Scossa, una Ossa 250 réplica Mick Andrews electrificada
Es obra del preparador italiano Enrico Spinato de Cream Works


Últimamente estamos asistiendo a un fenómeno cada vez más común dentro del sector de las preparaciones en el mundo de las dos ruedas. Os hablamos de la electrificación de modelos clásicos donde, generalmente y tras una minuciosa restauración, se opta finalmente por emplear un motor de tipo eléctrico, desechando de este modo la mecánica estándar con la que venía equipada el modelo en origen.
Hoy “la beneficiada” de este tipo de customización es una unidad de Ossa Trial 250 réplica Mick Andrews. Según su creador, Enrico Spinato, adquirió previamente sin motor alguno. Spinato es el fundador de Cream Works, ubicado en la región italiana de Vicenza. Allí da forma a diversas preparaciones realizadas generalmente sobre modelos de motos clásicas. Mecánico de profesión, es de noche y en sus ratos libres cuando Enrico se dedica a diseñar y posteriormente construir este tipo de preparaciones.

Según hemos sabido por Ride Apart, este fue el primer proyecto en el que Spinato se lanzó a la piscina de las preparaciones propulsadas por un motor eléctrico. Hasta ese momento había dado vida a otros proyectos, pero siempre empleando mecánicas de combustión interna, por lo que para él suponía un gran desafío la creación de esta "Scossa".
Según en palabras del propio Spinato, no tenía demasiada idea en este tipo de sistemas. Tras el último "empujón" de uno de sus amigos y colaboradores Enrico concluyo: "Vamos a intentarlo de todos modos". Tras un tiempo de búsqueda del modelo ideal para esta preparación dieron con esta unidad de Ossa 250 Trial, que al parecer se encontraba en estado de abandono, además de no disponer de mecánica. “Ligera, simple, perfecta para nuestro proyecto. Así nació la Scossa”, comenta Spinato.

Luego hubo que ponerse al día en sistemas eléctricos, por lo que Enrico prefirió crear un diseño simple y minimalista en todos los aspectos. De este modo no daría lugar a cuestiones que posteriormente le causaran problemas en el resultado final. Tras eliminar los soportes del motor originario, ancló la batería y el propulsor eléctrico de 5 kW de potencia, unos 7 CV aproximadamente. Además, mantuvo muchos de los elementos de origen de esta Ossa 250, como por ejemplo el depósito de combustible, donde instaló algunos de los interruptores y almacena parte de la instalación eléctrica.
También preservó elementos como las llantas de radios o los neumáticos de campo, así como la suspensión de largo recorrido para poder emplear esta Ossa trial 250 en zonas fuera del asfalto. Otros detalles como el sillín tapizado en cuero marrón hacen referencia al carácter vintage del modelo. Todo se complementa con detalles ingeniosos como una especie de persiana, de accionamiento manual, que cubre el faro frontal. También el divertido trabajo de pintura, con un brazo y una mano señalando un botón de arranque imaginario en su depósito, o la aplicación de varios interruptores en la parte superior de este.
Como punto negativo está la poca autonomía de la que goza esta Scossa, apenas unos 30 minutos. Según el propio Spinato debieron haber integrado una unidad con más capacidad. Además, también reconoce que mejoraría la suspensión delantera con posiblemente una horquilla de tipo invertido, mejorando así sus aptitudes campestres.