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Prueba Aprilia Shiver 900 2018: a la última

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Hace ahora algo más de diez años Aprilia presentaba la primera Shiver, entonces 750. Era el primer motor propio de Aprilia (hasta entonces eran Rotax) y era el primero en montar en una moto de calle un acelerador electrónico. El Ride By Wire de la Shiver 750 fue un paso adelante pero costó ponerlo a punto y, entre eso, y que el motor no rendía lo esperado aquella moto no terminó de cuajar.

Para el año pasado Aprilia la renovó, a la vez que su hermana supermotard Dorsoduro, llevando el motor hasta los 896 cc de cilindrada aumentando 11 mm la carrera de sus pistones. Declara los mismos 95 CV de antes pero ahora lo hace con un motor más lleno. Además así se puede limitar para carné A2. Es una moto “grande”. Es alta y ancha aunque la zona del asiento es estrecha, y permite llegar mejor de lo esperado con los pies al suelo. No es muy pesada pero tampoco demasiado ligera: Aprilia declara 218 kilos “llena” y contando los 15 litros del depósito eso vienen a ser unos 205 kg vacía. Una Suzuki SV 650 pesa 195 kg vacía, una Yamaha MT-09 193 kg llena… y una KTM 790 Duke, 169 kg vacía. El chasis es bastante original, con un concepto que suele usar MV Agusta por cierto. Combina una parte delantera/superior multitubular en acero con unos laterales en aluminio, donde está el anclaje del basculante, que también es de aluminio.

La inyección electrónica es muy avanzada y deriva de las desarrolladas para las V4 de la casa (RSV y Tuono). El acelerador electrónico ha mejorado mucho su tacto y es regulable (Sport/Tour/Rain que además corta potencia a unos 65 CV). Además tiene control de tracción en tres niveles (ATC 1 a 3, el 3 es el más intrusivo). La moto llevaba la unidad AMP (Aprilia Multimedia Platform) opcional, hay que desacargar en el móvil la aplicación de Aprilia pero la versión “V4” (que ya tiene como motos posibles la Shiver pese a su nombre). Es la más completa y orientada al pilotaje, pues tiene incluso telemetría para varios circuitos. La pantalla dispone de varios iconos y espacio para pasar informaciones del móvil, aunque por ahora no nos da indicaciones del navegador.

La hora de la prueba

Cuando me llamaron para probar la Aprilia Shiver 900 me dije… ¡bua! Otra súper naked, qué bien, siempre tengo ganas de moto, pero si es encima de modelos como este, más, al final estos chicos de Soy Motero, van a conseguir que deje las deportivas de lado.

Aprilia Shiver 900 perfil

Al verla por primera vez, de frente, se me vino a la cabeza una GSR que obviamente, giras la vista y te das cuenta rápido de sus líneas italianas poco tienen que ver con las típicas japonesas. Es una moto, a mi parecer, preciosa. Esos ángulos, los escapes con la salida por debajo del colín, su chasis tubular en acero de color rojo… brutal. Otro de los detalles que me gustaron mucho fue que las manetas de embrague y de freno fueran regulables: de 10, como debe ser.

Estaba viendo una naked un tanto singular y es que este modelo no es como las típicas naked que vienen derivadas de una deportiva, en ella se ve claramente que tira más hacia una trail. Es, aparentemente, un tanto grande y digo aparentemente, porque a pesar de parecer muy voluminosa, te sientas encima de ella y sorprendentemente el depósito se estrecha hasta la mínima expresión a la altura del asiento. Una vez te subes, casi parece que pudieras juntar tus piernas, es muy estrecha. La altura del manillar la hace muy cómoda aunque el asiento, después de estar un día entero sobre ella, quizá sea haga un poco duro.

Aprilia Shiver 900 chasis

Damos el contacto: el cuadro de instrumentos es muy claro, se lee toda la información que necesitamos muy bien, aunque se echa de menos el nivel de gasolina. Sólo nos enteramos cuando se está quedando seca porque se enciende el testigo cuando entra la reserva. Arrancamos y sí, aquí viene lo bueno, me encanta el sonido de su bicilíndrico en V (muy italiano). Un detalle que me encantó (aunque quizá sea un poco de quemadilla jeje) es el sonido que provocan los escapes al reducir de marcha: petardea como una moto de carreras. No sé definirlo bien, pero si veis pasar una por vuestro lado… fijaros en las reducciones, es música para mis oídos, un gran detalle de Aprilia ¡brutal!

Iniciamos la marcha y nos movemos de entrada entre los coches y calles de la gran ciudad. La verdad es que el tacto del acelerador es algo brusco, tanto que tuve que ir tirando de embrague, hasta que finalmente, decidí cambiar el modo de conducción de “TOUR” al modo “RAIN” para poder ir más cómoda callejeando sin tanto tirón y perfecto. Eso sí, en ciudad tampoco ayuda mucho su radio de giro que es un poco limitado: desde luego se nota que este no es su hábitat natural, esta Aprilia está deseando llegar a carretera abierta.

Aprilia Shiver 900 cuadro digital

Por fin tocaba saber lo que era capaz de darme esta Shiver 900, estaba impaciente por empezar a tomar las primeras curvas. Trabajamos sobre todo en el modo de conducción “SPORT”, ya que el “TOUR” aunque da la misma caballería (95 CV declaran) la respuesta en el puño de gas es más suave, la entrega es más progresiva, así que fuimos directamente a lo grande. Inicialmente se hace un poco raro el motor, supongo que más a mí que soy asidua a motores de 4 cilindros, tardé un poco en hacerme al tacto. Aquí sobre todo hay que intentar mantenerla por encima de las 5.500 rpm y la verdad es que pensé que sería más brusco, pero es dócil y agradecido.

Centrada en la conducción y una vez ajustamos un poco las supensiones, gracias a la ayuda de mi compañero Josep que estuvo jugando sobre todo con la horquilla (un poco suelta) y el muelle trasero, cada vez la Shiver 900 y yo fuimos entendiéndonos mejor y cada vez disfrutaba más hasta el punto que llegó a encantarme. Me quedé con ganas de más curvas y de haberme puesto el mono de carreras jeje. Y es que, a pesar de que en un inicio fui un poco escéptica al ver el amortiguador trasero a un lado de la moto y sin bieletas… me sorprendió gratamente, funciona de lujo.

Aprilia Shiver 900

Con respecto al sistema de frenos, en un inicio me pareció que frenaba bien, pero a medida que le exigía más el tacto se me hacía esponjoso y no terminaba de parar la moto dónde yo quería, no notaba bien el mordiente de las pastillas. Sus pinzas van firmadas por Aprilia pero su estética nos dan a entender que son unas Brembo que aparentan ser monobloque, pero no lo son. En uso cotidiano y para frenadas de necesidad impresionan pero el trabajo continuo lo llevan peor. El freno trasero funciona correctamente, no soy de las que me cuelgo de él, pero frena bien.

carácter particular, y la Shiver cuenta con escapes que le dan un sonido genial, sobre todo en retención. Tiene buen tacto y buena entrega de potencia. La parte ciclo no es lujosa pero una vez ajustada cumple bien, incluso los frenos (sin bomba radial) me parecieron potentes y dosificables. |La parte menos buena es la relacionada con aspectos prácticos. Esta moto tendría un potencial viajero excelente pero surgen varias pegas: el ancho depósito no es realmente muy capaz (15 litros es muy poco para una 900) y al ser plástico complica llevar bolsa (sin imanes). Encima no tenemos indicador (fallo imperdonable) y a veces la reserva es alarmista. El colín con los escapes por debajo tampoco ayuda a fijar nada detrás si no montamos maletas (¿un crimen estético?) y obviamente vamos expuestos al viento, cansado en tiradas largas. Por lo menos lleva buena electrónica (la pantalla es excelente) y el precio es muy competitivo, además de poderse limitar para A2.’ usuario=»josepmarmengol» titulo=»Una naked “trail”» />