Fundada por Piero Sironi y Fausto Vergani, SWM (Sironi Vergani Vimercate Milano, las dos V’s se fusionan en una W) fue una de las marcas de referencia off road en su época, motos de tacos con marcado carácter deportivo comercializadas entre 1971 y 1987. En 2014 la empresa china Brilliance Shineray Chongqing Automobile la rescató del olvido, aprovechando también para comprar a BMW la remozada instalación de Varese donde fabricó las Husqvarna (2007-2012) antes de vender la marca a KTM en 2013.
El EICMA de Milán 2014 fue el escenario elegido para presentar los primeros prototipos y comenzar su expansión, con un catálogo que actualmente supera la docena de modelos y versiones distribuidas en los segmentos naked, scrambler, trail, enduro y supermotard entre 125 y 600 cc. En definitiva, producción europea y capital extranjero, una combinación tan interesante como poco habitual, pues lo normal es fabricar en Asia con capital europeo.
SWM aterriza en España gracias a Turbimot (quien también se ocupa de FB Mondial y Zontes), empresa hermana de Motorien (responsables de marcas vintage como Norton, Royal Enfield, Hanway o Scomadi entre otras), ambas bajo el paraguas del potente Grupo ONEX, asentado en Valencia. Su especialización y experiencia con firmas de corte vintage son un valor seguro en plena tendencia alcista entre las “marcas con historia”. Así, SWM vuelve a la carga, como también ha sucedido con Indian, Brough Superior, Jawa, Malaguti, Italjet o las mencionadas Norton y Mondial en la última década.
La SWM Six Days 440 se adentra en un nuevo mercado aún por explotar en el que, siendo estrictos, sólo rivaliza con la Royal Enfield Himalayan. Cualquier montura trail convencional hasta 500 cc tipo Kawasaki Versys-X 300 también se encontraría dentro del mismo nicho de mercado, pero el planteamiento y las soluciones técnicas son diferentes. Este año la Moto Guzzi V85 TT ha entrado pisando fuerte en las cilindradas altas, donde también se encuentra la BMW R nineT Urban G/S desde hace tres temporadas, dos modelos “remake” que buscan diferenciarse del resto.
Nuestra protagonista, la SWM Six Days 440, está propulsada por un motor monocilíndrico SOHC 4 válvulas de 445.3 cc refrigerado por aire-aceite, cuerpos de inyección de 36 mm, caja de cambio de 5 velocidades y una potencia de 29.5 CV a 7.000 rpm. Emplea un chasis con simple cuna desdoblada de acero, llantas de radios (delantera de 19 pulgadas y trasera de 17), doble silenciador (acero inox.) elevado independiente, iluminación LED, ABS (no desconectable), horquilla telescópica de 43 mm con fuelles (regulable en extensión), doble amortiguador trasero (regulables en extensión/precarga), asiento corrido, asas para pasajero, manillar con barra de refuerzo, neumáticos mixtos Pirelli MT60 RS (con cámara), cubrecárter y depósito de 16.5 l. SWM declara 153 kg en vacío.
Sin prisa pero sin pausa
¿Tienes en mente la imagen de los miembros del equipo checo en los ISDT de hace 50 años? Sólo con mirarla, la nueva SWM Six Days 440 te teletransporta a la época en la que el enduro todavía se llamaba Todo Terreno, cuando los manillares anchos y los motores 2T dominaban y cuando la electrónica sólo era ciencia-ficción. La arquitectura de esta 440 es comparable a aquellas, una verdadera “clásica moderna” de los pies a la cabeza, no como otras marcas que sólo adaptan una carrocería retro en una moto actual, desvirtuando así el concepto original.
Su accesibilidad es buena y, con una altura asiento-suelo de 85.5 cm, te permite apoyar con los dos pies más fácilmente que en otras trail convencionales, siempre que midas más de 1,70 cm. Manillar ancho, asiento plano de una pieza, postura relajada… sólo deberás acostumbrarte a unas estriberas algo más adelantadas de lo habitual.
En marcha, la SWM Six Days 440 rápidamente muestra su genética off road, con una estirada contundente, que te da lo mejor de sí hasta las 6.000 rpm de su cuentarrevoluciones analógico con fondo blanco (declara 36 Nm a 5.500 rpm). En carretera puedes jugar a subirla algo más de vueltas, pero lo suyo es dejarla correr sin apurar demasiado. Alcanzarás los 140 km/h de marcador, pero en los 110 km/h se encuentra en su punto. Las vibraciones intrínsecas a un monocilíndrico están presentes, pero no llegan a incomodar.
La Six Days te obsequia con rápidos cambios de dirección, sintiéndose fácil en todo momento y apoyándote en una manillar ancho con el que puedes jugar a “trazar en plan supermotard”, reduciendo con una caja de cambio de 5 velocidades lenta pero precisa. Rutas lógicas de media distancia, agilidad y buena pisada son sus argumentos. Carreteras de montaña con cualquier asfalto son sus favoritas y, si te gusta salirte de lo negro, también permite un uso comedido por pistas de tierra fáciles y zonas accesibles ya que no se trata de una enduro.
Puedes ir de pie sobre sus estriberas totalmente estirado, pues la altura del manillar (puños ProGrip) es la adecuada para este fin, con una carrocería estrecha y un chasis “flexible” muy intuitivo y tradicional: nunca habrá sorpresas y, si fuerzas, encontrarás los límites. Derrapadas controladas, buen agarre de los Pirelli, estabilidad gracias a la llanta de 19 pulgadas y frenada con buen tacto en tierra (aunque algo más de potencia en el tren delantero por carretera sería perfecto). Una prueba del equilibrio general y potencia aprovechable de la Six Days 440 ha sido sus triunfos en el I Campeonato Italiano Scrambler SH del año pasado, frente a otros modelos más potentes de Fantic, Benelli, Hanway, Mash o Ducati: SWM ha vuelto para quedarse.