Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

Prueba Suzuki V-Strom 650 XT 2017: la escapada ideal

Fotos: Javier Ortega
La Suzuki V-Strom 650 lleva 13 años haciendo las delicias de los traileros más prácticos, versátiles y equilibrados gracias a un producto experimentado y diferente que funciona y se siente realmente bien. La tercera generación llega adoptando la imagen de la hermana mayor, con más electrónica y una agresiva decoración en la versión aventurera XT.

Suzuki ha renovado este 2017 uno de sus puntales más importantes, un modelo que ha gozado el reconocimiento del sector trail de cilindrada media desde el lanzamiento de la primera V-Strom en 2004 (la segunda generación data de 2012). Un ataque directo a rivales de la talla de la BMW F700GS, Honda NC750X, Kawasaki Versys 650, Yamaha Tracer 700, Triumph Tiger 800 o Benelli TRK 502.

Es la única V-Twin a 90º de su categoría y siempre ha compartido planta motriz con la SV 650 naked, aunque ahora supera la Euro 4 y alcanza los 70 CV gracias a una profunda revisión en la que se han cambiado un 60 piezas entre las que destacan pistones, segmentos, árboles de levas, bujías e inyectores. Junto a las nuevas incorporaciones específicas para carnet A2, la gama V-Strom 2017 queda formada por cinco modelos y tres cilindradas diferentes (650/1000 estándar y XT, 250), un interesante abanico de opciones en tres escalones bien diferenciados.

La tercera generación de la Suzuki V-Strom 650 destaca por heredar la imagen que ha ido evolucionando la V-Strom 1000 desde 2014 sin perder, eso sí, el característico “pico de pato” marca de la casa instaurado con la DR Big allá por 1988. Sus ayudas electrónicas pasan por el control de tracción (2 niveles de intervención, desconectable) que recibe información de 5 sensores, ABS (no desconectable), asistente a bajas revoluciones (LRA) y de arranque (ESS) y llave con inmovilizador (SAIS). Tampoco hay que olvidar la admisión Ram Air (SRAD), el nuevo escape, un subchasis más estrecho y una instrumentación rediseñada más completa con cuentarrevoluciones analógico y display multi-información. El chasis doble viga de aluminio se mantiene, junto a otros elementos igualmente importantes que abogan por la practicidad, como el parabrisas regulable en altura manualmente (3 posiciones), los anclajes de maletas incorporados en el subchasis, la toma de corriente 12V, la parrilla portabultos con asas integradas o el faro trasero LED.

La doble versión existente desde 2015 se mantiene, con dos propuestas de uso igualmente asfáltico pero de apariencia más atrevida y off road en el caso de la XT. Sus 400 € de más (8.999 €) respecto a la V-Strom 650 estándar se traducen en la adopción de llantas de radios DID (delantera de 19 pulgadas) doradas, cubremanos, quilla y color amarillo opcional.

La manejabilidad y agilidad de la Suzuki V-Strom 650 XT 2017 son dos de sus puntos fuertes

Todo-uso, todo-uno

A primera vista la Suzuki V-Strom 650 XT en color amarillo llama la atención, un atrevido color que gusta y encaja perfectamente con el espíritu de la versión XT. A sus mandos te encuentras como en casa, integrado en la moto y con una postura de conducción muy confortable que te invita a hacer kilómetros. Es espaciosa, natural y la sensación de control es total gracias al ancho manillar y a la rapidez de reacciones del tren delantero. A partir de 1,70 cm no tienes problemas para llegar con los dos pies al suelo ya que el arco de pierna del nuevo asiento es reducido.

La versatilidad de este modelo es uno de sus puntos fuertes pues, si bien, otras trail han sido desarrolladas para un uso más rutero que ciudadano, la V-Strom puede con todo. Entre el tráfico está en su salsa ya que es estrecha, ligera (215 kg llena), ágil y tiene mucho radio de giro para maniobrar, mientras que fuera de la urbe es estable, tiene prestaciones de sobra y no cansa. Por otro lado, la electrónica de su motor Euro 4 consigue unos consumos muy ajustados que unido a los 20 litros de capacidad de su depósito de gasolina, asegura una autonomía de más de 300 km.

La manejabilidad y agilidad de la V-Strom 650 son dos de sus puntos fuertes, siendo muy fácil de conducir por cualquier usuario independientemente de su experiencia. Los neumáticos Bridgestone Battlax Adventure A40 que equipa de serie también ayudan a que esta Suzuki se mueva como pez en el agua en carreteras de montaña. La potencia no desborda en la zona alta del cuentavueltas pero en la gama media-baja el motor se muestra enérgico, lineal y es muy aprovechable. El funcionamiento del conjunto está muy logrado, el tacto general es exquisito y la suavidad en marcha es total.

En la XT todo es dulzura y suavidad, interpreta perfectamente todas tus decisiones, la rumorosidad mecánica es baja y el tacto es “crema”. Caja de cambio rápida y precisa, suavidad de marcha como denominador común y solidez de reacciones otorgan mayor seguridad y confianza que la generación anterior. Esta V-Strom siempre te da la sensación de que tú eres el que controla la situación en todo momento y no al revés.

La entrada en funcionamiento del ABS y del control de tracción apenas se nota, las suspensiones son básicas pero cumplen perfectamente su cometido y los frenos Tokico, sin ser radiales ni de cuatro pistones, poseen buen mordiente.

Instrumentación de la Suzuki V-Strom 650 XT 2017

Lo último

Lo más leído