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Prueba Peugeot Django 125: sabor añejo

Fotos: Peugeot
El segmento de los scooters vintage sigue creciendo y lo hace gracias a apuestas como la de Peugeot, que introduce en su gama de modelos el nuevo Django de 125 cc, un scooter urbano, desenfadado y diferente pensado para moverse por la ciudad con estilo propio y un claro toque retro.

Desde hace muchos años, la división de motocicletas de Peugeot se ha decantado por crear y evolucionar scooters, hasta tal punto que se han convertido en unos grandes referentes del sector. En 2013 decidieron dar un paso más y adentrarse en un segmento hasta ahora poco explorado para la firma francesa, el de los scooters retro. Para ello han creado el Peugeot Django, que estará disponible a final de mes en los concesionarios de toda España y que tendrá motorizaciones de 125 cc 4T, 50 cc 2 y 4 tiempos.

Inspirándose en el el mítico S55 y S57 que Peugeot lanzó al mercado en la década de los 50, comenzó un proceso de creación que ha ido a parar a un modelo que llega dispuesto a revolucionar el mercado de los scooters urbanos con un toque “vintage”. Aunque desde Peugeot intentaron recuperar las nomenglaturas empleadas en sus modelos de hace de 60 años, tuvieron que cambiar el plan debido a problemas con los permisos y patentes, por lo que decidieron optar por Django, un nombre con fuerza fonéticamente hablando y que a pesar de lo que se pueda pensar no tiene nada que ver con la película de Tarantino.

Obviamente, la parte que más destaca del nuevo scooter de Peugeot es su trabajada estética, una mezcla de líneas retros y contemporáneas aderezadas con toques de tecnología como los faros led. También se hace visible esta apuesta por la tecnología en el sistema de frenada combinada SBC, que equipan tres de las cuatro versiones disponibles, Allure, Sport y Evasión, mientras que Heritage, la versión más básica, cuenta con frenada convencional.

En cuanto a la parte ciclo, Peugeot ha optado por emplear una horquilla hidráulica para el tren delantero, mientras que en el trasero han montado un mono-amortiguador. El sistema de frenado se ha confiado a un disco delantero de 200 mm y otro trasero de las mismas medidas. Sus ruedas bajas (120-70-12) le confirman ese aire antiguo que le da carácter y convierten al Django en un scooter ideal para moverse entre el tráfico de la ciudad.

En scooter y con estilo

Un scooter de 125 cc con una potencia moderada está claramente diseñado para moverse por ciudad, sorteando el tráfico y abriéndose camino por calles estrechas y precisamente eso fue lo que Peugeot nos propuso en la jornada de pruebas. En pleno centro de Sevilla la combinación de calles históricas con grandes avenidas es una constante y la mezcla perfecta entre lo clásico y lo moderno.

Arrancamos por el empedrado centro de la ciudad hispalense y sus calles estrechas, lo que de inicio puso a prueba unas suspensiones que se mostraron eficaces en un terreno tan irregular. Sin embargo, a la vera del Guadalquivir, con su Torre del Oro al fondo, pronto tuvimos la posibilidad de probar la que debe ser la esencia de un scooter de 125 cc y su razón de ser, poder moverse entre el tráfico semáforo a semáforo. Su distancia entre ejes (1.367 mm) su peso contenido (130 kg) su anchura y altura máxima (708 mm – 1.291 mm) y las ruedas de 12 pulgadas, rápidamente dan sus frutos y convierten al Django en una máquina con la que poder moverse entre los coches con facilidad y decisión, apenas hay que pensar en lo que se quiere hacer para que el scooter francés fabricado en su mayor parte en Asia haga lo que uno quiere.

Además de esa agilidad, que en un primer momento puede llegar a parecer excesiva pero a la que rápidamente se le saca todo el partido, ayuda mucho a moverse de semáforo en semáforo su motor de 10,2 CV una cifra corta si se compara con los motores refrigerados por aire, pero que se muestra especialmente eficaz en los primeros metros ofreciendo la posibilidad de salir más rápido que los coches que nos rodeaban en plena hora punta vespertina en Sevilla. Posteriormente tuvimos la oportunidad de ver como el motor SYM va estirando hasta llegar a unos 90 km/h con relativa facilidad, una velocidad justa aunque suficiente para poder utilizar las vías de circunvalación más cercanas a las grandes urbes.

Uno de los puntos fuertes del Django que probamos y que tenía 7 kilómetros cuando nos subimos en él es la frenada combinada. Un acierto teniendo en cuenta que es una máquina destinada a un público que, por norma general, no tiene el permiso A o A2 si no el de coche, esta opción disponible en las tres versiones superiores. El sistema SBC (Sistem Brake Combined) se mostraba eficaz en todo momento, activándose solamente desde la maneta izquierda, que hacía actuar los frenos en ambos trenes, algo que simplifica la conducción para aquellos que no están muy acostumbrados. El freno delantero activado en solitario es más que suficiente para detener el scooter, aunque el contar con el SBC hace que las transferencias de peso sea menor en frenada y hace más cómodo el fluir entre el tráfico gracias también al mullido asiento.

El sistema de frenada combinada ofrece mayor seguridad en caso de tener que frenar en curva

Valoración final

Obviamente si el Django destaca por algo es por su diseño, con unas líneas retro y toque modernos muy bien combinados y que en opinión de un servidor es bastante acertado y se ha hecho con muy buen gusto. Aunque nosotros tuvimos la oportunidad de probar el acabado Sport, lo cierto es que hasta la versión básica (Heritage) y por supuesto las opciones Allure y Evasión tienen su propio carácter desenfadado y original. Si a esto sumamos la opción de personalización que ofrecerá Peugeot mediante al Django ID y que dará más de 110.000 opciones diferentes, da la posibilidad de tener un scooter único.

El contar con el Django desde 2.899 € en la versión básica (Heritage) hasta 3.399 € en la Allure, pasando por los 3.199 € de las gamas intermedias (Evasión y Sport) lo coloca en opción de luchar contra el gran referente, Vespa y su Primavera LX. Además todos ellos cuentan con un espacio para poder cargar el móvil gracias a la toma de 12V, que además va situado en unos espacios que quedan completamente cerrados.

Otro de los puntos a favor del Django es que de serie, tanto que el Allure, como el Evasión y el Sport cuentan tanto con el asiento de pasajero como con la tapa en caso de que uno quiera tener un día de soledad y no compartir el Django con nadie.

Quizás el motor de 10,2 CV se quede un poco justo en algunos puntos, pero es cierto que su mecánica es intachable y la resistencia de un motor tan probado da una seguridad vital para una máquina que tiene que llevarte todos los días al trabajo. Además el hecho de ser de un motor con carburador en lugar de inyección electrónica hace que pueda funcionar aunque uno se quede sin batería y arranca gracias a la palanca de arranque que en Peugeot han decidido conservar bajo un criterio acertado.

Lo mejor:

  • Estética y acabados
  • Funcionamiento del SBC
  • Agilidad entre el tráfico

Mejoraríamos:

  • Potencia del motor
  • Estabilidad en curvas de alta velocidad
  • Capacidad del hueco del asiento

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