Prueba chaqueta Hevik Titanium: rutera trail solvente

La sensación, un tanto recia al tacto, que ofrece la superficie de esta Hevik Titanium, desaparece en el momento en el que nos la enfundamos. Lo cierto es que la suavidad de su tejido interior, lo mismo que la que nos muestra tanto el forro fijo como el térmico extraíble que la equipa, crean una cálida sensación acogedora, que se acrecienta, lógicamente, al aislarnos del frío con la eficiencia que lo hace esta chaqueta trail.
Otra de las particulares sensaciones que nos transmite esta chaqueta de Hevik es la ligereza con la que la percibimos al ponérnosla con el cuerpo en pie y el volumen con el que la apreciamos al sentarnos. Esta combinación de impresiones nos crea la sensación de lo que sería algo así como un plumífero para moto, aunque no se parezca ni por lo más remoto ni en su hechura ni muchísimo menos en sus materiales, ya que la Hevik Titanium está confeccionada en 100% poliéster ripstpop 600D y polycordura 600D.
Autovía
Un escenario tan frecuente y prolongado para los aventureros de las trail y maxitrail, que no les queda más remedio que utilizar como tramo de enlace para alcanzar finalmente los escenarios de su experiencia soñada.
En la autopista, la chaqueta Titanium se acopla eficazmente a nuestro físico, creando una burbuja en su interior que no se deforma con el viento, y dentro de la que permanecemos protegidos y resguardados durante tanto tiempo como el que nos toque pasar en la autopista.
Y si nuestra tediosa travesía va más allá del ocaso, unas tiras reflectantes incrustadas sobre nuestra espalda nos conferirán la tranquilidad de ser bien vistos en esa inmensidad oscura que se vuelve la autovía por la noche.
Ciudad
Resulta una prenda muy práctica para el día a día, por el mero hecho de tratarse de una chaqueta trail, con tres bolsillos externos, para que el trasero nos permita llevar con nosotros un cuaderno del tamaño de una cuartilla. En el interior, también cuenta con un amplio compartimento para documentación y otros objetos planos.
Además, esta Hevik Titanium nos permite ponérnosla y quitárnosla con facilidad, tantas veces como nos exijan esos trayectos cortos dentro de la ciudad. Todo ello gracias al funcionamiento de la cremallera central, por la que corre su carrete con facilidad, tanto para abrirla como para cerrarla, y un doble solapa que queda fijada encima mediante velcros.
Lluvia
Gracias a su membrana impermeable y a sus costuras selladas, soporta con dignidad un chaparrón ocasional que nos asalte en la ruta: además el mismo cierre mediante cremallera y su solapa impiden la filtración del agua, igualmente los cuatro bolsillos mencionados tienen tratamiento impermeable.
Sin embargo y a pesar de esta efectividad, tampoco podemos hablar de una chaqueta específica para soportar la lluvia ininterrumpida, durante horas, de un largo viaje. Vaya también como compensación a este aspecto que, en caso de calarse, su transpiración también la lleva a un secado rápido, una habiendo atravesado la cortina de agua.
Libertad de movimientos
Es sin duda la cualidad que más apreciará el motorista al internarse con la chaqueta Titanium en una carretera de curvas, para disfrutar de una conducción con aires deportivos, y más aun si abandona el asfalto. Una cualidad que se aprecia más si cabe en invierno, al llevar montada en el interior tanto la membrana térmica como la impermeable y transpirable que equipa esta chaqueta.
Lo cierto es que con esta Hevik Titanium se conduce con absoluta naturalidad puestos en pie, permitiendo balancear el cuerpo en todas las direcciones con una completa libertad, para pasar con tu trail por las irregularidades que nos van saliendo al paso en cada camino.
Esta misma virtud se pone de manifiesto en las carreteras de montaña o en cualquier ruta costera que bordea los acantilados. Podemos doblar el tronco, inclinando la cabeza y el codo hacia el interior con total libertad, prácticamente una conducción deportiva, con toda la moderación que marca el concepto trail.
Con calor
La chaqueta Hevik Titanium cuenta cuenta con siete tomas de aireación, entre las que destacan las dos ventanas frontales, que se abren despegando los velcros que las fijan, para quedar sujetas en su parte superior, empleando sendos botones del tipo clip.
Estas entradas de aire se sitúan exactamente en la línea superior del pecho, representado la garantía de una ventilación superlativa, para convertir esta prenda en un equipo aun más versátil de la eficacia que ya brinda de por sí la transpiración de su tejido, después de haber desmontado el forro térmico, y también la membrana impermeable, que la acorazan frente al frío.
Protección
La Hevik viene con protecciones en hombros y codos del tipo SW Protector (homologados en el nivel 2), mientras que en la espalda viene preparada para albergar la protección de la propia marca H-Full Back Armor, que se ofrece aparte como extra. Si bien es verdad que hemos podido adaptar al menos dos protecciones de tipo universal que ofrece el mercado auxiliar, para quedar perfectamente fijadas al cuerpo de la chaqueta.
Por último en este aspecto, no podemos hacer una valoración rigurosa de su eficacia, ya que durante tantos kilómetros, en circunstancias tan diversas y con motos tan distintas no sufrimos ni el más mínimo percance, y la chaqueta Hevik no tocó ni el asfalto ni la tierra.