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Probamos la Yamaha XT660Z Tenere: la segunda parte sí que es buena

Fotos: SoyMotero.net
En Yamaha se han hecho de rogar con la segunda parte de su exitosa Tenere. 25 años después, los de Iwata, presentaron un nuevo modelo que no deja indiferente a nadie.

Si bien es cierto que los más puristas de las motos trail pondrán algún «pero» al reciente modelo, hemos de reconocer que para el resto de los moteros – que busquen una moto para todo tipo de circunstancias – los ingenieros de Yamaha han dado en el clavo. Si el manido refrán dice que “segundas partes nunca fueron buenas” el que lo inventó, no conocía la nueva Tenere: Bienvenidos al mundo 2.0

La Yamaha Ténéré de 1985 fue una de las precursoras y de las mejores representantes de aquella primera generación de motos trail, en parte gracias a la influencia que tuvieron en el mercado los grandes rallyes africanos a finales de los 80 y primeros 90. Concebidas en un principio con clara vocación Off-Road, estas grandes monocilíndricas fueron abriéndose camino entre los ruteros, para acabar siendo la inseparable compañera de todos aquellos que gustaban de devorar kilómetros sobre el negro asfalto. En Yamaha advirtieron que les faltaba en el catálogo actual, una moto que fuera amiga de los traga millas, así como de cualquier motero que buscaba una motocicleta lógica para el uso en el día a día, por eso volvieron a resucitar el espíritu Tenere.

Reinventado el concepto

Yamaha Tenere XT660Z

Inconfundible por su frontal vertical. El gancho de rescate ya da pistas de su vocación off-road.

La nueva Tenere tiene un diseño impactante. Al acercarnos a ella, lo primero que llama la atención, es lo grande e impresionante que aparenta ser. Su impactante frontal con la alargada óptica y la pantalla casi vertical, que recuerda a uno de esos robots “Transformer”. Renovaciones estéticas aparte, lo cierto es que en la fábrica de Iwata ha aprovechado gran parte con lo que contaban para hacer una moto totalmente nueva. Partiendo de una base que ya tenían, puesto que está claro que se buscaba hacer una nueva versión del antiguo modelo, pero lógicamente aquel vetusto motor con carburadores actualmente resultaría tosco y, sobre todo, contaminante. Para ello, nada mejor que aprovechar las actuales XT 660 R con motor de inyección y refrigeración líquida. El motor es prácticamente el mismo 660 de sus actuales hermanas XT, pero con un radiador algo más grande para poder soportar bien el duro trato que se le puede exigir en zonas arenosas o difíciles a baja velocidad. Los ligeros cambios se completan con el espectacular escape de doble salida (uno para cada válvula) con colas hexagonales paralelas al subchasis, logrando un efecto estético demoledor y atractivo, aparte de sus ventajas técnicas entre las que están rebajar el siempre retumbante y ronco sonido de estos motores.

Yamaha Tenere XT660Z - escape exagonal de doble salida

El conjunto del colín, con sus dos filas de leds para freno/posición y los dos silenciosos hexagonales es de lo más logrado.

El chasis es un simple cuna de acero. No necesita de aluminio, ni magnesio ni materiales caros y delicados, para obtener la robustez necesaria. Eso sí, también hay mucho plástico para poder aligerar peso, puesto que 183 kilos en vacío y unos 200 con todos los llenos no es mucho peso para una moto de este volumen.

Precisamente, estamos ante una moto voluminosa, grande y alta. Sólo la estrechez del chasis y su asiento permiten llegar al suelo con poco más de 1´70, pero incluso así te notas siempre muy “justo” en caso de tener que echar pie al suelo. Con los casi 900 mm de altura de asiento puede que alguno no se sienta seguro sobre ella. Esperemos que pronto Yamaha presente en sus catálogos de complementos alguna opción a este respecto.

En cuanto a la amortiguación, la horquilla convencional Paioli (nada de la extremada rigidez de una invertida) mantienen los 43 mm del antiguo modelo pero con 210 mm de recorrido frente a los 220 iniciales. Su tarado, al menos con pocos kilómetros de uso, resultaba lo suficientemente sólido para ser estable incluso en fuertes frenadas pero también cómodo para tragarse los numerosos baches que podemos encontrar tanto en carreteras semi-abandonadas como en campo. Funciona bien, y más vale que sea así, porque no dispone de ningún tipo de regulación. Detrás sigue teniendo, como el modelo antiguo, un recorrido de 200 mm, pero ahora con un monoamortiguador Sachs de excelente comportamiento. Aquí si es regulable en precarga de muelle, y habida cuenta de la filosofía de este modelo, tampoco le hace falta más.

En los frenos se cambian las antiguas Nissin japonesas por unas pinzas Brembo, lo que, junto con el resto de los proveedores, nos da la pista de que Yamaha Italia ha tenido una importancia capital en el desarrollo de la nueva Tenere. El solitario antiguo disco frontal de 282 mm se ha cambiado por dos discos de 298mm, detalle que nos hace ver que los tiempos han cambiado. La nueva “africana” está muy enfocada también a un uso de carretera y el cuidado de la parte ciclo es ahora mucho mayor del que se tenía antes.

En marcha

Yamaha XT660Z Tenere 2010: nuevo basculante y diseño en general

Su motor es algo corto para largas tiradas por asfalto, pero la comodidad del piloto está garantizada gracias a la pantalla y postura de conducción.

Aunque el “habitat” natural de este modelo serían las carreteras secundarias y alguna que otra pista forestal, lo cierto es que la inmensa mayoría de futuros compradores, compartirá con ella mucho tiempo entre los coches de las grandes urbes.

Rodando por ciudad la Tenere se muestra como una moto ágil y cómoda, que permite circular perfectamente entre el tráfico urbano y moverse de un lado a otro de forma sencilla y sin demasiadas complicaciones, a lo que ayuda la respuesta casi inmediata del motor monocilíndrico.

Saliendo de los semáforos el motor responde bien en la zona baja del cuentarrevoluciones. Aunque por su curva de potencia casi plana y lineal, no es necesario estirar marchas, ni jugar con el cambio para trabajar en la zona óptima del cuentavueltas. Una de las cosas que más me sorprendió de la Tenere fue que transmite mucha confianza al piloto – salvando la primera vez que te subes a ella y descubres el gran recorrido de su horquilla – lo que permite, gracias a su correcta postura de conducción, acoplarse a la Yamaha de una forma muy natural.

Saliendo con ella a carreteras tipo autovía o autopista, su gran cúpula nos mantendrá a salvo del viento, la lluvia y las turbulencias propias de cualquier moto.

Yamaha Tenere 2010 - rodando en asfalto

El largo recorrido de las suspensiones y sus tarados confortables no invitan a una conducción excesivamente agresiva sobre asfalto.

La ventaja de la Yamaha Tenere es que te permite elegir entre multitud de posibles rutas, aunque lo suyo son las pistas de tierra y las carreteras de tercer orden. De todos modos, sorprende por su elevado confort de marcha en autopista y todo tipo de carreteras (buena protección, grandísima autonomía y suavidad de funcionamiento para tratarse de una monocilíndrica) , aunque en este ambiente no conviene forzar en exceso. El largo recorrido de las suspensiones y sus tarados confortables no invitan a una conducción excesivamente agresiva sobre asfalto. Su altura y dimensiones generosas también le confieren un carácter bonachón que concuerda mejor con largos paseos a ritmos sosegados, aunque, eso sí, en la constancia podemos encontrar otro de sus puntos fuertes.

En definitiva los ingenieros de Yamaha han dado en el clavo, con este nuevo modelo, ya que cubre una amplia horquilla de necesidades, lo que hará que futuros compradores que buscan una moto equilibrada, obtengan un gran producto por unos 7.000 euros (busca los nuevos descuentos en los concesionarios) situándola en una media muy competitiva.

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