La llegada del Mundial a la pista de Jerez siempre marca un punto de inflexión en el campeonato. Tras las primeras carreras en ultramar, en este caso Qatar, Argentina y Texas, las motos llegan a la primera cita europea. Aquí se estrenan los “hospitalities” (cada día más enormes y sorprendentes) y en circuitos más habituales los pilotos saben en principio a qué se enfrentan y pueden jugar mejor sus cartas.
En Jerez la clave suele estar en la temperatura de la pista. A medida que ésta sube, y puede subir mucho si coincide buen clima y sol, el asfalto se va mostrando más resbaladizo. A las primeras a quienes afecta esto es a las motos (y pilotos) que basan su rapidez en la velocidad de paso por curva, algo fundamental en el fluido trazado andaluz. Las Yamaha de MotoGP llegaban aquí con ciertos problemas, que se hicieron obvios durante un fin de semana caluroso. Al final Valentino Rossi y Maverick Viñales no terminaron en posiciones de ridículo por la carambola entre los líderes, y Zarco subió al segundo peldaño del podio, pero en los entrenamientos previstos el día siguiente necesitan encontrar alguna solución: la siguiente carrera, en Le Mans, debe ser “suya” y si allí las cosas no salen bien tendremos crisis aguda.
Marc Márquez saca partido
Los entrenamientos dejaban ver, una vez más (y ya son cuatro los GGPP que llevamos este año), que Marc Márquez y su Honda eran la combinación a batir en Jerez. En Qatar acabó segundo la carrera y faltó poco para que no ganar a los favoritos allí, Dovizioso/Ducati. En Argentina tenía que haber ganado de no tener los astros (y a sí mismo) en contra… y en Texas arrasó. Jerez no se le da tan bien al de Cervera, pero controló bien los entrenamientos… salvo el que cuenta, el Q2, donde acabó en segunda fila al no conseguir hilar ninguna vuelta entera “buena”.
Marc daba como favorito a su compañero Dani Pedrosa, ganador aquí en 2017, y la mayoría estábamos de acuerdo con él con la salvedad de saber qué tal aguantaría esa lesión aún fresca. La Suzuki de Iannone (y quizá Rins) debía dar guerra en carrera como la dio en entrenamientos, pero parecía cosa de las Honda Repsol… y la LCR, no en vano Cal Crutchlow se hizo con la pole batiendo el récord del circuito. Las Yamaha no contaban y las Ducati era un poco misterio qué harían en carrera.
Una vez en marcha el GP, se fueron disipando dudas: las Suzuki iban a estar delante, las Yamaha (por lo menos las de color azul), no. El misterio de Ducati parecía resolverse a su favor gracias a un inspirado Jorge Lorenzo rodando en cabeza, ahora el misterio era si su combinación de neumáticos más blandos aguantaría hasta el final. Márquez y Pedrosa estaban ahí, Dovizioso remontaba rindiendo en carrera más de lo que dejaban pensar sus entrenamientos (una vez más), y Crutchlow volvía a perder de forma algo tonta una oportunidad de hacer un buen resultado.
Jorge Lorenzo, con esa combinación de ruedas arriesgada, retuvo a Dani Pedrosa. Dani era según el propio Marc el candidato, con él mismo, a llevarse esta carrera, y si hubiera salido delante quizás ni el propio Márquez le hubiera podido atrapar. Como Dani corría algo tocado se le veía capaz de rodar rápido solo pero con dificultades para adelantar, y Lorenzo hizo “tapón” en las primeras vueltas. Marc pudo pasar a Dani (en una de las rápidas de derechas, que no es habitual ni fácil) y cuando pudo pasar a Lorenzo la carrera cambió. Marc no tenía aquí tanto margen como para escaparse y sólo se fue alejando lentamente del grupo. Por detrás, Dovizioso alcanzó ese grupo. Durante varias vueltas era obvio que el italiano quería pasar a los dos españoles y salir en persecución del escapado Marc, pero le costaba.
En uno de sus intentos, llegó el desastre. Entre que uno se pasa de frenada, el otro recupera la posición perdida, y el tercero aprovecha para dejarles atrás… carambola. Tres candidatos seguros al podio y tal vez a la victoria, y uno que lucha por el Mundial, al suelo. Como el propio Jorge Lorenzo dijo, no sin “segundas” desde luego, ya es mala suerte que se fueran a caer juntos tres de los pilotos más limpios de MotoGP…
Esto dejó la carrera decidida delante, con Marc escapado y Johann Zarco seguro segundo. El francés, poco a poco, puntúa y es segundo tras el nuevo líder de la provisional, Márquez. Detrás suyo, el grupo que antes luchaba por las posiciones de menos deshonra se encontró jugándose el podio. Sería para Iannone. Aunque veremos si la celebración se alarga, pues este tercer podio de Suzuki viene con “premio” muy entre comillas: se acabaron sus concesiones frente a otros equipos de fábrica. Le Mans es “circuito Yamaha” pero las oficiales necesitan encontrar eso que les falta para estar delante: ¿puede ser en su casa donde se corone por fin Zarco (que todavía no ha ganado en MotoGP) y se postule como candidato serio al título?
Moto2: Baldassarri y Oliveira, Márquez ko
Si la carrera de MotoGP fue movida, la de Moto2 fue tranquila por lo menos en las posiciones delanteras. Y también estuvo marcada por los neumáticos y el agarre, es decir, en este caso de cómo sacar el mejor provecho de lo que disponía cada uno. Lorenzo Baldassarri salió muy fuerte y se fue escapando lo justo y necesario para ganar la carrera con un ojo en la pizarra, mientras detrás suyo Oliveira hacía una buena remontada en las primeras vueltas pero no conseguía el ritmo suficiente para alcanzar al del equipo Pons.
El tercer peldaño del podio parecía para Alex Márquez, después de que no se le viera tan fuerte como en entrenamientos como para dominar la carrera como hizo el año pasado. Pero muy al límite debía rodar para caerse y complicar sus aspiraciones al título… dejando el podio a Bagnaia. Xavi Vierge cuajó una buena carrera otra vez, y llegó a acercarse tanto como a medio segundo de Bagnaia en las últimas vueltas, buscando ese podio en casa. No llegó a cazar al italiano, pero vuelve a dejar constancia de su excelente nivel.
Moto3: Canet la lía
La jornada se abrió con una carrera espectacular en Moto3, gracias a que el rapidísimo Jorge Martín no consiguió su objetivo de escapar. La carrera fue en grupo, y precisamente en ese grupo acabó pasando lo que nunca queremos… pero puede ocurrir. Cuando faltaban tres vueltas Canet llegó descontrolado a la frenada de final de recta, llevándose puesto a Jorge Martín y haciendo carambola con Bastianini y Arbolino lo que dejó fuera a cuatro candidatos a la victoria y al título. El atrevimiento le costará a Canet salir el último en la parrilla del siguiente GP en Le Mans, Francia, y es que tras otro incidente en Argentina el español estaba “vigilado”.
Eso rompió la carrera que ya se decidió al final entre Philip Oettl y el joven Marco Bezecchi. Bezecchi tuvo la madurez de no intentar nada loco en la última vuelta y Oettl conseguía así su primera victoria en Gran Premio, siguiendo los pasos de su padre y ahora jefe de equipo, Peter Oettl.
Detrás de ellos quedó un grupo que luchaba por el podio. Gran remontada de Alonso López, que rodó deprisa subiendo plazas hasta que un toque le llevó fuera de la pista. Volvió casi en la vigésima posición y estuvo atado en esas posiciones unas vueltas (en Moto3 a veces es complicado librarse de algunos pilotos). Al final la carambola de su compañero Canet le favoreció cuando estaba ya alcanzando el grupo de cabeza. Mantuvo su rápido ritmo, siguió adelantando rivales, y se quedó prácticamente solo detrás de los dos primeros. Pero no subiría al podio: había pisado varias veces los límites exteriores de la pista y los comisarios le penalizaron con una posición, cuando ya estaba celebrando su podio.
Sí subiría al podio un inicialmente incrédulo Marcos Ramírez, gran premio a su buena carrera con este podio en casa. Inédito podio, por cierto, con tres KTM tras esa reclasificación de Alonso López por exceder los límites de la pista.
