Así vuelve a la vida una Honda CRM 250 abandonada
Un trabajo de restauración espectacular

Aunque las marcas no paran de trabajar y evolucionar sus modelos, lo cierto es que hay modelos clásicos con muchos años a cuestas que siguen llamando nuestra atención por unos u otros motivos. A la sombra de su hermana CR250, nació la Honda CRM 250, una espectacular moto de dos tiempos de corte endurero y que formaba parte de la gama CRM junto con la 125 o la 75.
Fueron relativamente populares e incluso hoy en día, con una búsqueda rápida, se pueden localizar muchas de ellas a la venta, aunque normalmente en las versiones de 125 o 75. Pero la que es protagonista de una increíble restauración es la hermana mayor, la del cuarto de litro.
Si tienes algo más de media hora, dale al play y disfruta de un minucioso trabajo y de cómo esta moto vuelve a la vida desde el abandono más absoluto. No conocemos la historia detrás de la moto, pero sí es evidente que esta unidad lleva muchísimos años, no solo sin usarse sino a la intemperie y sin ningún tipo de protección. Tanto es así que la vegetación se ha tragado casi literalmente.
Después de usar el machete para quitarle la flora, darle un poco de dramatismo al vídeo y sacar la moto del lugar donde ha reposado durante lustros, comienza la magia. Como es de esperar, lo primero es comenzar a desmontar todas las piezas, una por una y sin excepciones. A partir de ahí tocará empezar a revisar el estado de las piezas, ver cuáles necesitan ser restauradas, cuáles reparadas y cuáles sustituidas. Todo con el aliciente de la suciedad que envuelve a la moto.
Más tarde, cuando solo queda la parte ciclo y el motor, terminan de vaciarlo antes de separarlo del chasis. Con todo separado comienza el proceso y, lo cierto, es que ver cómo trabajan en el motor es espectacular, no solo el proceso de desmontaje sino la restauración, limpieza y vuelta al montaje. A pesar del estado general de la moto, parece que el interior del motor consiguió mantenerse estanco y a salvo de la suciedad.
Como decíamos, el trabajo es increíble y casi parece magia, pero la realidad es que la minuciosidad del trabajo no deja lugar a dudas. Hasta el más mínimo detalle se revisa, se restaura o se repara y al final de un vídeo de 38 minutos la moto parece recién salida de la cadena de montaje. ¿Hay una mejor manera de reciclar?