¿Para qué usar una rueda trasera pudiendo usar dos medias ruedas?

No es la primera vez que nos llama la atención un vídeo de los amigos de Bikes and Beards, y en esta ocasión su locura les ha llevado a doblar la apuesta que hizo hace unos meses el ingeniero Sergio Gordieiev. Por si no sabes de qué hablamos, decidió crear una bicicleta en la que en lugar de una rueda trasera convencional tenía dos mitades. Un concepto peculiar y poco práctico que ahora Sean Kerr ha replicado pero con una moto.

Partiendo de una Honda CBR250, el estadounidense se puso manos a la obra en su ya conocido taller donde suelen trastear con todo lo que pillan, y en el que podemos ver algunas de sus creaciones y sus herramientas. Obviamente, las cosas que hay que tener en cuenta a la hora de llevar a cabo la reforma en una bicicleta son bastante diferentes a las que hay que tener en cuenta en una moto.

El peso es mayor, todo es más complejo y eso requiere ser más todavía más meticulosos si lo que se quiere es acabar con éxito. De hecho, la primera cosa que hay que hacer para poder empezar a crear es desmontar parte de la moto. El hecho de tener que alargar el basculante requiere que el tubo de escape no esté en su sitio, por lo menos en principio.

Otro de los desafíos es el hacer que la suspensión trasera funcione correctamente, ya que con un basculante mayor y más largo la palanca que este ejerce es diferente. Pero hay más, la rueda trasera tiene que tener algún sentido, es decir, debe ser capaz de traccionar y para eso hay que hacer que la transmisión secundaria, la cadena, llegue. La manera de hacerlo es rudimentaria y perderá efectividad. Se trata de poner una corona extra a la primera rueda para que con su movimiento transfiera potencia a la tercera rueda. Por si todo este trabajo previo fuera poco, una vez la moto tiene tres ruedas hay que probar que todo funcione y, lo cierto es que al menos andar anda.

Así que luego llega el paso final, el de hacer que con tres ejes solo haya dos ruedas. Como puedes imaginarte, la sierra vuelve a aparecer para conseguir un resultado final tan llamativo como poco práctico, no hay más que ver la manera de rebotar que tiene la moto cuando está todo en marcha y los problemas que surgen. Eso sí, hay que reconocer que trabajárselo se lo han trabajado.