MotoGP 2016: ¿serán útiles las pruebas de pretemporada?


“Nunca antes los fabricantes nos habíamos enfrentado a dos cambios tan importantes como son los neumáticos y la electrónica en una misma temporada”, dijo hace unos días Kuoichi Tusji, máximo responsable técnico de Yamaha Racing. Y es cierto, pero a la incertidumbre de una temporada repleta de cambios, se une el regreso a la actividad en unas pruebas que se prevén intensas pero que dejarán nuevas incógnitas. ¿Hasta qué punto las pruebas de Sepang, Phillip Island y Losail van a ser referencias válidas para la temporada que se avecina?
Desde hace muchos años Sepang ha sido el escenario clave donde se ha desarrollado el trabajo de pretemporada. Malasia disfruta de un tiempo bastante estable durante todo el año, así que no hay excesiva diferencia entre rodar en pleno invierno y hacerlo en otoño, tradicional fecha del Gran Premio.
Sin embargo, este año hay una notable diferencia, que puede resultar aún más crucial dado el importante cambio al que se enfrenta el Mundial de MotoGP con el regreso de Michelin al campeonato: Sepang va a reasfaltar su trazado, y lo va a hacer justo después de las pruebas de la próxima semana. Los trabajos estarán concluidos en los primeros días de mayo. Así que en el Gran Premio los pilotos de MotoGP rodarán sobre un asfalto diferente al de las pruebas de febrero. ¿Afectará este cambio al funcionamiento de los neumáticos y su rendimiento?
No es el único caso en el que se van a dar condiciones diferentes en el asfalto entre las pruebas de pretemporada y la carrera. Lo mismo sucede con Phillip Island, que vuelve a ser escenario de pruebas de pretemporada después de más de una década fuera del plan invernal. Su inclusión en el calendario de pruebas obedece a una petición de Michelin, porque la pista australiana tiene unos requerimientos tan exigentes para con los neumáticos que precisa de un trabajo específico.
En Phillip Island se da una diferencia de 10ºC entre la temperatura media del asfalto en febrero y la temperatura media durante el Gran Premio de MotoGP
Pero durante el Gran Premio de Australia se dan condiciones de temperatura completamente diferentes a las de las próximas pruebas. Tomando como referencia el Mundial de SBK, que se disputará solo diez días después de la visita de los pilotos de MotoGP (en pleno verano austral), vemos que la temperatura media del asfalto de Phillip Island en los cinco últimos años ha sido de 41,1ºC. Sin embargo, la media de la temperatura durante el Gran Premio (en el comienzo de la primavera austral) es de 31,4ºC, una diferencia notable en un circuito tan delicado para los neumáticos.
En Phillip Island en febrero se han registrado con frecuencia jornadas con el asfalto por encima de los 45ºC e incluso de los 50ºC, mientras que en octubre no es fácil superar los 35ºC. ¿Servirá de referencia el trabajo que van a realizar los pilotos de MotoGP en febrero?
Y para acabar con esta pretemporada desconcertante llega Losail, donde los pilotos se encuentran unas condiciones irrepetibles, que no se dan en ningún otro escenario del campeonato, porque dado que se corre de noche la pista se encuentra a una temperatura bajísima. La media de los últimos años ha sido de solo 22,8ºC, con alguna edición en la que no se han alcanzado los 20ºC. Y con un asfaltado abrasivo por el efecto de la arena que se deposita en la pista.
Por tanto, el trabajo fundamental de la pretemporada 2016 se va a desarrollar en tres escenarios complejos, que quizás no ofrezcan la estabilidad suficiente que requiere un momento tan crucial, repleto de novedades. ¿Serán referencias válidas, resultará un trabajo útil? El tiempo nos lo dirá. Los problemas serán iguales para todos, pero no todos parten con las mismas opciones, así que las primeras carreras del año puede que resulten cruciales en el desenlace del Mundial 2016.