Parece que la idea es original de La India: a alguien, harto de que los coches no redujeran la velocidad antes de un paso de cebra, se le ocurrió jugar a pintar los pasos de cebra de este modo para conseguir el efecto óptico 3D. Cuando llegas en marcha, te da la sensación de que el paso de cebra está formado por escalones levantados, y como crees que vas a chocar con ellos, frenas. Una vez encima te das cuenta que era sólo pintura en el suelo generando esa ilusión… pero ya has reducido la velocidad, y si había peatones, ellos se han salvado del posible atropello o susto.
En Islandia han ido un paso más allá y han aplicado la pintura de forma que la ilusión óptica no es sólo que el paso de cebra está en relieve, sino que incluso parece flotar en el aire. Si ves el vídeo que han hecho la verdad es que te das cuenta de lo real que es el efecto… hay momentos que incluso marean. Y sólo es una ilusión, en realidad está todo pintado en el suelo plano.
Pero claro, como suele ocurrir con todo lo relacionado con el tráfico, todo esto está hecho pensando en los coches. Para las motos, vemos dos posibles inconvenientes. El primero y más evidente, si te fijas en las imágenes de estos pasos de cebra “en tres dimensiones”, es que hay que pintar bastante más superficie. Si la tendencia a hacer pasos de cebra con mínima pintura (sólo principio y fin de cada banda) nos había parecido positiva (pero por desgracia no muy seguida), tener que rellenar con más pintura sospechamos que podría convertir aquello en una zona muy deslizante con cuatro gotas de agua. El segundo problema viene del efecto de la ilusión: no lo percibes hasta que estás bastante cerca, y entonces te choca mucho… es posible que frenes de golpe. Y si haces eso, y te siguen otro vehículo, ya sabes qué pasará, es decir, que te darán un golpe por detrás, algo que en moto es bastante mal asunto. La idea es buena de todos modos… ¿se pondrá en práctica de forma más general algún día?
