En 2008 el Circuito de Losail se convirtió en el primer trazado del Mundial de MotoGP que albergaba una carrera nocturna. El calor que predomina en esa región del sudeste asiático a plena luz del día hizo plantearse a los regentes del circuito la posibilidad y los dólares que fluyen del gas lo hicieron realidad. Gracias a ello tenemos unos cuantos datos curiosos.
Con un circuito ya construido y en funcionamiento desde 2004 había que trabajar duro, pues el trazado no se podía tocar y había que adaptar el alumbrado a las necesidades. Con 25 millones de Euros cualquier cosa es posible. Eso es lo que costó la obra en la cual se instalaron 3.600 focos y se emplearon 1.000 estructuras para darles soporte.
Pero una cosa es instalarlo y otra darles luz. Para ello utilizan nada más y nada menos que 44 generadores de 13 megavatios cada uno. Para hacerse una idea con esta cantidad de energía se podrían abastecer hasta 3.000 hogares de una familia media o, hay es nada, una calle residencial de 3.600 kilómetros de distancia. Para ser más claros, desde la propia Doha hasta Moscú.
Otro dato desconcertante, desde los generadores a los focos hay 500 kilómetros de cable y solo para dar luz a un circuito de 5.380 metros y un área similar al que ocuparían 70 campos de fútbol.
Para hacer realidad todo este proyecto contaron con Musco Lighting, una empresa norteamericana de total solvencia encargada también de dar luz al mítico Daytona Speedway. 1.300 horas de trabajo fueron necesarias para llevar a cabo el proyecto, esto equivale a 54 días sin parar.
Sin duda uno de los grandes problemas en los que pensamos cuando hablamos de iluminación nocturna son los deslumbramientos y brillos. Para evitarlo los focos son dirigidos a otras superficies que reflectan la luz y que pueden ser posicionados con precisión de una décima de grado. Todo ello para que las sombras y los destellos no sean un problema.
El despliegue de medios es brutal, hasta tal punto que hasta las más sofisticadas MotoGP son un juego de niños teniendo en cuenta la inversión hecha en Qatar. Desde luego allí no le tienen miedo a la factura de la luz.
