Como todas las partes de un mecanismo, las suspensiones de todos los vehículos en general y de las motos en particular están expuestas a deterioros y desgastes. Sin embargo, mientras que otras partes de la moto pueden desgastarse sin afectar a nuestra seguridad, este no es el caso de las suspensiones.
Su misión es sencilla, son las encargadas de mantener el contacto de las ruedas sobre el asfalto durante el mayor tiempo posible. Además, son las responsables de que la moto reaccione de manera correcta y de que su conducción sea segura y eficaz. Llevar las suspensiones en mal estado implica un grave riesgo de caída.
Para asegurarnos de que las suspensiones de nuestra moto están en buen estado, lo primero que debemos hacer es revisar que no presenten ningún tipo de fuga. Es común que los retenes de la horquilla se agrieten con el tiempo o por la suciedad y que las barras rezumen aceite. Esto es altamente peligroso, ya que además de comprometer la estabilidad y la capacidad de absorción de irregularidades, ese aceite puede ir a parar al disco de freno o a las pastillas, reduciéndose así de manera muy significativa la capacidad de frenado de nuestra moto. Aunque se solucionen los problemas de las horquillas, si esto nos ha sucedido debemos sustituir inmediatamente las pastillas de freno, ya que habrán perdido su capacidad de frenado.
Por otra parte, es muy recomendable cambiar de vez en cuando el aceite del interior de las horquillas. Con el paso del tiempo, este aceite va perdiendo su viscosidad y como consecuencia, las suspensiones tienden a ser cada vez más blandas e imprecisas, aumentándose así la sensación de “flaneo”. Sustituyéndolo de manera regular tendremos un tacto óptimo.
En cuanto a las suspensiones traseras, al ser la mayoría de gas en vez de aceite la cosa se complica. En estos casos, detectar fugas es menos sencillo y además, manipular estos amortiguadores puede ser peligroso. Por este motivo, ante cualquier duda sobre el estado de nuestras suspensiones, lo mejor es recurrir a los profesionales, ya que ellos tienen los conocimientos y las herramientas necesarias para revisar y sustituir las piezas que sean necesarias.
Hay incluso centros especializados en la puesta a punto de las suspensiones. En ellos, pueden configurar incluso el tarado de las suspensiones para adaptarlos a nuestro peso y a nuestro estilo de conducción. De esta manera, se optimizará en la mayor medida posible el funcionamiento de las suspensiones de nuestra moto.
Además, debemos recordar que a la hora de hacer viajes o utilizar la moto en general, si vamos a cargarla con más peso del habitual y nuestra moto lo permite, lo mejor es endurecer ligeramente al menos la compresión de las suspensiones, ya que si no será más fácil que hagamos algún tope arriesgándonos a una sufrir una caída.
