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Prueba Triumph Scrambler 1200 XC y XE 2019: all-road sin límites

Fotos: Triumph/Kingdom Creative
Triumph completa su gama retro de 1.200 cc con dos versiones de un nuevo modelo campero que, lejos de ser un mero escaparate para el "postureo", también es tan preciso y eficaz como cualquiera. La Scrambler 1200 combina magistralmente cualidades de cuatro segmentos diferentes en una misma moto para convertirse en una maxitrail naked disfrazada de neoclásica con tecnología SBK. ¿Imposible? Para la firma de Hinckley no.

Triumph amplía su gama de monturas retro con dos integrantes más en la familia de 1.200 cc, una oferta potenciada durante los últimos 4 años para posicionarse como claro referente en su categoría. Así, con la mecánica bicilíndrica de cilindros aleteados más potente de la firma británica podemos acceder a modelos más deportivos (Thruxton y Thruxton R), clásicos (Bonneville T120), urbanos (Speed Twin), custom (Bobber y Speedmaster) y ahora “camperos”, según nuestros gustos. Es la hermana mayor de la Street Scrambler 900, recientemente actualizada, mientras que de las antiguas Scrambler sólo queda el nombre, inspirándose ahora en las Bonneville T120TT y TR6 SC de los sesenta, las mismas que McQueen y Ekins lucieron en las carreras de la época y en la gran pantalla.

Anunciadas oficialmente entre los salones INTERMOT y EICMA de este año, las Triumph Scrambler 1200 XC y XE representan un salto evolutivo importante en el segmento de las neoclásicas, no sólo por imagen, sino también por concepto y usabilidad. Fieles al concepto Scrambling más puro, los detalles no faltan: muerte al plástico y culto al metal (incluyendo guardabarros y tanque de gasolina), correa de depósito de acero con embellecedor de tapón de llenado tipo ‘Monza’ muy en la línea de la Thruxton R, salida de escape doble elevada como dictan los cánones, asiento corrido estrecho y plano, asidero de pasajero envolvente, estriberas dentadas, instrumentación digital imitando a una analógica, etc.

Los puntos comunes entre las dos Scrambler 1200 pasan por el empleo de un motor bicilíndrico en paralelo con culata de 8 válvulas y refrigeración líquida, 1.200 cc, 90 CV a 7.400 rpm, 110 Nm a 3.950 rpm, cambio de 6 velocidades, embrague asistido anti-rebote, acelerador electrónico, ABS, control de tracción, control de velocidad y 5 modos de conducción (Rain, Road, Sport, Rider, Off-road). También comparten chasis tubular de acero, al igual que las llantas de radios Akront con aro de aluminio para neumáticos sin cámara (delantera de 21 pulgadas, trasera de 17), horquilla invertida Showa multirregulable, amortiguadores traseros Öhlins de doble muelle y 16 l. de depósito. El equipamiento se completa con iluminación full-LED, cubrecárter de aluminio, pinzas de freno delanteras Brembo M50, instrumentación TFT II a color regulable en inclinación, piñas retroiluminadas y toma de corriente USB 5V bajo el asiento.

De origen, ambas versiones calzan neumáticos mixtos Metzeler Tourance y en nuestra prueba los alternamos con los Pirelli Scorpion Rally, más específicos para uso intensivo por tierra.

Triumph Scrambler 1200 XE a la izquierda y XC a la derecha

Triumph Scrambler 1200 XC: Country

En terminología “cochera”, la Triumph SCR 1200 XC podría ser una auténtica “crossover”, una moto concebida para circular con garantías por cualquier tipo de superficie. Sobre ella te sientes cómodo, es una moto accesible y vas muy encima de ella, como debe ser en una auténtica scrambler.

Según el modo de conducción seleccionado (desde la piña izquierda), la entrega de potencia varía siendo más (Sport) o menos (Rain) directa, al igual que el grado de intervención del ABS (3 niveles) y del control de tracción (5 niveles). En carretera las ayudas “te cubren las espaldas” perfectamente, pero en conducción por pistas de tierra limita en exceso si quieres “endurear” pues el modo Off-road elimina el ABS sólo en la rueda trasera (delante sólo se activa si detecta que estás al límite), dejando el control de tracción al mínimo. En este terreno, si no le buscas las cosquillas disfrutarás por caminos y senderos obsequiándote con escapadas hasta sitios donde sería muy sufrido llegar con una maxitrail convencional. Sentado y deslizando suavemente por las pistas portuguesas, rememoraba la estampa de la armada checa en los ISDT de los ’70, una pose natural muy acertada para controlar esta XC.

En carretera, deberás acostumbrarte al feeling de los Metzeler, pues no percibes que vas tan pegado a “lo negro” como en un modelo puro asfáltico, pero apoyándote en el manillar encontrarás tu sitio y enlazarás una secuencia de curvas casi como en una naked. El motor se disfruta en la gama media del cuentarrevoluciones, aprovechando la zona de par y sin buscar estiradas de MotoGP. Recupera realmente bien, con una 3ª-4ª muy aprovechables que cunden lo suyo. Sobre esta superficie, las ayudas a la conducción se encuentran un paso por debajo de las de la XE, pues el control de tracción es más reactivo que interpretativo, mientras que el ABS no está optimizado para uso en curva. Esto puede hacer que corte demasiado cuando te aplicas a fondo o las ruedas leen algún bache o salto: los chivatos naranjas de la instrumentación te avisarán de su entrada en funcionamiento.

Culto al metal en la Triumph Scrambler 1200 2019

Triumph Scrambler 1200 XE: Extreme

Aunque a simple vista sólo las variaciones cromáticas (verde o negro en la XC, azul o blanco para la XE) y de acabados delatan los cambios entre ambas Scrambler 1200, la XE esconde más de una docena de modificaciones que mejoran su uso en cualquier condición, sobre todo fuera del asfalto, haciéndola más premium. Las aportaciones respecto a su hermana XC pasan por la adopción de una horquilla Showa con mayor diámetro (47 mm) y baño dorado, más recorrido de suspensión (5 cm extra), asiento con 3 cm más de altura al suelo (87 cm), basculante de aluminio alargado 3.2 cm, geometrías diferentes, sexto modo de conducción (Off-road Pro), módulo inercial IMU, ABS/control de tracción en curva, puños calefactables, cubremanos con soporte de aluminio, manillar más alto y ancho, manetas MCS, pedal de freno con puntera regulable en altura, logo triangular Triumph pintado y 2 kg más de peso total (207 kg en seco).

Nada más subirte a ella aprecias su mayor altura respecto a la XC, tanto por recorrido de suspensión como por las torretas elevadas del manillar. Está claro que es una moto pensada para ir de pie cómodo por pistas de tierra: si mides 1.80 cm o más, mejor que mejor. La navegación por los distintos modos es como en la XC, pero el modo Off-road Pro (seleccionable con la moto parada) marca la diferencia cuando te sales de lo negro, pues permite la desconexión total del ABS y el control de tracción: conducción de la “vieja escuela”. En Modo Rider, puedes personalizar todo a tu gusto, haciéndote un modo de conducción a la carta configurando cada parámetro de manera independiente.

La puntera del pedal de freno de la XE es regulable en altura para adaptarse a todos los calzados

Bien es cierto que en nuestra jornada de prueba ‘off’ el terreno se mostró muy delicado por lo resbaladizo del mismo, ya que la noche anterior llovió demasiado y patinaba mucho, obligándonos a realizar una conducción más delicada de lo habitual. La Scrambler 1200 XE exige un plus de conducción, algo más de técnica y buenas maneras off road, siendo mejor y más grata para usuarios familiarizados con el campo. Con el terreno seco seguro que nos hubiese mostrado el 100% de su potencial, superior en cualquier caso al de su hermana pero, sobre superficie delicada, la XC es más “friendly” y te otorga mayor confort y confianza. Bien es cierto que la horquilla de la XE es mejor, más sólida y robusta, algo que también se traslada a la carretera aunque también tiene un radio de giro más contenido.

Otro aspecto destacable es que la potencia de frenada de las pinzas delanteras M50 no es excesiva sobre tierra, algo que se me antojaba imposible en un modelo habitual entre las superbikes más salvajes del mercado: magia británica. Además, la XE monta la misma maneta Brembo MCS con bomba radial y caudal regulable 19:21 mm que la Speed Triple RS, pudiendo adaptar el tacto de la presión a tu gusto.

Instrumentación digital TFT a color de segunda generación para la Triumph Scrambler 1200

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