Motos de ensueño a la venta: Sanvenero 125 GP, la moto cebra


El nacimiento de la marca Sanvenero (y también el de su ocaso), responde punto por punto al de muchas otras pequeñas fábricas que apostaron por la competición en los años ’70 y ’80. Así el contratista toscano Emilio Sanvenero, un verdadero apasionado de la competición, se propuso arrancar su propia marca de motos de competición en 1980.
Contaba con lazos muy estrechos con MBA y cuando esta decidió cesar su división de competición, Emilio consiguió hacerse con todo el departamento de carreras y trasladarlo a su cuartel general en Follonica para trabajar en la construcción de sus motos de carreras.
En 500, desarrolló una moto de cuatro cilindros en cuadro con una arquitectura muy similar al de las exitosas Suzuki RG500 Γ mientras que en 125 contaba con un modelo relativamente competitivo además de dos pilotos muy capaces a los mandos: Guy Bertin y Ricardo Tormo. Bertín consiguió un podio en Monza mientras que Tormo vencía en el trazado sueco de Anderstop.
En la temporada de 1982, Tormo siguió ligado al equipo en 125 mientras que se unieron al equipo Pier Paolo Bianchi y Hugo Vignetti. Guy Bertin pasaba a formar parte del equipo de 500 junto a Michel Frutschi, que se hizo con la victoria en el GP de Francia celebrado en Nogaro, el mismo día en el que muchos pilotos decidieron no participar dada la peligrosidad del trazado. Tormo, por su parte, se anotó seis podios incluyendo una victoria en Bélgica.
La temporada de 1982 fue la última en la que Sanvenero participó en el mundial de forma oficial, antes de que la marca se declarase en quiebra. Aun así en la temporada de 1983, Sanvenero participó de forma privada con Pier Paolo Bianchi consiguiendo relativo éxito ya que firmó tres terceros puestos con una moto que no había recibido ninguna mejora.
Dos de las motos de la temporada de 1982 se han puesto a la venta, y ambas con la curiosa decoración que recuerda a una cebra y que fue firmada por Aldo Drudi. La primera de ellas está completamente restaurada y se vende por algo más de 28.000 euros mientras que la otra, en estado completamente original, no desvela su precio.