¿Sabías que los frenos de carbono alcanzan los 800ºC?
En MotoGP podemos ver los frenos al rojo vivo

Todos los años, cuando acaba la temporada de MotoGP y los pilotos de Moto2 (o en ocasiones Moto3) tienen la oportunidad de probar una de las motos de la categoría reina resaltan por encima de otras prestaciones el rendimiento de los frenos ¿el motivo? Mientras que los motores se acercan e incluso superan los 300 cv de potencia, los frenos ¡¡cuentan con el doble!! Imagina que con apretar la palanca de freno entran en acción más de 600 cv de potencia con la clara intención de bloquear la rueda delantera…
Pero para poder conseguir esta capacidad de frenado hubo que dejar atrás el acero y los compuestos cerámicos y centrarse en el carbono para el sistema de frenado delantero. El motivo es que son mucho más ligeros y también que toleran mucho mejor las temperaturas infernales que alcanzan. Es más, para que puedan comenzar a funcionar tienen que estar a unos 200ºc es por eso que los pilotos se afanan en calentarlos en la vuelta, nunca mejor dicho, de calentamiento. Luego, cuando están trabajando al límite, son capaces de llegar a los 800ºc en las frenadas más exigentes, llegando a ponerse las pistas al rojo vivo, algo que se puede apreciar en el GP de Qatar.

En lo referente al peso, se encuentran por debajo del kilo por disco con araña y pista incluida. Gracias a su rendimiento son capaces de hacer decelerar una MotoGP desde los 355 km/h hasta los 90 km/h en 5,2 segundos y en menos de 300 metros, tal como registró Brembo en la primera frenada de Mugello.
En cuanto al apartado menos positivo, además de que si no tiene la temperatura mínima no funciona es que su precio es bastante elevado y que, además, los frenos de carbono no suelen durar más de 1.000 kilómetros. Eso sí ¡menudos 1.000 kilómetros!