Presentación Honda Forza 300 2013: Tuning "japo"


El Honda Forza siempre ha sido un scooter que entra por los ojos, y lo sigue siendo. Esa estética a mitad de camino entre un GT deportivo y un scooter tuneado al más puro estilo japonés ha calado y encajado más allá de las fronteras niponas. Y lo normal (a no ser que seas un poco friki del mundo del scooter, como yo) es que te preguntes: ¿Y cómo diablos es un scooter tuneado japonés? Pues bien te diré que son scooter muy bajos y alargados, con un exagerado frontal, pantalla ausente e infinidad de accesorios. El aire tuning del Forza viene representado por la pantalla corta y tintada, el empleo de manillar de moto con los anclajes y las torretas a la vista y el voluminoso frontal con doble óptica, entre otros.
La tercera generación del Forza ha traído consigo un ligero rediseño estético aunque sin perder los rasgos esenciales del modelo, pero lo realmente destacable es el “nuevo” motor. En realidad nuevo no es porque se trata del monocilíndrico que ya equipa el Scoopy 300, uno de los mejores mejores motores de la categoría: potente, fiable y con un tacto exquisito. Otro aspecto importante es que se ha prescindido de una serie de “alardes” tecnológicos como el cambio secuencial o la llave de proximidad, equipamiento no demasiado necesario que hacía elevar su precio hasta ser el más caro del segmento de cilindrada media. Ahora el nuevo Forza 300 se alinea con la competencia directa con un lógico precio de 4.699 euros (5.129 € con ABS).
Solución “casera”
El aumento de cilindrada y potencia era un cambio necesario ya no sólo por estar en la línea de prácticamente todos los modelos de la cilidrada media, sino por que al antiguo Forza siempre se le ha echado en cara su escasa potencia, amén de algún que otro problema con la transmisión que arrastraba ciertos fallos con el paso de los kilómetros. El remedio lo han encontrado “en casa”, ya que el propulsor del Scoopy 300 era y es perfectamente apto para el nuevo Forza. Un motor probado y reprobado que no ha dado más que satisfacciones a los usuarios que lo han utilizado. En el Forza declaran algo (poco más de tres CV) menos de potencia que en el SH300 aunque prácticamente el mismo par motor.
Lo que es algo tangible es la rápida aceleración (aunque no tan fulminante como en el Scoopy) y el tacto totalmente exento de vibraciones. La salida desde parado es uno de los puntos fuertes del Forza, se remata con un medio régimen muy satisfactorio en cualquier circunstancia. La velocidad punta, unos 150 km/h de marcador, asegura su eficacia a la hora de viajar por autopista y autovía. Es aquí donde te acuerdas del diseñador al que se lo ocurrió poner una pantalla tan pequeña, por que no protege nada la zona del casco a altas velocidades. Queda bien estéticamente pero es poco práctico.
Ágil y callejero
El Forza sigue siendo un scooter de contenidas dimensiones y un peso muy bien repartido perfectamente acorde con su volumen, también un asiento bajo desde donde cualquiera llegará sin problemas al suelo. Esto se agradece al callejear en ciudad y al moverlo en parado. Especialemente efectivo es en carreteras reviradas donde se cambia de dirección rápidamente y con precisión, además no roza con el caballete, ni con ningún otro elemento, al tumar en las curvas. El lado negativo reside en la habitabilidad del conductor, es algo reducida. De hecho si mides de 1’85 metros en adelante es posible que toques con las rodillas en el contraescudo. El enorme respaldo del que dispone el conductor recoge bien las lumbares, pero hace de tope y no permite que te eches hacia atrás al conducir.
El rediseñado chasis tiene parte de “culpa” de su buen comportamiento dinámico, pero también ha posibilitado hacer un poco más grande el hueco de debajo del asiento (62 litros de capacidad), donde caben dos cascos integrales. La capacidad de carga se completa con dos profundas guanteras, una de ellas con cerradura. Ya no tiene “llave inteligente”, dispone de una toma de contacto nomal y corriente, a los lados tiene dos botones para poder abrir cómodamente el asiento y la tapa que da acceso al tapón del depósito de combustible. El nuevo cuadro de mandos, muy al estilo clásico con varias esferas “de agujas”, tiene una pequeña pantalla en la que muestra el consumo de combustible en tiempo real. En el afán de Honda por redundar en la seguridad se han incorporado unas nuevas luces de posición delanteras colocadas en los intermitentes que siempre están encendidas.
Tiene esquema de frenada combinado, potente y dosificable que puedes combinar con el ABS por tan sólo un incremento de 430 euros, algo muy recomendable ya que funciona perfectamente y permite detener el scooter en muy pocos metros sin perder el control.
Valoración final
Hacía tiempo que un rediseño no acertaba tan de lleno. Fundamentalmente por que, respetando la esencia original del modelo, se ha conseguido mejorar en aspectos esenciales como el motor y el comportamiento dinámico y prescindir de lo que claramente estaba de más. Además se ha bajado sustancialmente el desorbitado precio al que ofrecía y ajustarlo de tal forma que sea una opción lógica y asequible en el segmento de cilindrada media.
Estará disponible a partir de junio. Lo esperaremos con los brazos abiertos y mucho me temo que no seremos los únicos…
Lo mejor
- Tacto del motor
- Comportamiento en curva
- Hueco para dos integrales
- Frenada combinada muy efectiva y ABS
Mejoraríamos
- Algo más de espacio para el conductor
- Pantalla más grande