Fabricada en poliéster 1200D/PVC de alta resistencia, la bolsa GIVI ST 607 guarda una forma con base de trapecio para perfilar la mejor aerodinámica posible, con su lado más ancho para colocarse justo a nuestra espalda, y el más estrecho mirando a la retaguardia de nuestra moto.
Por su ajustada colocación, esta bolsa trasera representa una forma original de llevar ocasionalmente nuestras pertenencias -o incluso un pequeño equipaje- de una manera segura sobre nuestra moto, con el valor añadido de ofrecernos una libertad de movimientos absoluta, detalle que tuvimos ocasión de probar y reprobar a lo largo de un viaje plagado de curvas, hasta el mismo corazón del Pirineo.
La posible molestia de llevar la bolsa ST 607 atrás, en una naked tan reducida y deportiva, como la KTM 790 Duke, resultó absolutamente nula. Durante toda esa travesía de montaña, con fuertes aceleraciones, frenadas exigentes y movimientos continuos del cuerpo para colocarlo a un lado y al otro, controlando las inercias de una conducción deportiva.
Por otro lado, es cierto que, para el que ha usado durante décadas la clásica bolsa sobre depósito de toda la vida, se produce un curioso fenómeno, y es que mientras coloca objetos en los compartimientos de la bolsa GIVI ST 607 y cierra sus cremalleras, tiene exactamente la misma impresión de hacerlo en una clásica de depósito; una impresión que inconscientemente guarda dentro de sí y que lleva consigo, después, mientras conduce…Hasta que poco después de un rato conduciendo, sufre un sobresalto al encontrar el vacío total sobre el depósito de la moto, un terror que conjura inmediatamente cuanto tienta con la mano el bulto de la GIVI tras su espalda.
La tapa de esta bolsa, casi rígida, se ha elaborado en EVA termoformado, revestido con PV contra arañazos, y los materiales UV Tested que componen el cuerpo de la ST 607 le dan una consistencia que refuerza la confianza del motorista mientras viaja sin verla ni sentirla a su espalda. Por otro lado, el sistema de fijación mediante cuatro cintas de nylon y doble anilla, tan clásico como eficaz, dejan la bolsa prácticamente clavada sobre la plaza trasera.
Bien es cierto que, frente a la fijación clásica y tan extendida en las bolsas sobre depósito, que emplean una base atada al fuselaje de la moto sobre la que se ancla el cuerpo principal de la bolsa, esta fórmula de GIVI requiere algo más de tiempo para liberar sus cintas con doble anilla, que pueden ser tres o cuatro, dependiendo del modelo de moto. Por contra a ello, este sistema de fijación para llevar atrás el equipaje muestra una firmeza que no puede ofrecer la mejor bolsa sobre depósito./p>
No obstante y tras el paso rápido por una carretera de firme rizado, u ondulado, con algún que otro amago de salto incluido, conviene dar un repaso a la tensión del correaje, que puede haber perdido un punto de fuerza en alguna de sus cintas. Y es que, al fin y al cabo, la bolsa GIVI es una adaptación universal, válida prácticamente para cualquier moto, y no una bolsa específica para cada modelo.
Concluyendo, la bolsa GIVI ST 607 ofrece, con un precio de 113,99 euros, una capacidad de 22 litros, en su formato estándar, alcanzando los 26 cuando la extendemos; cuenta con un asa de goma ergonómica para transportarla en la mano, y de una cinta para llevarla en bandolera. Abre dos bolsillos laterales, si bien resultan muy ceñidos a su cuerpo, por lo que solo pueden albergar objetos planos o muy finos; pero la bolsa GIVI forma aparte otro interesante bolsillo interior con el cuerpo de su tapa y cerrado con cremallera mediante una rejilla, que ofrece un volumen más generoso. Además, en el fondo, guarda enrollado, una funda impermeable de color fluorescente, que se extrae por una abertura frontal, para envolver todo el cuerpo de la bolsa, de manera que permanecerá siempre unida a ella.