La Yamaha TZ 750 es una moto que recuerdan bien los entusiastas de las carreras de la década de 1970. Básicamente, se trataba de una montura salvaje con motor de “dos tiempos” que se ganó rápidamente su reputación entre los pilotos lo suficientemente valientes o inconscientes para salir con ella a pista e intentar conseguir un tiempo por vuelta decente.
Cuando se presentó en 1974, la cilindrada original era de 694 cc, logrando ésta después de unir dos motores bicilíndricos de 350 cc de serie. La TZ presentaba una distancia entre ejes muy contenida y un sistema de suspensión bastante primitivo, además de un bastidor y unos neumáticos que quedaban completamente sobrepasados por los 90 CV que entregaba el propulsor.
El ex campeón del mundo de 250 Kel Carruthers recibió una invitación de Japón para probar un prototipo de la TZ 750 en 1973. El australiano se encontró con una montura que generaba violentas sacudidas a más de 290 km/h, un problema que se resolvió ajustando la suspensión y ampliando en 50 milímetros la medida del basculante trasero.
A pesar de estos cambios, en sus primeras salidas en competición la TZ 750 todavía estaba lejos de ser una montura dócil y sólo contados especialistas como Kenny Roberts eran capaces de rodar más rápido con ella que los pilotos con motos de 350 cc.
En 1979 algunos problemas del diseño original se habían resuelto con cierto éxito. La doble suspensión trasera había sido sustituida por un basculante con un solo amortiguador. En el tren delantero se montó una horquilla más sofisticada y el bastidor ganó en rigidez. Al mismo tiempo, la cilindrada había aumentado hasta los 750 cc.
La unidad que ilustra este texto corresponde a la última moto con la que el piloto Dale Singleton compitió durante la temporada AMA de 1979, en la que además consiguió la victoria en las 200 Millas de Daytona. Como es fácil imaginar, ganar a los grandes equipos de fábrica en Daytona resultó el mayor de los logros al que un piloto privado podía aspirar en la época.
Singleton llegó a ser un piloto realmente popular y siempre fue especialmente hábil en captar el favor del público. Sus rivales le pusieron el apodo de “Fliying Pig Farmer” (el criador de cerdos volador), debido a que los padres de su novia eran criadores de ganado. Lejos de tomarlo como un insulto, Singleton se lo tomó con tan buen humor que a partir de entonces comenzó a acudir a las carreras acompañado de una cría de cerdo con la que compartía sus momentos en el podio. Al público le encantaba y cuando los promotores europeos le contrataban para correr en el Viejo Continente, Dale pasaba el día anterior a la carrera visitando granjas para escoger a la simpática cría de cerdo que le acompañaría el día de la competición.
Puedes encontrar más información sobre la subasta de esta valiosa pieza de colección en la página web de Dale Singleton
