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¿Qué moto comprar a un niño?

Fotos: Marcas
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Ahora que se acercan épocas de regalos, serán muchos los padres, tíos, abuelos... que pretendan comprar una moto al bejamín de la casa para iniciarle en el mundo de las dos ruedas, pero ¿qué moto se le compra a un niño para iniciarlo en la conducción?

Las motos, en familia con tradición, suelen ser un regalo que, si la economía lo permite, termina llegando a los más jóvenes de la casa. En las situaciones que se puede llevar a cabo cuando aún son niños pequeños, se plantean diferentes preguntas a la hora de llevar a cabo la compra. Una de ellas es ¿qué moto comprar al niño?, a la que siguen ¿mejor de gasolina o eléctrica?, ¿de campo o de asfalto?.

Entendiendo siempre la primera compra como un hecho sin pretensiones más allá de la toma de contacto del niño con la moto y comenzar a iniciarle en la conducción, dejando de lado competiciones, lo que hay que saber es qué contexto va a usarla, ya que dependiendo del lugar en el que se tenga previsto enseñar al niño la decisión estará condicionada. No es lo mismo pensar en enseñarlo en una parcela en el campo, que en una explanada asfaltada.

Así pues repasamos las tres grandes opciones que hay en la actualidad y que son una moto de campo, una mini-moto y una moto eléctrica. No seremos nosotros los que te digamos cual es la mejor moto o el mejor tipo de moto, pero te mostraremos las ventajas e inconvenientes con la intención de ayudarte en la decisión.

Moto de campo

¿Qué moto es mejor para un niño?

Lo más habitual era dar los primeros pasos sobre motos de campo. Las míticas Cota 25 o las Yamaha PW fueron la primera motos de muchos, aunque siempre ha habido bastantes opciones. Hoy en día, sorprendentemente, la Yamaha PW sigue fabricándose y sirviendo de base. Lo primordial es que para un niño conducir la moto sea lo más sencillo y cómodo posible, es decir, la moto debe ser relativamente baja para que llegue con los pies al suelo. A día de hoy y con la llegada de productos desde Asia, la oferta en este tipo de motos es abrumadora, por lo que siempre hay que mirar con lupa todas las opciones, ya que el precio no es lo único a tener en cuenta.

En este caso, la ventaja es que hay más facilidad y opciones de conseguir un espacio cerrado y seguro en el que comenzar. Un pequeño terreno cerrado es suficiente, una ventaja muy a tener en cuenta.

Mini-moto

¿Qué moto es mejor para un niño?

Aunque las mini-motos no se pensaron en principio para enseñar a los niños, si no para el disfrute de los mayores, su tamaño hace que los más pequeños de la casa puedan manejarlas con facilidad. De hecho, hay veces que hasta parece una foto de una moto grande y un adulto.

De todas maneras, estas motos plantean lo siguiente y es que a las protecciones habituales, que también deben llevar en las motos de campo, los niños deben llevar una equipación completa, mono incluído, para evitar abrasiones con el asfalto. Aunque la velocidad no es elevada, las posibilidades de que sucedan son siempre mayores. Aún así y pese a que es una formación diferente a la del campo, lo cierto es que las diferentes escuelas de conducción que hay diseminadas por todo el territorio han ayudado a que los niños alcancen niveles asombrosos para sus edades. Lo malo es que, a diferencia de las motos de campo, se necesita de una explanada acondicionada, ya sea con asfalto, cemento…

Motos eléctricas

¿Qué moto es mejor para un niño?

Cuando hablamos de motos eléctricas no nos referimos a las conocidas “motos de batería” que los fabricantes de juguetes comercializan, si no a motos de verdad con emisiones cero gracias a sus motores eléctricos.

La gran ventaja que plantean este tipo de motos es que su mantenimiento es notablemente inferior al de las motos de gasolina y que, además, una carga de batería tiene un precio inferior al de llenar el depósito. Eso sí, con una moto eléctrica dependes de las baterías y cuando se acaba o llevas una batería de repuesto o no hay nada que hacer. En cualquier caso son un concepto interesante que no existían en otras épocas y que está evolucionando de tal manera que sus rendimientos en motos de trial, por ejemplo, no tienen nada que envidiar a las de gasolina. En cualquier caso, ofrecen grandes ventajas, como la posibilidad de regulación de la potencia que entregan, ideal para comenzar a enseñar al niño y ofrecerle una moto con un rendimiento que se adapta a sus necesidades. Otra ventaja es que se pueden llevar sin problema en el maletero, como las motos de campo convencionales o las mini-motos, pero sin el riesgo de derramar ningún líquido y al no tener motor de combustión la posibilidad de sufrir quemaduras desaparece.

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