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Prueba BMW K1600B 2017: silueta streamliner

Fotos: BMW
Transcurridos ya unos años desde que BMW dejara atrás sus C y CL montadas sobre el motor bóxer de siempre, la marca alemana vuelve ahora a mirar hacia el mundo custom por uno de los apartados cruiser con más estilo y personalidad: el de las bagger. Tomamos contacto con la nueva BMW K1600B en pleno Pirineo y en este reportaje os contamos nuestras sensaciones recogidas en marcha.

La BMW K1600B representa la tercera versión del hexacilíndrico alemán en el que se ha buscado, prioritariamente, un impacto más pleno y directo de ese mar de sensaciones placenteras que siempre provoca la conducción sobre el espíritu del motorista.

BMW ha esculpido sobre su base “K” la línea descendente, característica de una bagger con sus luces traseras empotradas en unas maletas que se integran en la silueta de la moto, formando parte del concepto para transmitir esa imagen voluptuosa, que en color negro puede sugerir, sin ir más lejos, una escultura del mismísimo Botero sobre dos ruedas. Por su parte, el guardabarros trasero y el rebaje realizado sobre el asiento del pasajero (7 cm) rematan la línea bagger y aportan su complicidad para transmitir esa idea de poder que verdaderamente guarda esta nueva K1600B.

Posición

Si quisiéramos definir la “postura de libro”, por así llamarla, en una cruiser, no tendríamos nada más que subirnos a esta K1600B y situar los pies sobre sus plataformas avanzadas. El manillar ancho y plano, arqueado en los extremos, se monta como manda el diseño custom sobre dos torretas atornilladas a la tija, y deja los brazos completamente estirados y abiertos en el ángulo exacto que invita a entregarse, a abandonarse al placer de la conducción, para colgar el peso del tronco sobre nuestros dorsales.

El asiento, obligadamente bajo también para el conductor, cierra el triángulo ergonómico (manos, trasero y pies) de una postura que nos lleva cómodamente a lo largo de una prolongada travesía, o que nos conduce plácidamente por la serenidad de un paseo dominical.

Por otro lado, BMW mantiene los estribos y las palancas en la posición fija de cualquier “K” actual, con lo que al colocar los pies sobre ellos, nos sentiremos en una posición más firme para el dominio y control de la moto, sin perder la naturalidad de la postura que lleva el resto del cuerpo.

La BMW K1600B 2017 es un modelo cómodo donde los haya

En Marcha

Una vez más, BMW ha logrado el mágico efecto de su “adelgazamiento dinámico”. Cuando te subes por primera vez a la K1600B y la tanteas sentado a horcajadas, parece haber perdido más de un kilo con respecto a la imagen que proyecta desde fuera y, sobre todo, a los 336 que declara BMW. Pero es que, al soltar el embrague e iniciar la marcha, las sensaciones en los giros y sobre todo en los cambios de dirección resultan sorprendentes hasta hacernos creer que vamos subidos en una moto mucho más ligera. Lo cierto es que la voluptuosidad de esta bagger, con las maletas integradas en su silueta, hace que este efecto de adelgazamiento en marcha resulte mayor aún que en otros modelos de la casa.

En cuanto al apoyo en el paso por curva, se siente si cabe un tanto más sólido que el que ofrecen otras “K”, debido al punto tan bajo sobre el que se sitúa el centro de gravedad en esta nueva bagger. Y es que en nuestra toma de contacto por las carreteras aledañas a Formigal, donde BMW aprovechó su concentración anual Motorrad Days para hacer esta presentación, tuvimos la oportunidad de poner a prueba toda la parte ciclo, al pasar inclinados (a un ritmo digamos que demasiado “vivo” para hacer turismo y exagerado para una conducción custom) por varios badenes y cortes de la carretera, dejando la moto prácticamente en el aire, para que al sentir todos los “Gs” del mínimo aterrizaje, la moto mantuviera el tipo, sin descomponer en un solo milímetro ni el conjunto ni la trayectoria. Y no sólo eso, también tuvimos la oportunidad de ver de cerca y apreciar desde fuera esa misma reacción en la K1600B que nos precedía.

La frenada de la BMW K1600B 2017 es soberbia y graduable

Motor

El conocido hexacilíndrico en línea transversal, rebosante de par y prácticamente nulo en vibraciones, ofrece una sensación muy peculiar al conducirlo con una postura custom, una postura que casi por sí sola predispone a sentir el trepidar de sólo dos pistones en marcha, acompañado de un rumoroso petardeo. Así pues, esta K1600B puede hacerte sentir extraño, si subes con una predisposición cerrada y muy purista, por así decirlo. Sin embargo, en el momento de abrir el gas y sentir ese empuje lleno y musculoso, todo puede cambiar. Efectivamente, con los 6 cilindros y las 24 válvulas de BMW, ese feeling tan apreciado en el mundo custom-touring, es total, y puede sentirse tan sólido y tan rotundo como el del bicilíndrico más grande.

Por otro lado, la electrónica aporta lo suyo al placer y también a la seguridad en la conducción de esta K1600B, ofreciendo tres modos: Rain, Cruise y Road. En ellos se combina la respuesta del acelerador electrónico, la intervención del control de tracción DTC (desconectable), la del ABS y comportamiento dinámico de la suspensión electrónica ESA.

Cabe señalar que la respuesta del motor, aun en el modo más directo (Road), no deja sentir esa explosividad que llega en otras versiones 1600 cuando el cuentarrevoluciones llega al final de su esfera. Un detalle que tiene todo el sentido, porque en una conducción custom carecería del mismo esa punta de aceleración con el motor arriba del todo.

El paisaje de Formigal casa perfectamente con la BMW K1600B 2017

¿De las carreras al custom?

Paradojas de la evolución que sigue el mundo de la moto, nos encontramos en esta K1600B con un recurso traído directamente del mundo de la competición que hace aun más placentero, si cabe, la conducción de esta bagger. Y es que el asistente del cambio, tanto para subir como para bajar de marchas, hace del balanceo que nos lleva de una curva a otra un juego tan sincronizado como el de un baile de salón, cuando intercalamos un cambio de marcha sin embrague.

En cualquier caso, y si queremos abandonarnos a una conducción mucho más despreocupada por una carretera de curvas, podemos entregarnos a la extraordinaria elasticidad del seis cilindros y apoyarnos en un par que sólo a 1.500 rpm entrega nada menos que ¡110 Nm! Podemos dejar caer de vueltas el motor hasta regímenes que casi suenan a ralentí y abrir gas sin complicaciones, el 1.600 responde sin quejas ni toses, como si fuera eléctrico, para sacarnos del viraje más cerrado. Se puede conducir todo el tiempo en tercera o incluso cuarta por una revirada ruta de montaña sin mover los pies de las plataformas, aprovechando esa posición tan adelantada y exterior a la entrada de la próxima curva y lograr, pisando, que esta bagger gire como una moto de peso muchísimo más contenido.

La frenada es soberbia y graduable, todo un lujo, si pensamos en el mundo custom, y sobresaliente dentro del mundo touring, igual que en toda la serie “K”, con un aplomo que sólo transmite confianza y seguridad en las retenciones más exigentes. Y es que parar con un solo dedo los tres quintales largos de esta bagger también transmite, qué duda cabe, una sensación de poder en línea con el soberbio empuje de sus seis cilindros.

La zaga de la BMW K1600B 2017 es el cambio más radical respecto a sus hermanas GT/GTL

Marcha atrás

Este sistema, que ya fue novedad en la última versión de la K1600GTL, aprovecha la fuerza contenida del motor de arranque (tal y como se hace en otras motos con reversa), y lo traslada mediante un cable hasta el diferencial. Para que el sistema funcione, es imprescindible que el cambio esté en punto muerto, que el motor esté en marcha y que el caballete lateral se encuentre plegado. Entonces, presionando el botón “R” aparecerá la misma letra en el display, a modo de advertencia, y ya estaremos listos para iniciar la marcha atrás manteniendo pulsado el botón rojo de arranque.

El sistema resulta de lo más efectivo y práctico, particularmente cuando tenemos que salir reculando de un aparcamiento en bajada, moviendo con suficiente potencia esos 336 kilos que ya hemos apuntado, mientras que de forma automática escuchamos subir de vueltas al seis cilindros para compensar la considerable descarga de la batería. Sí es verdad que a la hora de parar, soltando el botón de arranque, la detención no es inmediata, sino que persiste una pequeña inercia eléctrica que aún nos lleva con la moto medio metro más atrás. Este detalle es importante para motoristas de corpulencia S”, que deberán estar atentos al freno antes de que esa inercia pueda cuando menos inquietarles.

Por otro lado, si te olvidas de pulsar el botón “R” a la hora de querer salir hacia adelante, el sistema bloquea la palanca de cambios por seguridad y no te deja insertar ninguna marcha.

La estampa de la BMW K1600B 2017 es inconfundible

Auxilio en carretera

Se trata de un recurso de emergencia que representa una rigurosa novedad en el mundo de las dos ruedas. Se puede activar de forma manual, pulsando el botón oculto bajo la tapa que lleva escritas las siglas SOS. El sistema inicia una cuenta regresiva, con posibilidad de cancelación, para conectarse a continuación con un call-center, y poder comunicarnos con él a través de un micrófono y un altavoz específicos.

En cuanto al funcionamiento automático del sistema, sigue su criterio apoyándose en la cifra recogida por un acelerómetro, de manera que no valora como accidente, por ejemplo, una caída en parado. Tomando esa cifra, puede considerar leve el accidente, en cuyo caso inicia la cuenta regresiva y deja opcional la comunicación verbal, mientras que la actuación siempre será inmediata. También puede calificar el accidente como grave y contactar al instante con el centro de emergencias para una actuación urgente.

El eCall de BMW, sistema de seguridad en caso de accidente

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