Prueba SYM Symphony ST 125 LC 2021
Renovación del buque insignia: 4 válvulas, Euro 5, y ¡mucho más!


El Symphony ST 125 LC 2021 es la versión más alta de una renovada gama que cuenta con nada menos que ¡3 versiones! disponibles, todas ellos cumpliendo la normativa anticontaminación Euro5. La gran variedad de Symphony, que recordemos es uno de los “best sellers” del mercado, se produce porque dentro de su orientación eminentemente urbanita, tratan de cubrir las particulares necesidades de cada tipo de usuario, aportando cada uno de ellos unas características y equipamiento concreto… Por cierto, en realidad, si contamos con los modelos con homologación Euro4 que quedan todavía en los puntos de venta, te puedes encontrar hasta con ¡5 versiones! disponibles en las tiendas. ¡Nada más, y nada menos!
El Symphony ST 125 LC 2021 sucede a un modelo ya existente con el mismo nombre, y que se define por estar animado con un propulsor con refrigeración líquida (LC- Liquid Cooled). Las mejoras introducidas en este pequeño gigante (en términos de ventas y dinamismo), de rueda alta, se acometen en multitud de apartados, ya que la evolución, como veremos más adelante, va mucho más allá de lo que a simple vista parece.
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Para saber más: Prueba SYM Symphony 125 2021
Por su equipamiento y nivel tecnológico, los 2.999 euros que cuesta el Symphony ST 125 LC 2021, con cinco años de garantía y seguro gratuito el primer año para conductores de 21 años o más (el resto cuenta con ofertas especiales para que les salga muy económico), lo sitúan por debajo de los precios de sus teóricos rivales dentro del segmento de scooter de 125 cc, rueda alta y motor con refrigeración líquida. Como siempre, SYM trata de “abrocharse el cinturón” todo lo posible en términos monetarios y de este modo ser lo más atractivo posible en una cuestión tan importante hoy día. Por poner algunos ejemplos, el KYMCO People S cuesta actualmente 3.099 euros, el Piaggio Medley 125 3.499 euros, o el Honda SH125i en 3.850 euros.
CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO
Estéticamente, el renovado Symphony ST 125 LC 2021 adopta unas formas más estilizadas y compactas, con una líneas suaves y modernas. Los nuevos grupos ópticos delantero y trasero se integran perfectamente en la carrocería, incorporando tecnología Full LED salvo en las intermitencias. Además, el cuadro de instrumentos cambia radicalmente. La instrumentación digital LCD a todo color es muy clara y legible, con grandes dígitos y suficiente información. Carece de ordenador de a bordo, pero realmente no le hace falta dada su filosofía, y con el indicador de nivel de combustible, velocímetro, cuentakilómetros y hasta estado de la carga de la batería, es más que suficiente.
La guantera ubicada en el anterior modelo tras el escudo desaparece, y en su lugar se sitúa la boca de llenado del depósito de combustible, al que se accede girando la llave de contacto hacia la derecha. Es un lugar muchísimo más accesible y menos engorroso que el tradicional bajo el asiento. A pesar de perder la guantera, la capacidad de carga es enorme. Y es que en el hueco bajo el mencionado asiento caben dos cascos jet, o un integral más un amplio espacio. En este sentido hay que destacar que no todos los modelos de casco entran, así que ¡ojo! Sea como fuere, también incorpora de serie un baúl trasero de 33 litros de capacidad decorado a juego con el color del scooter, y que se abre con la propia llave de contacto, en el que entra de sobra un caso integral o bultos de cierto tamaño. Para rematar su excelente capacidad para transportar objetos, como siempre destacar la amplia plataforma plana, con su gancho escamoteable para colgar bolsas sin ningún esfuerzo.

Otros detalles de calidad, hacen referencia a las estriberas plegables del pasajero, que quedan ocultas y enrasadas en la carrocería cuando no están desplegadas; la toma de carga USB 3.0 localizada bajo el cuadro de instrumentos en la consola principal; y la posibilidad de estacionar el scooter con pata de cabra latera o caballete central…
Pero sin duda alguna, el principal rasgo de identidad del nuevo Symphony ST 125 LC, es su nuevo motor monocilíndrico de 4T, Euro5, con 4 válvulas (antes 2), y refrigeración líquida, que es más sostenible y potente. Las cifras declaradas pasan de 11,2 CV a 12,6 CV de potencia máxima, mientras que el par aumenta de 10,7 Nm a 11,5 Nm a 6.500 rpm.
En cuanto a la parte ciclo, las diferencias son mínimas, pero importantes. En referencia a la seguridad, sobresale la incorporación de un ABS Continental de dos canales que actúa sobre ambos trenes; mientras que las llantas son de 16” delante y 14” detrás. Esta última más pequeña para dejar sitio al cárter del motor.

EN MARCHA
Para probar el SYM Symphony ST 125 LC 2021, la firma taiwanesa nos convocó en la ciudad condal. Barcelona es tierra de scooter, y es allí donde más clientes potenciales encuentra este pequeño gran urbanita. Así que, ¿qué mejor escenario para comprobar sus cualidades?
A primera vista, se aprecia su diseño cuidado y actualizado, hasta cierto punto minimalista. La accesibilidad es absoluta. La plataforma plana te deja situarse a sus mandos por la izquierda o por la derecha, lo bajas y subes del caballete con un leve empujón, o lo enderezas para retirar la pata de cabra con apenas insinuar el movimiento. Y es que la sensación de ligereza del conjunto es total. Con 119 kg de peso declarados, no podía ser de otra forma.
A la hora de maniobrar en parado, o a baja velocidad, observas como el manillar gira muchísimo, y el scooter da la vuelta sobre sí mismo en un palmo. Si por casualidad eres bajito, o bajita, no pasa nada, te deslizas sobre la parte delantera de su asiento, y con gran soltura y fluidez mueves el Symphony como quieras. Esto también se traduce en una sobresaliente maniobrabilidad entre el denso tráfico. El asiento, de mullido correcto tirando a blando, es de dos alturas, y es muy amplio a simple vista, lo que te permite colocarte sobre él, más adelantado o atrasado, según tu propia altura y necesidades. Se agradece especialmente el soporte lumbar, que permite apoyar la parte baja de la espalda y mantener una posición erguida y cómoda. Controlando lo que ocurre por delante con la mirada, y lo que acontece por detrás con los espejos retrovisores. Si visibilidad es muy buena, y hasta ellos no llega ninguna vibración en marcha, por lo que la nitidez de la imagen reflejada es excelente.

El espacio para las piernas es muy amplio, lo que habla muy positivamente de su habitabilidad, mientras que, al ser estrechito en su parte frontal, las piernas quedan algo expuestas a las inclemencias tras el escudo. En la parte superior no encontramos parabrisas, ni falta que hace en condiciones normales. No obstante, dispones de muchos de ellos en la industria auxiliar si quieres ir algo más resguardado del frio y la lluvia en época invernal.
Cuando presionas el botón de arranque percibes el latir de su nuevo monocilíndrico de 4 válvulas. En parado y al ralentí vibra un poco, lo normal, y en cuanto comienzas a rodar todo es suavidad, finura y buen tacto. La aceleración es contundente a la salida de cualquier semáforo si así lo quieres, y más suave y progresiva si no tienes prisas. El acelerador es muy dosificable, y preciso. Otro aspecto importante. Es decir, responde con gran inmediatez al girar el puño derecho. En cuanto a las prestaciones del mismo, os puedo adelantar que lanza al SYM Symphony ST 125 LC 2021 hasta los 80 km/h con una gran rapidez, y a partir de ahí le va costando un poquito más ir incrementando la velocidad, lógicamente. Sea como fuere, cumple sobradamente con su espíritu ciudadano, y te desplazas por vías y carreteras de extrarradio con total fluidez. Como de hecho pudimos comprobar en esta intensa toma de contacto en Barcelona y sus alrededores. Incluso subimos al Tibidabo y Vallvidrera. Carreteras estas últimas de curvas lentas y rápidas donde pudimos extraer muy buenas conclusiones con respecto al comportamiento de su parte ciclo.

El conjunto chasis-suspensiones aguantan lo que le eches. No ceden, ni flexan, y el conjunto no tiene movimientos extraños en zonas viradas. Puedes abordar los virajes con seguridad, la horquilla bien reglada absorbe las irregularidades, y el doble amortiguador trasero regulable en cuatro posiciones de precarga se comporta dignamente. Si circulas con alegría, dentro de un orden lógicamente entendiendo el vehículo que es, lo que más “te frena” es el roce del caballete central al inclinar hacia el lado izquierdo. Hay que tener un poquito de cuidado con esto. Por lo demás perfecto. Las llantas de 16” delante y 14” detrás le confieren gran estabilidad, sin reducir la manejabilidad.
La frenada también es notable. Si es verdad que como cualquier scooter se frena mejor juagando con ambas manetas a la vez. Sea como fuere en ambos trenes hay mordiente y buen tacto. Y el nuevo ABS no es en absoluto intrusivo. Varias pruebas de frenazos estilo “panic braking” corroboraron esta sensación, y me proporcionaron información muy útil para intuir que el sistema funcionaría correctamente caso de ser necesario. Y sí, sin duda lo haría.