Tras abandonar el atasco infinito de Yakarta, sus dieciocho millones de habitantes y la prohibición para las motocicletas de usar las autopistas, el director de la Ruta de los Exploradores Olvidados se dirigió a Semarang, a 400 kilómetros de distancia, ya ubicada en Java Central, una de las regiones más densamente pobladas del planeta.
Una vez allí embarcó en el Pt Dharma ferry II, un barco carguero construido en 1971 y habilitado en el 2003 como Ro-Ro para transportar vehículos y 300 pasajeros alojados en cubierta y dormitorios comunales.
La travesía dura dos días en unas condiciones terribles de higiene y comodidad, pero el escritor logró convencer al capitán de que le permitiera alojarse con la tripulación para escribir un reportaje sobre la vida de estos hombres que cruzan el Mar de Java por una paga escasa, en navíos anticuados y sin apenas días de descanso.
Desembarcado en la ciudad indonesia de Pontianak, en Borneo, la segunda isla más grande del mundo, Silvestre se dirigió hacia el norte y cruzó por tercera vez en este viaje la Línea del Ecuador. Las dos anteriores lo fueron en Kenya y en Sumatra. Allí visitó el monumento, firmó en el libro de visitantes, recibió un certificado oficial y entretuvo con sus relatos a un grupo de jóvenes que se encontraban allí de visita escolar y que no podían creer que se pudiera llegar hasta allí en moto.
Sus siguientes pasos le han llevado a la parte malaya de la isla, ha cruzado el pequeño país de Brunei, cuyo sultán es según algunos medios el hombre más rico del mundo, y de regreso en Malasia se dispone a afrontar el paso a la región autónoma de Sabah, en el extremo nororiental de Borneo para procurarse un nuevo barco que lo traslade a él y a su montura, Atrevida, hasta Zamboanga, ciudad de la conflictiva isla filipina de Mindanao, sumida desde hace años en la violencia intereligiosa del Frente Moro de Liberación.
Sabah es una región montañosa y selvática de gran belleza natural que forma parte de los objetivos de la REO dado que durante algunos años fue parte del Reino Español y aunque se perdió a manos de los británicos, España la reclamó como propia hasta 1898, en que la pérdida de Filipinas tras la guerra con Estados Unidos diluyó toda esperanza de una soberanía real sobre la zona.
Sin embargo, algo se mantiene vivo en Sabah de ese pasado: el chavacano, idioma mestizo formado en un gran porcentaje por palabras de castellano antiguo que Miquel Silvestre desea escuchar y recoger.
