El año pasado tuvimos la oportunidad de realizar una toma de contacto con el Bridgestone Battlax Adventure A40 con motivo de la presentación internacional que la firma japonesa preparó en la ciudad portuguesa de Portimao. Durante estos meses, el A40 ha ido ocupando el sitio del antiguo Battle Wing (BW) en la gama trail de Bridgestone, ofreciendo un nuevo producto que da un salto cualitativo en lo que a calidad y prestaciones se refiere. Dunlop TrailSmart, Metzeler Tourance Next y Michelin Anakee III (de serie en la R1200GS) son sus principales rivales.
Las medidas de debut del A40 fueron las mayoritarias que se estilan en el segmento trail, es decir, para llantas de aleación o radios de 19 pulgadas delante y 17 detrás (110/80 R19 59VTL y 150/70 R17 69VTL) pero algunos modelos de litro se quedaban fuera. Ahora Bridgestone ha reaccionado ampliando a 120/70 R19 60VTL y 170/60 R17 72VTL, concebidas para motos tan importantes como las BMW R1200GS y R1200GS Adventure, KTM 1190 Adventure y 1290 Super Adventure, gama Triumph Tiger Explorer o la Ducati Multistrada 1200 Enduro.
Las pruebas de neumáticos exigen ir un paso más allá respecto a los test de moto, pues siempre requieren de más kilómetros en todo tipo de condiciones para sacar matices y comprobar si realmente son tan eficaces como nos anuncian. Por ello, hemos dispuesto de una pareja de A40 nuevos para probarlos durante varias semanas de invierno por carretera y pistas en una BMW R1200GS, la trail de referencia en términos de ventas.
Por otro lado, junto a los scooter y las nakeds, el segmento trail de gran cilindrada es el que más ha crecido en los últimos años, signo inequívoco de que a los aficionados les interesan este tipo de monturas. En la mayoría de los casos son la mejor opción para aunar, equilibrio, polivalencia y disfrute en todo tipo de usos, condiciones y situaciones. Está claro que, con tanta potencia y tecnonogía en las trail actuales, “hay que sujetarlas” con unos neumáticos a la altura.
Causa-efecto
Cuando hablamos del Bridgestone Battlax Adventure A40, nos referimos a un neumático radial monocapa de nuevo dibujo (ahora con cortes diagonales separados, antes todo unido) que integra un alto compuesto de sílice, un ingrediente concebido para aumentar el agarre. Entre las tecnologías exclusivas de la marca japonesa destacan la NanoPro-Tech, la capa estabilizadora monoespiral MSBELT (más rigidez de rodadura, menor temperatura y más estabilidad, sólo en el neumático delantero) y el HTSPC. La primera reduce el calor producido durante la deformación del neumático, controlando las interacciones moleculares de la goma. La capa MSBELT se compone de un filamento único continuo de hilo especial que envuelve el neumático (utilizado en todos los neumáticos Battlax traseros radiales). Este diseño de una pieza elimina uniones y juntas, además de ser más ligero que las estructuras convencionales. Por último, el HTSPC hace referencia al “canuto” de goma que integra 5 filamentos trenzados de acero en el cable de su cinturón monoespiral para garantizar una tensión uniforme y constante
Al margen de todo este despliegue tecnológico, comparado con el anterior Battle Wing el A40 posee surcos más anchos, tacos más grandes y más perfil de para aumentar la superficie de contacto (esta última característica es exclusiva del neumático delantero). Cabría pensar que a mejores prestaciones, más desgaste, pero en lo que a durabilidad se refiere, Bridgestone declara un 22% más de uso que el BW.
Frío, calor, agua…
Los primeros pasos antes de probar el rendimiento de los A40 al 100% es inflarlos con la presión correcta (en nuestro caso 2.5/2.9 kg) y esperar a que desaparezca la capa de parafina que impregna cualquier neumático nuevo. Un punto a favor es que nuestra GS disponía de sensor de presión RDC reflejado en la instrumentación, por lo que el control de las cifras durante toda la prueba fue más preciso si cabe.
Desde el primer momento el Adventure A40 se muestra muy neutro y equilibrado, una goma que no hace extraños ni “prefiere” unas condiciones a otras: siempre cumple. La sensación que percibes al manillar sobre asfalto liso, roto, gravilla, bajo cero, cruzando marcas viales o lloviendo se mantienen inalteradas, sintiéndote muy seguro en tus desplazamientos, una cualidad muy difícil de conseguir.
Para mí, los dos puntos fuertes de este modelo pasan por su tacto deportivo y su agarre en mojado. Sin llegar a la agilidad de unos S20 por ejemplo, los A40 provocan unos cambios de dirección rápidos y precisos. Con ellos nuestra GS se convirtió casi en una montura de supermotard, potenciando la gran agilidad que caracteriza a la sexta generación de la maxitrail alemana. Bien es cierto que el sistema de suspensión Telelever empleado por BMW en la GS desde hace más de dos décadas, “independizando” el trabajo de la dirección y la suspensión, es muy particular y transmite menos información de la que podrías tener en cualquier otra montura con horquilla/amortiguador convencionales. Aún así, se nota que estas gomas trabajan bien.
Con una moto tan alta y voluminosa puedes padecer cierto efecto de “flotabilidad” en el tren delantero cuando circulas rápido por autovía y hay viento, esa desagradable sensación de que la rueda delantera roza el asfalto en vez de apoyarse en él: con el A40 esto no ocurre. Este tipo de motos también es sensible en el paso por curva a tope de carga (con equipaje, maletas, topcase y pasajero), debido a que su “cuadrada” aerodinámica no está tan lograda como la de una GT, pero los A40 minimizan este efecto sin problemas.
Si circulamos bajo la lluvia, el A40 es excelente. La sensación de seguridad aumenta y, sin duda, es la mejor característica de este neumático. Buena tracción lograda gracias al agua evacuada por los surcos largos y profundos, complementada por la estabilidad de los surcos cortos, que permiten que el caucho flexe aportando mayor rigidez y control al conjunto. Según los datos oficiales aportados por Bridgestone, el tiempo por vuelta en circuito mojado es un 7% más rápido con el A40 que con el BW: me lo creo.
Otra cosa es su comportamiento sobre pistas de tierra, donde desliza demasiado debido a un taco poco pronunciado concebido, principalmente, para turismo de carretera. Bien para pasear a ritmo lógico pero no para hacer “hard trail”.