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Prueba gama Royal Enfield 2015: Continental GT, Classic, Bullet

Fotos: Royal Enfield
La actual gama de la marca de motos más antigua del mundo (con producción ininterrumpida) está compuesta de 8 opciones sumando todas las versiones de sus tres familias de modelos, manteniéndose fiel a la tradición y marcando un punto y aparte en lo que a filosofía de producto se refiere: sabor añejo en pleno siglo XXI.

Royal Enfield Motors Limited está viviendo una segunda juventud tras el interés suscitado durante los últimos años por las motos retro, cafe racer y, en general, todo el “universo vintage” en el que nos encontramos inmersos. Sus 114 años fabricando motos (124 desde la creación de la firma bajo la denominación Enfield Manufacturing Company Limited) la sitúan como un auténtico referente, liderando un quinteto en el que, por antigüedad, también se encuentran Indian, Norton, Triumph y Husqvarna. Aunque la marca se fundó en Redditch (Reino Unido) en 1891, desde 1968 Royal Enfield se fabrica exclusivamente en la India, aunque desde 1956 la Bullet se produjera allí bajo licencia.

Propiedad del gigante indio Eicher Motors Limited desde 1994, y con una nueva planta de producción en Chennai desde 2011, Royal se encuentra en buenas manos para ampliar su gama de productos y evolucionar hacia nuevos proyectos. El año pasado Royal Enfield registró su récord de fabricación en toda su historia, con 302.592 motocicletas. Un aumento del 69% con respecto a los registros de 2013 (178.121 unidades).

La historia de Royal Enfield comienza en 1891

Uno de los puntos fuertes de Royal Enfield es que, con su actual gama de motorizaciones (en España sólo se venden los modelos de 500 cc, quedando las 350 para otros países), cubren el hueco existente en el segmento vintage entre la MASH Five Hundred y la Moto Guzzi V7 II Stone, o lo que es lo mismo, entre los 397 cc de la primera y los 744 cc de la italiana. Y es que el grueso de motos de este tipo cubican más de siete y medio. Por otro lado, todas son conducibles con carnet A2 y por menos de 6.000 € puedes comprar cualquiera de ellas, incluida la más exclusiva y cara de todas (Classic Limited Edition, 5.549 €).

El catálogo Royal Enfield 2015 se divide en tres familias bien diferenciadas: Continental (1 modelo), Classic (6 modelos) y Bullet 500 (1 modelo). El motor, en todos los casos, es un monocilíndrico refrigerado por aire con inyección electrónica Keihin y caja de cambio de 5 velocidades. Profundicemos ahora en las diferencias y personalidades de cada una.

Continental GT, Classic y Bulllet 500, las tres familias de Royal Enfield en 2015

Continental GT 535

La Continental GT (5.199 €) es el buque insignia de Royal Enfield. Es el modelo más deportivo y, dinámicamente, el que mejor va. Está basada en la GT original lanzada en 1964, el último modelo antes del cierre de la fábrica inglesa (1967), lanzada el año pasado para conmemorar un 50 aniversario que le ha sentado muy bien. Es el primer modelo salido de la cadena de montaje de Oragadam (próxima a Chennai) y se trata de una cafe racer con motor subido a 535 cc, en lugar de los 500 cc del resto de modelos. Entrega 29 CV a 5.100 rpm y, uno de los aspectos más importantes, es que cuenta con un chasis fabricado por el histórico especialista británico Harris, absorbido por Royal este mismo año. Doble disco de freno, pinzas Brembo, amortiguadores Paioli y neumáticos con cámara Pirelli Sport Demon sobre llantas de 18 pulgadas terminan de redondear el conjunto.

Para ser una montura que haría las delicias de cualquier motero frente a la cristalera del Ace Cafe London, su postura es cómoda y poco forzada. Semimanillares por encima de la tija y estriberas razonablemente retrasadas hacen pensar que no estás ante la moto más deportiva de Royal. Giras la llave, accionas el estrangulador de la piña izquierda (facilita el arranque en frío), quitas la pata de cabra (extendida impide que la moto arranque) y pulsas el botón… o si prefieres, accionas la palanca del lateral derecho del motor (un protocolo inexistente en cualquier otra moto de carretera) como se hacía en las motos de carretera de antaño. Para las luces, también hay interruptor.

El aspecto más destacado de la Royal Enfield Continental GT es su chasis Harris y su equilibrada parte ciclo

Enlazando curvas la moto se maneja muy bien, se nota que Harris ha hecho un gran trabajo con el chasis de esta moto. Más ágil que las Bullet/Classic, su comportamiento es similar al que se esperaría de una naked estándar moderna. Las suspensiones sujetan y, dadas las prestaciones de esta cafe racer, la estabilidad nunca se ve comprometida. Al igual que el resto de Royal, no está pensada para que exprimas el “mono” hasta la zona roja. El corte de encendido se sitúa en 5.500 rpm (la GT es la única Royal que dispone de cuentarrevoluciones analógico) por lo que, si te olvidas y llegas a esa cifra, el motor “muere” durante unos segundos para después recuperarse como si nada hubiera pasado. Está más “lleno” que el de la Classic/Bullet y, aunque a priori no se nota, cuando afrontas un puerto de montaña o cualquier tramo en cuesta, abordas una incorporación o buscas aceleración en marchas largas, el 535 EFI se hace notar y saca metros a sus hermanas de 500 cc.

Tampoco hace mucha falta jugar con las 5 velocidades del cambio, como mucho bajar una velocidad, porque el régimen de giro es reducido y apenas notas mucha ganancia. Eché de menos una palanca más cercana a la estribera y algo más baja, ya que hay que forzar más de lo normal el tobillo para subir velocidades.

A pesar de que cuenta con disco trasero y otro delantero con pinza Brembo, el tacto del mismo no es el el que me esperaba para una marca de prestigio como la italiana. Si además, monta latiguillos metálicos, quiero pensar que la poca potencia de frenada se debe a una bomba algo desfasada respecto al resto del conjunto.

Entre todas las unidades de pruebas disponibles, algunas lucían un asiento monoplaza o biplaza con colín, dependiendo de los extras montados pero, igualmente, la Continental GT es una moto homologada para circular a dúo.

Bullet 500 & Classic

La Bullet 500 es el modelo más importante de la historia de Royal Enfield, un icono de la marca en particular y del motociclismo en general, que se lleva fabricando desde 1932. Por su parte, la Classic deriva de ella, un modelo que comenzó a exportarse a Europa en 2008. A pesar de la denominación se trata de la misma moto, diferenciándose únicamente en elementos como asiento (las Classic son monoplazas), medida de llantas (19” en las Bullet/Classic por 18” de la GT), guardabarros trasero (más o menos envolvente), neumáticos (Avon Roadrider para la Classic y Avon Speedmaster MKII en la Bullet) y gama de colores. El motor monocilíndrico de inyección con 499 cc y 28 CV es común para todas: Bullet 500 (5.299 €), Classic estándar y militares (4.649 €), Classic Chrome (4.849 €) y Limited Edition de camuflaje (5.549 €).

Aunque prácticamente los componentes de ambos modelos son iguales, circulando con ellas no se comportan de la misma forma. Las llantas de 18” de la Classic y sus mejores neumáticos le otorgan un plus de confianza que con la Bullet no tienes. Los muelles bajo el asiento te transmiten una sensación extraña hasta que te acostumbras, debido a los leves vaivenes. Las tapas laterales esconden el filtro de aire y elementos eléctricos, con un pequeño hueco para alojar un antirrobo de disco.

La postura es más erguida que en la Continental GT. Las estriberas bajas y el manillar ancho no invitan a realizar una conducción deportiva y te sientes muy encima de ellas y no dentro, como suele suceder en las motos modernas. Con ambas es posible fijar la aguja del velocímetro en 140 km/h pero no es su objetivo final. En estas motos prima el “caminar acompasado” y el disfrute de cada kilómetro, sin incumplir la Ley de Tráfico ni abusar de un motor de carrera larga concebido para cumplir con el simple hecho de “llevarte de un sitio a otro”.

La frenada sería un punto a mejorar, porque con el tambor trasero y los latiguillos de goma, debes actuar sobre los dos frenos al mismo tiempo si quieres detener rápidamente los 200 kg que pesan.

Valoración final

Tras disfrutar con estas motos sólo me queda decir que las Royal Enfield no son motos retro, ni vintage ni una reinterpretación de una moto del pasado. Son motos 100% clásicas, modificadas levemente con el paso del tiempo apara adapterse mínimamente a los tiempos que corren. Son motos auténticas, fieles a su historia y con un sello de identidad que las hace únicas y diferentes al resto del panorama de las dos ruedas. Quizá, sólo la minoritaria marca rusa especializada en sides Ural comparte una filosofía parecida con Royal.

Durante esta prueba, con la Continental parada en un semáforo, otro motorista se detuvo rápidamente a mi lado con su scooter para alabar el diseño de la moto y comentarme que se había recorrido la costa india sobre una Bullet 350 y que para él había sido una experiencia inolvidable: Allí es la Harley-Davidson india, terminó diciendo. La gente se detiene a tu paso, pregunta, cuchichea, mira y, los más osados, hacen fotos.

El diseño de la Royal Enfield Classic te teletransporta a otra época

Las pistonadas de su motor a ralentí, el sonido que emana el escape y muchos de sus detalles te teletransportan a una época en la que los smartphones, el plástico, la contaminación y las prestaciones puras no eran los más importante. El que quiere una Royal, sabe lo que quiere.

También es de agradecer en una marca de este tipo que ponga a disposición de todos los clientes un buen catálogo de accesorios para personalizarla al gusto y conseguir ese toque diferencial que a todos nos gusta. La ropa también es protagonista, con una gama de producto muy atractiva y bien diseñada.

Lo mejor:

  • Imagen
  • Historia
  • Sonido
  • Chasis (Continental GT)

Mejoraríamos:

  • Vibraciones
  • Frenos
  • Potencia

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