Prueba Yamaha Tricity 300 2020
Diapasón al cubo

Primero surgió como prototipo con denominación 3CT en 2018, luciendo en versión definitiva durante el EICMA de Milán del pasado año. La espera ha llegado a su fin y el nuevo scooter tres ruedas de Yamaha para carnet de coche ya está en los concesionarios oficiales por 7.999 €. Tras el Yamaha Tricity 125 de 2014, la Yamaha Niken de 2018 y la versión GT del año pasado queda claro que la marca de Iwata ha apostado fuerte por una gama de vehículos de tres ruedas que irá ampliándose en un futuro a corto plazo. Hay rumores de un futuro Tricity con motor TMAX: estaremos atentos.
CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO
La motorización de 292 cc y 4 válvulas del Tricity debutó con el X-MAX 300 2017, un propulsor monocilíndrico de 28 CV a 7.250 rpm con refrigeración líquida y tecnología Blue Core. En tren delantero centra todas las miradas, empleando el sistema habitual de Yamaha para estos modelos, su Leaning Multi Wheel, un paralelogramo de aluminio con doble horquilla telescópica independiente para cada rueda (una botella guía y la otra amortigua). Incluye bloqueo de inclinación (botón en la piña izda.) para no apoyar los pies en parado y el peso total del conjunto es de 239 kg en orden de marcha.
Por lo demás, el Yamaha Tricity 300 mantiene un equipamiento de serie muy completo en el que destaca control de tracción (desconectable), ABS con frenada combinada, cubrediscos, llave de proximidad, iluminación full-LED, instrumentación LCD, freno de estacionamiento en el contraescudo, hueco bajo el asiento con capacidad para albergar dos cascos integrales, luz de cortesía y llantas de 14 pulgadas. Doble amortiguador trasero, doble disco de freno delantero, estriberas de pasajero plegables, caballete central/pata de cabra y depósito de gasolina de 13 l. completan el conjunto.

EN MARCHA
Antes de arrancar, lo primero que debes hacer es familiarizarte con el peculiar sistema de bloqueo o equilibrio asistido (SAS) del Tricity 300. Y es que, acostumbrados al de Piaggio, que ahora funcione también la suspensión se hace extraño, aunque te acostumbras rápido. Es siempre algo interesante para no tener que apoyar los pies en el suelo o subirte si eres bajito, manteniendo la verticalidad natural del scooter. Con este sistema tienes un margen de balanceo que puede venir bien para arrancar desde parado o incluso para aparcarlo a "empujón" en espacios estrechos habiéndote bajado de él. Se activa presionando el botón de las "ráfagas" de la piña izquierda (luce un chivato "H" color naranja en el display), siempre a menos de 10 km/h, con el acelerador cerrado y a menos de 2.000 rpm: al dar gas todo vuelve a la normalidad.
Ya en marcha, el Tricity 300 te sorprende por su rapidez de reacciones y la inmediatez con la que aborda las curvas más ratoneras teniendo un tren delantero más voluminoso de lo normal: no llega a la agilidad y ligereza del 125, pero se defiende muy bien. Tardas pocos kilómetros en sentirte acoplado y la estabilidad es marca de la casa. Si no trazas tan bien como imaginas es porque tu cabeza sigue pensando en lo que sucedería si pisas esa mancha en el asfalto, la tierra del arcén o la pintura del suelo en plena inclinación con una moto "normal": aquí no hay problema porque nunca perderás el tren delantero.

La frenada combinada (accionando la maneta izquierda o el pedal frenas en ambos trenes, mientras que con la derecha sólo lo haces delante) equilibra el scooter y otorga mayor confianza que con el sistema convencional "todo delante", aunque debes aplicarte. Además, esta variante de chasis X-MAX 300 junto a un reparto de pesos del 50% en ambos trenes, un centro de gravedad bajo y las gomas Bridgestone Battlax SC hacen que el Tricity 300 se maneje fácil y siempre se mantenga compensado.
El consumo es ajustado y en la prueba el display reflejó 4 l./100 km. Lógicamente, el extra de peso hace que el motor parezca más tranquilo que el del X-MAX, siempre haciendo gala de una respuesta limpia, una estirada lineal y un tacto tan suave como aprovechable. En autovía echas de menos un parabrisas regulable en altura eléctricamente, para protegerte mejor del viento. La ausencia de guantera, las manetas sin regulación o la pantalla monocolor son otros detalles que podrían haberse mejorado.

ACCESORIOS
Con un parabrisas deportivo, un soporte para matrícula y unos reposapiés de aluminio, el Sports Pack aporta una dosis adicional de dinamismo y un diseño más deportivo. El Winter Pack incluye puños calefactados y cubremanetas, para protegerte del frío si usas el scooter todo el año. Para disfrutar de una mayor versatilidad y comodidad está el Urban Pack, que incluye un parabrisas alto, parrilla trasera y topcase de 39 l., ideal para el día a día.
Todos los productos incluidos en los tres kits de accesorios pueden adquirirse por separado, junto a otros como el silenciador Akrapovic, los intermitentes LED, asiento Comfort o varios respaldos para pasajero.
