Prueba Brixton Crossfire 500 XC 2022
Off road urbano

La Brixton Crossfire 500 XC 2022 es la última novedad del segmento scrambler urbano, una moto con mucha personalidad que potencia su faceta off road. La firma Brixton lleva cuatro años en nuestro país, una marca que toma el nombre de un barrio londinense, pero que está integrada en el macrogrupo austriaco KSR, propietaria también de firmas históricas europeas como Malaguti o Lambretta, además de la propia KSR y Motron. Especialistas en la distribución de motos desde hace 20 años, gestionan su flota desde los cuarteles generales de Krems an der Donau (Austria, a 1 hora de Viena), con fabricación china pero con departamento de diseño y controles de calidad/I+D europeos.
El catálogo Brixton 2022 está compuesto por 13 modelos (siete de 125 cc, dos de 250 cc, tres de 500 cc y una 1200) con aureola vintage pero estilos diferentes (clásica, cafe racer, scrambler, TT o monkey). El segmento retro medio para carnet A2 está poco explotado todavía y sus principales rivales serían la Benelli Leoncino Trail, CFMOTO 700 CL-X Heritage A2 y Macbor 8Mile 500 SCR entre las bicilíndricas, además de la Fantic Caballero Rally 500 y SWM Six Days 500 como monocilíndricas.
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CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO CROSSFIRE 500 XC
La Brixton Crossfire 500 XC acentúa su personalidad scrambler diferenciándose de la Brixton Crossfire 500 estándar por la adopción de manillar alto (torretas elevadas), llantas de radios ZNX (delantera de 19 pulgadas), neumáticos tubeless mixtos Pirelli Scorpion Rally STR (1 cm más anchos), horquilla invertida Kayaba multirregulable (com./ext./prec.), más recorrido de suspensión (15 y 13 cm), asiento corrido específico, guardabarros delantero "pico de pato", dorsales laterales, protecciones (motor, depósito, radiador, cárter y faro delantero), cupolino, color único (Desert Gold Matt), 5 kg extra (195 kg en orden de marcha), 4.4 cm más asiento-suelo (83,9 cm) y 600 € de sobreprecio (6.799 €).
Por lo demás, la plataforma se mantiene, recurriendo a un propulsor bicilíndrico en paralelo refrigerado por agua con 486 cc, 47 CV a 8.500 rpm, 43 Nm a 6.750 rpm e inyección electrónica Delphi. Chasis/basculante tubular de acero, iluminación full-LED, instrumentación LCD b/n, manillar de conicidad variable, escape 2-1 de acero inoxidable con silenciador corto, manetas regulables, depósito de gasolina de 13.5 l. (300 km de autonomía en nuestra prueba), equipo de frenos J.Juan (pinza delantera radial, latiguillos metálicos y ABS Bosch 9.1) y 160 km/h de velocidad máxima.

EN MARCHA
Nada más subirte en la Crossfire 500 XC aprecias esos centímetros extra de la suspensión y el manillar alto. En ella tienes el tronco más expuesto, pero la sigues abrazando bien con las piernas porque el asiento es estrecho y puedes apoyar los muslos en los laterales del depósito sin miedo a arañarlos. Además, las estriberas bajas no fuerzan tus rodillas, logrando una posición a medio camino entre una naked y una enduro, un compromiso ideal tanto para circular por ciudad como para disfrutar en carretera o realizar breves escarceos por pistas de tierra.
En marcha, el propulsor bicilíndrico te obsequia con un tacto agradable y lineal que lo hace plenamente utilizable por parte de cualquier aficionado. Bajos y medios son su punto fuerte, aunque también admite estirada en caso de requerirlo. El accionamiento del cambio acompaña y puedes jugar con él para llevarla en la zona buena durante, por ejemplo, un revirado tramo de curvas de carretera secundaria. Allí disfrutarás de lo lindo, incluso sobre ese asfalto roto o bacheado donde las motos con llanta de 17" sufren más, pues esta XC ni se entera.

Sin duda, lo mejor de la Brixton Crossfire 500 XC es la polivalencia que brinda poder escapar del asfalto para adentrarte por un camino de tierra, senderito o rambla contenida. Tanto el trabajo de la suspensión Kayaba como el de los neumáticos de tacos (20% off road) hacen que te diviertas en este terreno mucho más de lo que imaginas. De pie sobre las estriberas, como buen "endurero", podrás jugar a realizar una conducción soft-trail sin forzar mucho el cuerpo debido al manillar alto. La llanta delantera de 19" ofrece una estabilidad muy buena en tierra, sin perjudicar la agilidad en cambios de dirección rápidos sobre carretera.
En esta situación tendrás que apretar el motor sin contemplaciones para disponer de una rápida respuesta, ya que, a pesar del toque scram, su plataforma es compartida con su hermana asfáltica. La frenada es correcta, dosificable y suficiente, aunque un segundo disco siempre se agradecería para detenerla más rápido cuando vas lanzado por las pistas. También cabe recordar que el ABS no es desconectable para poder derrapar con la trasera o evitar la intervención en la delantera.
