Prueba KTM 390 Adventure 2020
Alumna aventajada

Este años ya os contamos nuestro punto de vista sobre la actual situación del segmento trail, una tipología de motos tan extensa y variada que merece toda nuestra atención. La diversificación y lluvia de modelos en la última década ha sido abrumadora y todas las marcas se han puesto manos a la obra para intentar ser los reyes del mercado.
La KTM 390 Adventure es una de las principales novedades de la firma austriaca para este año y, nada más salir, ya capitanea la nueva hornada Trail-Iniciación (modelos de 250-500 cc que no superan los 48 CV de fábrica). El comportamiento de las trail está condicionado, entre otros aspectos, por el diámetro de la llanta delantera (21, 19 ó 17 pulgadas). En el caso de la moto austriaca es de 19", la medida más equilibrada y polivalente.
Teniendo en cuenta estos parámetros, las rivales directas de la moto naranja son la BMW G 310 GS, Kawasaki Versys-X 300, Benelli TRK502X, Honda CB500X y Macbor Montana XR5.
CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO
KTM se adentra en el segmento trail-iniciación, concebido sobre todo para usuarios con carnet A2, con su nueva 390 Adventure, un modelo a imagen y semejanza de la 790 Adventure impulsada por la mecánica monocilíndrica de 373 cc de la 390 DUKE. Lejos de conformarse con un producto “low cost por cumplir", la pequeña “naranja mecánica” viene cargada de tecnología y mira de tú a tú a modelos mucho más caros.
Así, el motor desarrolla 43 CV a 9.000 rpm con un par de 37 Nm a 7.000 rpm. Todo ello va encapsulado en un chasis multitubular de acero, mismo material utilizado en el subchasis que va atornillado (interesante para sustituir rápidamente en caso de rotura por caída). También emplea basculante de aluminio con refuerzos externos vistos y otros detalles como manetas regulables, protectores (cubremanetas y cubrecárter), manillar cónico de acero o toma de corriente de 12V. El depósito de gasolina es capaz de albergar 14,5 litros y el peso del conjunto se mantiene muy contenido, declarando 158 kg en seco.

La 390 Adventure cuenta con llantas de aleación y neumáticos Continental TKC 70, dejando claro esa polivalencia asfalto-tierra tan interesante en todo modelo trail que se precie. El apartado suspensión poco tiene que envidiar a sus hermanas mayores ya que equipa horquilla invertida WP APEX de 43 mm con 170 mm de recorrido (regulable en compresión/extensión) y amortiguador trasero sin bieletas regulable en precarga/extensión. La frenada está protagonizada por un disco delantero de 320 mm mordido por una pinza radial BYBRE de cuatro pistones.
Este equipamiento de lujo se completa con iluminación full-LED, embrague antirrebote (PASC), ABS Bosch 9.1 MP (modo On Road y Off Road), control de tracción (desconectable) e instrumentación con pantalla TFT a color de 5 pulgadas.

EN MARCHA
La agresiva estampa de la KTM 390 Adventure es toda una declaración de intenciones. El ADN deportivo de la marca es extensible también a su gama Adventure y esta 390 no iba a ser menos. Líneas afiladas, imagen agresiva y un faro delantero inconfundible no dejan lugar a dudas.
La accesibilidad y posición a los mandos es buena para mi 1.80 de estatura. Bien es cierto que nuestra unidad de pruebas monta un asiento tipo rally ideal para facilitar movimientos y cargar peso en el tren delantero en conducción off road, pero prefiero el asiento de serie, ideal para todo-uso, además de por rebajar la distancia al suelo (85,5 cm) y llegar mejor con los dos pies.

Rodando con ella, rápidamente adviertes sus puntos fuertes, que pasan por la estrechez del conjunto (ideal para desenvolverte entre el tráfico de la ciudad) y su excelente agilidad (ideal para divertirte en tramos revirados y carreteras de montaña). El parabrisas corto protege poco del aire en carretera pero es muy útil para controlar lo que tienes delante cuando decides atacar ese camino de tierra que surge de lo negro y que tus neumáticos Conti asumen sin despeinarse.
La solidez del conjunto chasis-suspensiones otorga una confianza total en carretera, permitiendo también reglajes off road para los amantes del polvo. Circulando por pistas debes acordarte de desconectar el control de tracción y seleccionar modo de frenada off-road para que el ABS deje de actuar en la rueda trasera, pudiendo derrapar y bloquear a placer. Esta acción se realiza cómodamente desde la piña izquierda, pues esta KTM goza de una navegación fácil e intuitiva.

En lo que se refiere al motor, le gusta subir de vueltas y que juegues con la caja de cambio, con una entrega de potencia fantástica en la zona alta y muy llena en la zona media. Las vibraciones son intrínsecas a esta arquitectura y la diversión que te proporciona esa conducción al ataque es adictiva. La agilidad de su chasis unido a la deportividad del conjunto permiten cambios de dirección instantáneos, tumbadas de libro y un paso por curva muy rápido.
La frenada del BYBRE delantero es más que suficiente para detener a la 390 Adventure, mientras que el consumo medio obtenido durante nuestra prueba fue de sólo 3,2 l./100 km, una cifra de auténtico mechero que no deja de sorprendernos y que la hace ideal para mantener largas rutas con autonomías de auténtica GT.
