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Se acerca otro Plan PIVE sin motos

Los usuarios de la moto y la industria motociclista están más que acostumbrados al sistemático menosprecio que realiza la Administración, que en ninguno de los siete planes PIVE de incentivos a la compra de vehículos, ha contemplado incluir a las motos.

Aunque se esperaba que el Consejo de Ministros hubiera aprobado ya la octava edición del plan PIVE, esta decisión se ha ido retrasando, pero su llegada es inminente, al menos según ha comentado el ministro de Industria, Energía y Turismo, que en declaraciones a Catalunya Radio ha dicho que estará en el orden del día en una de los próximos Consejos que se celebren en La Moncloa. La industria de la automoción reclama una nueva edición con urgencia tras el descenso en el ritmo de las ventas de automóviles experimentado en abril, que se achaca al agotamiento de los fondos de la última edición. En las siete ediciones realizadas, las motos nunca fueron incluidas en los incentivos a la compra que ofrece el Plan PIVE, y nada hace pensar que vayan a serlo ahora.

Industria siempre habla de la rentabilidad que supone para la Administración el desarrollo de estas políticas de estímulo porque la inversión del PIVE (los presupuestos 2015 contemplan una partida de 175 millones de euros destinados a esta labor) tiene un retorno superior a través de la recaudación fiscal. Como ha dicho José Manuel Soria, titular de Industria, “es una inversión rentable”.

Pero no todos los sectores de la Administración contemplan el Plan PIVE con el mismo enfoque. Desde la Secretaría de Estado de Comercio, dependiente del Ministerio de Economía, Jaime García-Legaz alertó hace ya algún tiempo sobre el riesgo de las políticas de estímulo. Las ventas en automoción están vinculadas a las importaciones, y su crecimiento está relacionado con la recuperación económica, pero cuando este llega a ser excesivo puede resultar perjudicial, dado que puede desequilibrar la balanza de pagos con un mayor endeudamiento externo. Es decir, que se importe más de lo que se exporta, y en ese sentido fue la automoción el sector que más incrementó sus compras fuera de España. En 2014 aumentó un 19 por ciento con respecto al año anterior.

En cualquier caso, si en el periodo más duro la crisis la Administración no prestó atención a la industria motociclista, menos lo hará ahora, cuando el sector enlaza desde el mes de septiembre de 2014 siete meses consecutivos con incremento de las matriculaciones.

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