El Campeonato del Mundo de 2017 se sigue decidiendo gota a gota, y no nos referimos solamente a la lluvia. Tras la coronación de Joan Mir en Australia, fue el turno de Franco Morbidelli en Malasia, pero MotoGP tendrá que esperar a Valencia. En cuanto al agua, vuelvo a tener que hacer referencia a ella en esta columna, y van unas cuantas veces. Hemos tenido carreras con agua, como en Malasia, otras en las que estuvo y se secó, o al revés, y también algunas en las que ha condicionado los entrenamientos de tal forma que el día de la carrera ha habido quien no salió bien preparado.
La otra noticia del fin de semana parecen ser las “órdenes de equipo”. Pensar que un equipo no vaya a proteger sus intereses, y los de sus pilotos (en este caso el mejor situado en el Mundial), es más que inocente. Y, cuando no se ha hecho, ha provocado problemas. Me estoy acordando de 2015: si Yamaha hubiera apoyado incondicionalmente al que, siendo realistas, tenía más posibilidades de ganar aquel título tras el GP de Australia, nos habríamos ahorrado muchos disgustos y controversia. Jorge Lorenzo necesitó, y pidió, apoyo de su equipo, y ellos ocultaron su preferencia por Valentino Rossi bajo la bandera de “la igualdad y equidad”. Han pasado precisamente dos años de aquél vergonzoso GP de Malasia, de aquella rueda de prensa en la que Rossi apostó (presionando a Marc y Jorge) y perdió (los nervios en carrera). Un consejo, una “orden”, hubiera bastado para resolverlo a las 24 horas de la rueda de prensa evitando lo que ocurrió después… pero eso ya es historia.
Este fin de semana mi apuesta era que Jorge Lorenzo iba a dejar pasar a Dovizioso en la última curva de la última vuelta. Porque Jorge, con o sin pizarras o instrucciones en código, sabía muy bien que ése era su cometido hoy, y es un profesional. Muy orgulloso, claro que sí, por eso no iba a hacerlo “distraídamente”, sino de forma obvia, como diciendo “yo aquí iba a ganar”. Sin embargo, en su búsqueda de la velocidad necesaria para cumplir ese plan, casi acaba en el suelo (menuda salvada con la deslizadera)… y la historia tuvo final feliz de todas formas. Feliz para Ducati, que mantiene la tensión y suma una victoria, con doblete, gracias a una nueva carrera muy inteligente de Dovizioso: dijo que saldría a por todas aquí, pero eso no querría decir que fuera a correr a lo loco. También final feliz para Marc Márquez, que esta vez no estuvo cómodo nadando y prefirió guardar la ropa: Marc no se esconde y estaba claramente contento pese a terminar fuera del podio.
Muy triste ver de nuevo las Yamaha oficiales tan atrás, y nuevamente puestas en evidencia por el novato Zarco, con su merecido podio. Pero el ridículo de las de azul empieza a ser preocupante: a 30 segundos del ganador acabó Rossi, que no es ningún paquete en mojado. Y a 21 segundos de Zarco, en un GP a 20 vueltas eso es más de 1 segundo por vuelta de diferencia… Lo dicho, ridículo. Yamaha debe encontrar soluciones muy pronto, fue la moto más completa de la parrilla pero ahora es demasiado irregular, y directamente un desastre en agua.
No es que a Honda le vaya mucho mejor, ojo: esta vez Dani Pedrosa brilló en entrenamientos y no estuvo mal en carrera, pero Márquez será seguramente Campeón “a pesar” de su moto. Miller y Crutchlow, ganadores de carreras en agua, acabaron hoy lejos de las posiciones de cabeza, y el resto del año ya sabemos cómo ha sido. Unas cosas con otras, en 2018 podría llegar un dominio de Ducati que nadie podría calificar de “inesperado”…. ya veremos.
Sobre todo, veremos qué pasa en Valencia. Márquez llega con mucha ventaja y a una pista favorable, pero el tiempo puede volver a jugar sus cartas, y en 2006 ya vimos qué pasó con el favorito al título. Si Márquez se cayera, o le tiraran, o su moto se rompiera en Valencia… ¿sería Campeón Dovizioso? No tan rápido: uno que sí va rápido en aquel circuito es Dani Pedrosa, y si Dani ganara escapado, en su estilo, aún con Marc fuera de juego Dovizioso no podría ser campeón ni acabando segundo (perdería por ¡un punto!). Ya te dijimos que, si tenías entradas para el GP de Valencia, no las vendieras, porque aquello va a ser emocionante.
Moto2: Morbidelli por KO de Luthi, KTM repite
Franco Morbidelli durmió tranquilo el sábado, el que más, sin duda. Sí, no es bonito ganar un título porque tu único posible rival se lesione en entrenamientos, claro que no es bonito. Pero quitarse la presión de saber qué pasaría el domingo, más en un circuito de meteorología tan irregular, pues… es un regalo con todas las letras. Ni el ya Campeón Joan Mir debió de dormir tan bien en Sepang.
Si el italiano tiene fama de “relajado”, de tomarse las cosas con calma y no ponerse nervioso, en Malasia desde luego hizo gala de ello, porque supo conformarse con el tercer peldaño del podio… que no es poco, menos cuando te esperan con la camiseta de “Campeón del Mundo”. Se lo pusieron fácil las KTM, mejor dicho y como él mismo reconoció después, se lo pusieron fácil de tan difícil: “las KTM eran muy rápidas, inalcanzables hoy aquí”. Desde luego repetir en dos carreras consecutivas, en circuito tan diferentes como Phillip Island y Sepang, el doblete de Miguel Oliveira y Brad Binder, es de nota. De nota, y de anotar. ¿Imaginas la cara de preocupación del resto de la parrilla, si en Valencia les da por hacer otro doblete? La jugada de KTM de meterse en Moto2 pareció extraña, pero cada vez tiene más sentido. Nunca veríamos una Yamaha, Suzuki ni Ducati corriendo en Moto2 con motor Honda, pero a KTM no se le cayeron los anillos por hacer una moto a medida de ese motor “ajeno” y ya está muy claro que no lo hicieron sólo por pasear sus colores por otra categoría. Bravo por ellos.
Lástima no sólo por Luthi sino por Alex Márquez, en un año que podía haber sido “suyo” unas cosas con otras. Sus extrañas caídas de hoy, no queda claro si debido a un neumático delantero fuera de especificaciones, o al delicado estado del asfalto con el tiempo cambiante (hubo muchas caídas en Moto2), se añaden a un muy irregular año, en el que por lo menos le hemos visto también brillar mucho. Por detrás, cuidado con esta segunda juventud de Mattia Pasini, porque su final de año ha sido también notable.
Moto3: Mir, la décima
El año de Joan Mir ha sido extraordinario y, por si se nos había olvidado tras aquella carrera de Japón donde perdió su primera ocasión de proclamarse Campeón, en Australia y Malasia nos lo ha recordado. Dos victorias que suman ya diez en el año, igualando el récord de aquél Marc Márquez niño que corrió y ganó el título de 125 en 2010. Y a una sola del récord de otro niño prodigio, Valentino Rossi, que consiguió once victorias en 125 el año que fue Campeón de la categoría pequeña ahora hace veinte años.
Después de Mir, el candidato a batir récords no es otro que Jorge Martín. Autor de la pole la mitad de las carreras este año, protagonista habitual de las primeras posiciones, presente en el podio también casi la mitad de Grandes Premios, sólo le falta la signatura pendiente del peldaño más alto de ese podio. Parecía que sería aquí en Malasia, pues salió dispuesto a ello, escapando enseguida del resto y manteniendo cierta distancia. Hasta que Mir impuso su ley, escapando del grupo y atrapándole, para dejarle ligeramente atrás en las últimas vueltas.
Jorge Martin hizo de filtro. Su escapada inicial sirvió para “destilar” quiénes eran rápidos de verdad en el grupo, lo que nos privó un poco de la habitual pelea a muchos de Moto3, pero nos dejó con unos selectos pilotos lo bastante rápidos y agresivos para no dormirnos. Bastianini fue uno de ellos, el italiano vuelve a dar salsa poco a poco, lo contrario que ocurrió con Fenati, que de aspirante a Campeón ha quedado en uno más del grupo. Al final se impuso el Campeón como decíamos y Jorge Martín volvió a subir al podio, lo que le da la oportunidad en Valencia de arrebatar el tercer puesto de la general a su “alter ego” de algún modo: Aron Canet, menos constante delante en entrenamientos o carrera, pero con tres victorias en el bolsillo este año.
