Pruebas Triumph

La historia de esta marca británica sigue tres pasos, como tres ojos del Guadiana extendidos a lo largo del siglo XX. Triumph nace en 1.902, cuando Siegfried Bettman comienza a fabricar, junto con Maurice Schulte, un modelo de 240 cc y 2,5 CV, para que durante la Primera Guerra Mundial llegara a producir más de 30.000 unidades de la Type H, conocida como la Thrusty Triumph. 
En 1956, Johnny Allen establece un nuevo récord con 344,67 km/h sobre una T120 en la sal de Bonneville; sin embargo, a principios de los ochenta la finanzas de la firma caen en barrena sin poder evitar la quiebra.
En 1990, Triumph reaparece con un nuevo esplendor de la mano de John Bloor, y en su actual factoría de Hinckley, para que durante el primer lustro de este siglo resurgiera literalmente de sus cenizas, tras el devastador incendio que sufrió en 2.002.
Triumph se caracteriza por el remate impecable que ofrecen todos sus modelos, alineados en dos gamas bien diferentes: la más vanguardista plasmada en los frentes naked y trail, y la conjunción de esa tecnología punta con las líneas de rancio sabor retro que muestra toda su gama heritage. En 2019 marca un hito al ser proveedor del motor de las Moto2 del Campeonato del Mundo.