Aunque se construyó en 2007, el Circuito de Termas de Río Hondo fue remodelado en 2012 para adaptarse a las necesidades de seguridad e instalaciones requeridas para acoger un campeonato del nivel de MotoGP. Con las obras terminadas para 2013 y debido a un conflicto entre el Gobierno de España y el Gobierno de la República Argentina, la cita se cayó del calendario la temporada pasada. Con un año de retraso la pista argentina acoge este fin de semana su primer GP de la historia.
El Circuito de Termas de Río Hondo está por encima de la media de longitud del campeonato, con 4.806 metros y cuenta con curvas de todo tipo, tanto rápidas como lentas y de velocidad media repartidas en 5 a izquierdas y 9 a derechas. Además cuenta con otra recta de escándalo, la de contra-meta, que tiene ni más ni menos que 1.076 metros de longitud y prácticamente no cuenta con desniveles. La velocidad media de la vuelta ideal, que se estima en torno al 1:31, estará rozando los 190 km/h, una auténtica locura. Por ejemplo, este año en Qatar la media en la pole de Márquez fue de 169.1 km/h y en Austin hace 15 días la media estuvo en 161.6 km/h, es decir casi 30 km/h de diferencia. En todo el calendario únicamente Phillip Island se le acerca, aunque en 2013 la media fue de 182 km/h.
En el primer parcial, tras pasar meta, la primera curva es de derechas, redonda y amplia, muy similar a la del Circuito de Brno y aunque es obvio que los pilotos deberán frenar, no requiere un uso del freno como el final de recta de Austin. La segunda curva también es de velocidad media, solamente que en este caso es a izquierdas y antecede las dos primeras curvas rápidas, la tres y la cuatro, esta última en el segundo sector. Justo después llega la larga recta, que muere en una frenada fuerte para poder entrar en la curva 5 (derecha), un punto que será clave durante las carreras. Entre las curvas 5 y 6 comienza el tercer parcial, aunque en realidad no hay un tramo de recta, si no que la curva 6 es amplia y rápida.
La curva 7 (derechas) es la segunda frenada fuerte del circuito y da paso a la zona más intensa del circuito y también en la que es previsible que haya menos adelantamientos. La ocho, de nuevo a derechas, da paso a una pequeña recta antes de la nueve y diez, (izquierda y derecha respectivamente) y que en realidad son dos curvas enlazadas en las que termina el tercer parcial.
El último sector del circuito empieza con la curva 11, una gran parabólica de derechas* en la que la tracción será muy importante, de cara los últimos metros antes de meta, pues la curva 12 (derechas) será rápida y terminará en la frenada de la trece, de nuevo a derechas en el que presumiblemente será el último punto de adelantamiento. La curva 14, la última, tiene un ligero toque a la de Misano, aunque algo más abierta, por lo que adelantar allí será complicado.
