La secretaria general de Industria y Pyme en funciones, Begoña Cristeto, ha indicado que en 2017 habrá un nuevo Plan Movea (Plan de Impulso a la Movilidad con Vehículos de Energías Alternativas), un sistema de ayudas estatal a la adquisición de vehículos ecológicos y a la implantación de puntos de recarga de vehículos eléctricos. Como novedad destacada incluirá también los vehículos de pila de combustible.
El borrador todavía se está elaborando y la lógica impone que las motos/scooters eléctricos L3e (vehículos de dos ruedas sin sidecar con un motor de cilindrada superior a 50 cc y/o con una velocidad máxima por construcción superior a 45 km/h), L4e (vehículos de dos ruedas con sidecar con un motor de cilindrada superior a 50 cc y/o con una velocidad máxima por construcción superior a 45 km/h) y L5e (vehículos de tres ruedas simétricas con un motor de cilindrada superior a 50 cc y/o con una velocidad máxima por construcción superior a 45 km/h) se seguirán incluyendo, al igual que ha sucedido este año. Durante los ejercicios anteriores los planes MOVELE aprobados por el gobierno no contemplaban motocicletas eléctricas destinando las ayudas solamente a los vehículos de cuatro ruedas, quedando solamente la opción del extinto Plan Pima Aire.
Este año las ayudas han variado entre los 1.500 y los 2.000 euros en función de la autonomía (debe ser mayor de 70 kilómetros) y de la capacidad de la batería (entre 3 y 4,5 kW o mayor de 4,5 kW) con un límite superior de precio de 8.000 euros sin impuestos. El problema es que al poco de iniciarse la campaña se agotaron los fondos para esta categoría, siendo necesaria un ampliación a partir de mayo hasta 500.000 €, signo inequívoco de que la partida inicial de 300.000 € era verdaderamente insuficiente.
Para final de año el borrador estará terminado y sabremos exactamente cómo queda la situación en el sector moto.
