Bajo el lema Discover More Harley-Davidson nos invita a probar, o mejor dicho a descubrir, las importantes novedades incorporadas en la gama Touring 2017, comunes a los modelos Road King (estándar y Classic), Street Glide Special, Road Glide Special, Road Glide Ultra, Ulta Limited (estándar y Low) y los trikes (Freewheeler y Tri Glide Ultra). Al margen de las variaciones cromáticas, en las suspensiones y el motor residen todos los secretos.
Cabe destacar el nuevo valvulado interior de la horquilla delantera, firmada por la prestigiosa japonesa Showa, que aporta mayor tacto sobre el tren delantero permitiendo también la regulación de la misma tanto en compresión como en extensión. En el tren trasero ya es posible regular la precarga de ambos amortiguadores mediante un pomo único ubicado detrás de las maletas. A través de él se acciona un sistema hidráulico que comprime más o menos el muelle, siendo posible variar el tarado a nuestro gusto dependiendo de la carga y si de viajamos solos o acompañados.
Pero, sin duda, el plato fuerte de esta presentación es el nuevo motor, denominado Milwaukee-Eight, un cromado V-Twin cuya estética sigue las líneas básicas de siempre pero que interiormente evoluciona como nunca, ya que el 100% de las piezas son de nuevo diseño. Así, se une a los Flathead, Knucklehead, Panhead, Shovelhead, Evolution, Twin Cam, Revolution y Revolution X que han marcado la historia de esta centenaria marca.
Una de sus principales características viene dada por sus culatas de 4 válvulas, responsables de su nueva denominación, accionadas mediante un sistema hidráulico sin mantenimiento. Además incorpora doble bujía por culata, optimizando así las detonaciones en el interior de la cámara de combustión. Otra de las mejoras es la importante reducción de partes móviles dentro del motor minimizando las fricciones internas, o lo que es lo mismo, dotando a este motor de mayor alegría en las aceleraciones. Las cámaras de combustión han sido rediseñadas, el motor de arranque es diferente y el catalizador se ha reubicado para que el calor que despide no moleste a los ocupantes.
Por otro lado, el nuevo eje de equilibrado, su único árbol de levas por culata y la incorporación de amortiguadores elásticos reducen de forma notable las vibraciones, tanto en marcha como al ralentí, anunciando un 75% menos a 850 rpm, haciendo desaparecer esa sensación de que la moto se movía medio metro hacia delante cuando metíamos primera.
El Milwaukee-Eight viene a sustituir al actual Twin Cam 103 y 110, mostrándose ahora en tres versiones: Milwaukee-Eight 107 aire (1.745 cc, para las Street Glide Special, Road Glide Special, Road King/Road King Classic y Freewheeler), Milwaukee-Eight 107 agua (1.745 cc, para las Ultra Limited/Ultra Limited Low, Road Glide Ultra y Tri Glide Ultra) y Milwaukee-Eight 114 (1.870 cc, para las CVO). Los precios oscilan desde los 26.400 € de la Road King hasta los 41.200 € del trike Tri-Glide. En la toma de contacto de la ruta de montaña por el pirineo oscense disfrutamos de cuatro modelos y las dos motorizaciones de 1.745 cc.
En marcha
Una vez que te pones a los mandos de cualquiera de estas Harley sientes que estas a lomos de un pedazo de historia viva del motociclismo universal y cuando te enfrentas a un nuevo motor totalmente rediseñado intentas poner a trabajar a pleno rendimiento tus cinco sentidos para saborear cada uno de los kilómetros que tienes por delante.
Uno de los primeros rasgos diferenciadores se aprecia nada más apretar el embrague, ya que su nuevo accionamiento hidráulico le confiere un tacto mucho más suave y agradable que antaño. Metemos primera y aquel “Clonk” metálico acompañado de la sensación de que la moto se iba sin nosotros ha desparecido, sustituido ahora por un ligero chasquido instantes antes de partir. Aunque parezca una locura, creo que se trata de la primera Harley en la que tiene sentido la “N” de punto muerto en el cuadro ya que, a veces, necesitas mirar o soltar levemente el embrague para estar seguro de si ha entrado la marcha.
La mejora de un 11% en su cifra de par motor se agradece, sobre todo en las primeras tres marchas, dándonos la sensación de un motor mucho más lleno en medios. Las 107 pulgadas cúbicas del Milwaukee-Eight de agua nos dan una sensación de un motor “gordo” al que apenas le cuesta acelerar. Este aumento de par genera una gran trasferencia de pesos, tanto en las aceleraciones como en las frenadas, muy bien compensada gracias a sus nuevas suspensiones, sobretodo por el trabajo de la horquilla. En general, el conjunto ha ganado en refinamiento mecánico y dinámico muy notorio.
Por otro lado, el Milwaukee-Eight 107 va un paso más allá respecto a su predecesor Twin Cam. La diferencia de deja notar, sobre todo si te bajas del mismo modelo con motorizaciones diferentes. Suavidad, dulzura y sensación de tourer “infinita” para teletransportarte al fin del mundo. Mejores bajos y conducción monomarcha para un propulsor que gira siempre sin rechistar, aún en plena pendiente.
