Carrera tiene la culpa…

Fotos: MotoGP
Después de que las aguas hubieran vuelto más o menos a su cauce tras el incidente entre Rossi y Márquez en Sepang, la guerra vuelve y más cruenta que nunca entre los dos máximos exponentes del motociclismo actual. Pero detrás de esta situación hay un claro responsable, Dirección de Carrera.

La actualidad es actualidad y es lo que manda en este momento en el que los teclados echan humo, las redes están ardiendo y MotoGP ha vuelto a saltar por los aires. Pero el tiempo siempre nos ayuda a entender la situación y por eso en esta ocasión quiero retroceder en él para contar mi visión de los hechos.

La verdad es que tenemos que retroceder más de 30 años hasta los ya lejanos ’80, cuando yo casi con pañales me pasaba las mañanas de domingo viendo las carreras al lado de mi padre, un aficionado a las motos que llegó por motu proprio a ellas en una familia en la que a nadie más le gustaban las motos, que nunca se había subido a una de ellas, pero que disfrutaba viéndolas por la televisión y junto a mi madre las gozaban cada vez que podían primero en el Jarama y más tarde también en Jerez.

El caso es que en todos estos años mi padre ha seguido viendo y disfrutando las carreras, compartiendo con nosotros esta pasión y apoyándonos incondicionalmente cuando mi hermano y yo decidimos complicarles la vida tanto a él como a mi madre cuando empezamos a correr en moto. En todo este tiempo mi padre ha visto a muchos, muchísimos pilotos y, además, la vida le ha ido curtiendo dándole ese conocimiento que solamente la experiencia te da. Es por eso que hoy, tras el desastre del GP de Argentina que ha protagonizado Marc Márquez tengo que darle la razón.

Márquez tenía, de lejos, el mejor ritmo

Yo, viendo la manera en la que Marc había gestionado 2017, cometiendo pocos errores en carrera, me creí de verdad la cantinela que se repetía y que implicaba un cambio en la mentalidad del piloto de Cervera y así se lo comenté a mi padre en una de las muchas charlas sobre carreras que tenemos. Sin embargo, mi padre me repetía “es cuestión de tiempo, volverá a las andadas” a lo que yo le replicaba con un “¿no ves que ya no es así?” Ayer Marc me dejó sin argumentos y tengo que admitir que me equivocaba y que al final va a ser cierto eso de que la gente no cambia.

Lo siento, pero no se puede pilotar con el desprecio que Marc lo hizo ayer, no solamente con Valentino, por muchas excusas que ponga, también se llevó por delante a Aleix Espargaró y Maverick Viñales no estaba muy contento. Además otros adelantamientos fueron excesiva y e innecesariamente ajustados para un piloto que era de lejos el más rápido de toda la parrilla con unas condiciones muy delicadas de pista.

Obviamente Marc es culpable de sus actos, pero son unos actos que hemos visto en otros pilotos (e incluso en él mismo) y que no han recibido la sanción merecida. Hago un alto en el camino para reiterar que el motociclismo NO es un deporte de contacto, y me da igual que ahora Valentino Rossi lo diga porque le interesa cuando antes lo defendía, no me valen los que se cambian de equipo a mitad del partido. Volviendo a los culpables de que la situación haya ido evolucionando hasta el punto en el que estamos y no es otro que Dirección de Carrera, el órgano que decide qué está bien y qué no está bien y que con su falta de nitidez ha llevado al Mundial de Motociclismo a una escalada innecesaria de agresividad.

La escalada de agresividad es un hecho

Entiendo que los responsables del campeonato quieren lucha, igualdad, batallas épicas y que en esas batallas épicas que nos levantan del asiento alguien puede equivocarse y tocar a un rival e incluso tirarlo, pero no, no todo vale y no todo es justificable. Yo me remontaría a la irrupción del terremoto Simoncelli, ahí está el punto de inflexión bajo mi punto de vista. No se actuó con la firmeza que se debía en su etapa de 250 y tampoco en MotoGP. Algo parecido ha pasado con Marc Márquez desde Moto2 o incluso antes, pero también con Valentino Rossi ¿recordáis Jerez o Laguna Seca? y resulta que estos dos pilotos son los dos máximos exponentes del motociclismo actualmente. Así pues, vemos como otros pilotos son capaces de ignorar sus limitaciones y a sus rivales, pensando que todo vale cuando no debería ser así.

Una carrera en casa calma a cualquiera y quizás esa tendría que ser la penalización cuando un piloto pone en peligro a un compañero, ya sea deliberadamente o por exceder sus capacidades. Lo que está claro es que igual que los responsables del campeonato son, al final, los responsables de la deriva comercial y deportiva del mismo, y también lo son de la escalada de agresividad. Así pues solamente les queda tomar decisiones desde hoy mismo en adelante para que nunca más volvamos a ver a nadie repitiendo la actuación de Marc en Termas, se llame como se llame. Tuvieron la oportunidad en 2015, la vuelven a tener ahora, esperemos que la sepan aprovechar por el bien de los pilotos y por el bien de un deporte que lleva intrínseco demasiados riesgos como para asumir más de manera gratuita.

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