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Reducir la huella de carbono en las motos: también con la pintura

“Ecofriendly” antes de arrancar
Fotos: SMN
Siempre nos fijamos en las emisiones de las motos a la hora de hablar sobre si son o no son contaminantes, incluso antes de ponerse en marcha ya tienen una huella de carbono. Intentar minimizarlo incluso a la hora de pintarlas, ahorra la emisión de miles de toneladas de CO2.

Uno de los grandes desafíos a los que se está enfrentando la generación actual de ingenieros es al de seguir avanzando en prestaciones y comodidad pero, a la vez, reduciendo el consumo y la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Un reto enorme que va aun más lejos si hablamos de los gases que se emiten durante la fabricación de una moto, y que se denomina huella de carbono. De hecho, la legislación en la que se trabaja por parte de los gobiernos (en nuestro caso la Unión Europea) busca la neutralidad en la huella de carbono, es decir que un producto sea inocuo en lo que a CO2 se refiere, tanto a la hora de fabricarlo como en su uso posterior.

Precisamente esto es lo que buscan algunos combustibles en desarrollo que, sobre el papel, conseguirían captar más CO2 durante su fabricación del que luego emitirían cuando fuesen quemados. Aunque es otro asunto bien distinto, también reduciría la huella de CO2 el empleo del nuevo sistema de pintura que está implementando BMW en su sección de coches.

El mundo de la personalización ha sido siempre un quebradero de cabeza para los fabricantes pues la fabricación en masa choca, precisamente, con las opciones de ofrecer un acabado único a cada cliente. En su obstinación por lograrlo han desarrollado un sistema interesante que, si bien, estaba destinado a ofrecer ese servicio tiene como efecto secundario unos ahorros energéticos muy interesantes. Se trata de un sistema completamente robotizado en el que se introducen los parámetros de pintura, y la máquina es capaz de llevarlos a cabo sin necesidad de enmascarar ninguna parte. Con precisión milimétrica y gracias a la tecnología de pintura sin exceso de rociado.

En lugar de emplear pintura electrostática, se trata de pintura a chorro. De esta manera ya se simplifica mucho el proceso ya que la pintura electrostática necesita de carga eléctrica para adherirse en un primer momento al metal. El sistema de BMW, denominado EcoPaintJet Pro, cuenta con una placa de orificio que varía su grosor entre 1 y 50 milímetros. Precisamente eso es lo que le da la precisión capaz de replicar un diseño cargado a través de ordenador prácticamente sin ningún tipo de restricciones, como si se tratase de una impresora.

Además del ahorro de tiempo y material al no tener que enmascarar ni tampoco desperdiciar pintura, lo interesante del sistema es que no requiere que el aire se comprima para pintar y, precisamente en ese punto llega, según la marca alemana, el mayor ahorro energético y la reducción de huella de carbono. Estiman desde BMW que la electricidad ahorrada por el departamento de pintura será de 6.000 megavatios hora a lo largo del un año, además de reducir la huella de carbono en 2.000 toneladas de CO2 al año. Obviamente hablamos de una gran producción, pero está claro que si este método se termina expandiendo por el sector de la moto sería una gran ayuda al medio ambiente. Además se podría conseguir, al menos en pintura, una moto completamente personalizada y única desde que sale del concesionario.

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