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Rotobox Moto Splice: supermotard al carbono

Fotos: Rotobox
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Los eslovenos de Rotobox son unos viejos conocidos por las magníficas llantas de carbono que fabrican. Pero ahora han decidido diversificar su negocio creando Rotobox Moto, bajo cuya marca fabrican motos de alto rendimiento. Su primer modelo es la Splice, una Yamaha WR de Supermotard para la calle con mucho carbono.

Recordad este nombre, Rotobox Moto, porque estamos seguros que en los próximos meses nos sorprenderán con creaciones tan geniales como las llantas de carbono que fabrican. Su carta de presentación, la Rotobox Moto Splice, ya ha irrumpido con fuerza mostrando cómo son capaces de hacer una supermotard para la calle radical, agresiva y sobre todo muy divertida.

La base de partida para realizar esta moto puede ser tanto una Yamaha WR250 como la WR450, eso es a gusto del cliente. De momento y con la colaboración nada menos que del Yamaha Austria Racing Team (YART), ya ha fabricado más de una decena de motos como esta.

Rotobox Moto - frontal

Lo primero que llama la atención en esta Splice es su monolítico basculante trasero que proviene de una Yamaha YZF-R6. Esto le permite albergar una llanta trasera de 5,5” y, con ello, un neumático de 190 mm de ancho. Cierto que es una barbaridad para una moto como esta, pero vista desde atrás le queda espectacular.

Y sí, si os lo estáis preguntando, las llantas son unas Rotobox de carbono. Las suspensiones provienen de motocross y vienen firmadas por Öhlins pero convenientemente reformadas para poder utilizar en configuración supermotard (se ha limitado el recorrido total). Delante utiliza una FG461 y delante un amortiguador TTX Flow. Abraza la horquilla una nueva tija triple mientras que los frenos son unos Brembo T-Drive con disco de 320 mm y pinza GP4RR.

Rotobox Moto - derecha

Los toques que dan por terminada semejante máquina se encuentran en el motor, con tapas con tratamiento cerámico, nuevos plásticos impresos en 3D, asiento y un escape personalizado con el colector también con tratamiento cerámico.

El precio de semejante joya no es apta para todos los bolsillos ya que roza los 30.000 euros al cambio, pero claro, si tenemos en cuenta que podemos tener para la calle una supermotard que arroja en báscula con todos los llenos 118 kg, creo que pocas motos llegarán a ser más eficaces en carreteras ratoneras.

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